Todos somos extraños: siempre estuviste en mi mente
"Todos somos extraños" es una película que explora temas profundos como la soledad, la pérdida y la nostalgia. Se estrenó el 7 de marzo en nuestro país y cuenta con la dirección Andrew Haigh que se basó en la novela Strangers, de Taichi Yamada, para hacer el guión. Haigh decidió llevar a la pantalla grande a dos de los actores más queridos por las fanáticas de las series Normal People y Fleabag: Paul Mescal y Andrew Scott interpretando a Harry y Adam, respectivamente.
Adam empieza a interesarse en su vecino, el enigmático Harry. Se cruzan en el ascensor del edificio, coquetean y mantienen relaciones sexuales. Adam regresa a la casa en la que creció, donde sus padres, que murieron hace 30 años, parecen vivir como si nada hubiera cambiado. Adam es un hombre que lleva una vida muy solitaria. Trabaja como guionista y encuentra en su vecino Harry el apoyo para revelarle su historia familiar y mostrarle más de esa vida que perdió y le cuesta dejar ir.
La historia está situada en Londres, pero la enclaustrada vida de los personajes principales hace parecer que no estuviera ambientada más que sus departamentos, sus mentes y, sobre todo, en sus recuerdos y ensoñaciones. Esta idea se refuerza con la canción elegida como leitmotiv para los momentos oníricos: Always on my mind, de Pet Shop Boys. La historia es un bucle mental donde se entrelazan las oportunidades perdidas, el duelo y el pasado que no se termina de ir. En varios tramos de la historia se utilizan los viajes en tren y el uso de drogas como vehículo para este pasaje entre la realidad y la ensoñación.
"Todos somos extraños" atrae por el romance y fideliza por su drama. Es una película que aborda temas universales de una manera emocionalmente resonante, respaldada por un elenco talentoso y una dirección que promete sumergir al espectador en la experiencia de sus protagonistas. Es una historia llevada a cabo para ser difícil de olvidar y efectiva para atravesar la historia personal de cada espectador.