Intensamente 2: una invitación a ser un poco más humanos

* Por decisión de la autora, el artículo contiene lenguaje inclusivo.

Las emociones, esas que nos atraviesan todos los días, en Intensamente tienen cara, personalidad y cuerpo. Algo impensado pero que ayuda a materializar lo que jamás vemos, ni veremos, y aquello de lo que es tan difícil hablar. Tras el éxito inicial, la segunda parte es un film que toca las fibras más íntimas de los más chicxs pero también de lxs más grandes.

En esta ocasión, se suman nuevas emociones, Vergüenza, Envidia, Aburrimiento y Ansiedad, a las que ya conocíamos, Alegría, Angustia, Furia, Temor y Desagrado. En este mix de sensaciones se da una lucha entre cada una de ellas con el objetivo de surfear una nueva situación problemática que atraviesa la protagonista, Riley. Quizá lo más interesante en sí no es la trama sino la forma en la que se ponen sobre la mesa un montón de escenarios cotidianos, que siempre están ahí pero de manera inconsciente. 

Por ejemplo, una de las emociones que más fuerza cobró en este último tiempo en la sociedad es la ansiedad y esto Disney, evidentemente, lo notó. Tal es así que en la película cobra un rol preponderante y grafica a la perfección la situación de muchas personas que luchan a diario con este problema. Por eso, es un hallazgo que un film infantil pueda corporizar tan bien un drama cotidiano que no distingue de edades ni de género.

Intensamente busca dejar en evidencia que cada una de las emociones que tenemos son válidas pero en su justa medida. En muchas ocasiones, cuando una emoción se impone sobre la otra se observa un gran desequilibrio en la protagonista. Por lo tanto, de una manera sencilla, dinámica y apta para todo público, se logra hablar de educación emocional con una calidez y una altura sorprendente. Se ponen sobre la mesa la angustia, que tan mala prensa tiene, como parte vital y un sentimiento muchas veces necesario; la alegría, como una fuerza que no puede ser omnipresente y todopoderosa; el enojo, tan necesario en determinadas situaciones; el miedo, como protección; el desagrado, y así. 

Un aspecto muy creativo, y hasta pedagógico, es que cada una de las emociones está simbolizada con un color, y además posee su personalidad y sus luchas internas. En algún punto, Intensamente es un mundo, lleno de mundos internos, que por momentos luchan, por otros cooperan, y hasta logran equilibrar el mundo principal, que es el de la protagonista. Con mensajes claros, profundos, y llenos de sensibilidad, la película apuesta a hablar de aquello que nadie habla y de lo que es tan importante hacerlo en tiempos hostiles e individualistas. Una invitación a ser un poco más humanos.