La novia que nunca existió: otro caso de identidad usurpada
En Estados Unidos se otorga gran relevancia a los deportes como posibilidad de obtener becas académicas para estudiar en prestigiosas e igualmente costosas universidades. Son muchos y muchas jóvenes quienes dan todo de sí para conseguirlo, y Manti Te'o no era la excepción. Oriundo de Hawaii, su familia sigue los preceptos de la religión mormona y le otorga importancia a valores representativos del deporte, sobre todo el fútbol americano. Cuando aún estaba en el secundario, Manti ya gozaba de tal fama como jugador que en su último año escolar cerca de 50 universidades le ofrecieron la beca de estudio en su institución.
Recién ingresado en la Universidad de Notre Dame, en Indiana, no transcurrió mucho hasta que sus fans comenzaron a pedirle autógrafos y entrevistas debido a su gran desempeño en la cancha. En ese entonces también inició su noviazgo con Lennay Kekua, a quien conoció por Facebook. “Conocer” es una forma de decir, ya que nunca la vio en persona. Manti sostuvo una relación virtual con Lennay durante casi un año, hasta que ella falleció de leucemia el mismo día que la abuela del jugador. O eso es lo que creyó todo el mundo, él incluido, hasta que la realidad salió a la luz: Lennay, la joven de la que se había enamorado, no existía. En Al descubierto: la novia que nunca existió, reciente estreno de Netflix, hay entrevistas a los y las protagonistas de esta historia que parece de película.
Fue Deadspin, página web sobre noticias deportivas, quienes lo descubrieron luego de una exhaustiva investigación a partir de un correo electrónico que recibió en donde se afirmaba que Lennay no era una persona real. El objetivo de los periodistas que tomaron el caso fue hacer quedar mal a ESPN y The New York Times por ser importantes medios de comunicación que habían difundido información falsa sin chequear correctamente su veracidad. Sin embargo, una vez que se publicó el artículo todo se salió de control.
Manti no sólo debió enfrentarse a la verdad sin comprender por qué alguien fue capaz de hacerle algo así y cómo no se dio cuenta después de tanto tiempo. Fue víctima de maltratos en redes sociales, donde usuarios afirmaban que él era cómplice; memes con el objetivo de burlarse de su situación sentimental; acoso público por parte de periodistas; apariciones en tapas de revistas como uno de los deportistas más odiados del mundo; e incluso estuvo a punto de no ser seleccionado para la Liga Nacional de Fútbol Americano de Estados Unidos— NFL en inglés—, lo que pudo haber acabado con su carrera profesional, a lo que se suman millones de dólares perdidos por no encontrarse entre los primeros en recibir una oferta.
Ahora, ¿quién estaba del otro lado de la pantalla haciéndose pasar por Lennay, la novia de Manti? Su nombre era Ronaiah Tuiasosopo, un joven también nacido en Hawaii y conocido de la familia de Te'o, que en ese momento no se sentía cómodo con su propia identidad de género y tampoco creía que podía decirlo abiertamente, sobre todo teniendo en cuenta la cultura un tanto cerrada a la que pertenecía. Aunque quizás no lo parezca, sus intenciones no fueron malas y no buscaba hacerle daño al reconocido jugador. Sí deseaba experimentar cómo se sentía ser mujer, aunque fuese un papel a través de las redes. Por eso utilizó las fotos de una ex compañera del secundario e inventó un nombre y apellido falsos, agregando en su perfil de Facebook información real respecto a sus intereses y gustos propios.
El fenómeno del que Manti fue víctima hace una década recibe el nombre de Catfishing, que no tiene una traducción literal al castellano pero se basa en crear un perfil falso en redes sociales o incluso hacerse pasar por otra persona, usurpando su identidad. En muchas ocasiones se utiliza para realizar delitos graves como estafas, hackeos de cuentas y robos de dinero, por eso puede llegar a ser muy peligroso, más allá del haber actuado de mala fe diciendo ser alguien que en realidad no sos. Una de las cuestiones más polémicas fue que horas después de enterarse del fallecimiento de su abuela, el deportista recibió la noticia de la supuesta muerte de la chica. Esto se tomó como un acto egoísta e insensible por parte de Ronaiah por haberlo hecho sufrir con tal magnitud de noticia, cuya mitad en realidad era falsa, sobre todo cuando Manti se encontraba vulnerable y atravesando una pérdida real.
En ese momento no había tanta difusión sobre la existencia de perfiles falsos como la hay actualmente. Uno de los aspectos que el documental brinda para reflexionar es cómo una vez que se filtra información en las redes, sea o no verídica, hay muy poco control sobre ella y sobre lo que usuarios y usuarias harán. La facilidad de difusión y creación de contenido, que se abrió paso gracias a las nuevas tecnologías, suma complejidad al hecho de buscar que no se expandan burlas, críticas y comentarios discriminatorios.
En la actualidad Ronaiah es Maya y logró su transición de género luego de mucho tiempo sin ser quien deseaba ser. La producción de Netflix rescata diversos testimonios que nutren el contenido con posturas acerca del robo de identidad, las difamaciones en las redes, el poco control sobre los contenidos en la web y demás cuidados a tener en cuenta. El largometraje forma parte de una serie de documentales llamada Al descubierto en la que se toman historias reales de deportistas para abordar diferentes temáticas, como por ejemplo Caitlyn Jenner y la transexualidad o un equipo de hockey sobre hielo y sus lazos con la mafia.