A 50 años de “Literatura de la pelota”, de Roberto Santoro
Por Analía Ávila
En Buenos Aires, triunfantes, los tranvías,
carraspearán como borrachos por la siesta,
un aire futbolista irá diciendo
su grito valvular por los camiones
y un tango de Gardel bajo la tarde
pondrá sentimental la calle y el estaño.
Nira Etchenique
Este año se cumple el 50 aniversario de la publicación de Literatura de la pelota (1971), de Roberto Jorge Santoro, poeta, periodista y militante del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), secuestrado y desaparecido el 1 de junio de 1977 por un grupo de tareas de la última dictadura cívico-militar. Se trata de la primera antología de textos futboleros que se hizo en la Argentina, la más completa y apasionada, puntapié inicial e inspiración para las compilaciones que la sucedieron.
“Toto” o “el Pelado”, como le decían sus familiares y compañeros, era un personaje multifacético que llamaba la atención con sus bigotazos, patillas, poleras y boinas. Roberto era fanático de la Academia, le gustaba jugar, ir a la cancha y escribir sobre los partidos. Vivía con una libretita en la mano y tomaba nota de voces de la calle para incluir en sus versos.
El poeta Alberto Szpunberg lo recordó así: “El brillo de sus ojos y el firme apretón de manos. Y el humor, la risa fácil, la ironía a flor de labios. Y un poema recién nacido o a punto de nacer, que compartíamos, como la discusión sobre el peronismo, la última película, la bella tentación que pasaba a nuestro lado en ese instante”.
Literatura de la pelota fue publicado por Santoro en su propio sello, Papeles de Buenos Aires, que difundía la obra de poetas, escritores, plásticos y músicos. Durante mucho tiempo fue inhallable en las librerías y circulaba sólo en fotocopias.
En 2007 Ediciones Lea hizo una reedición con palabras de presentación del periodista Alejandro Apo y un estudio preliminar de la periodista y docente Lilian Garrido. La ilustración de la tapa presenta la pintura “Primos hermanos” del artista plástico Pedro Gaeta, que junto con Roberto, integraba el grupo Gente de Buenos Aires. En la solapa del libro, una anécdota: "Santoro siempre le decía a Gaeta que eran primos hermanos: un pintor comunista de Independiente y un poeta trotskista de Racing".
Para esta antología el poeta recorrió librerías, bibliotecas y hemerotecas; así recopiló y seleccionó poemas, cuentos y artículos periodísticos de distintos autores. En la elección de los textos no discriminó por ideologías o estéticas.
Santoro explica en el prólogo: “Se incluyen aquí nombres ‘importantes’ en el panorama de nuestra cultura como así otros ‘despreciados’ por el subdesarrollo de sus Rh estéticos. Es casi un milagro juntar en un mismo equipo a Gagliardi con Pichón Riviére, a Last Reason con Mujica Láinez, a Sebrelli con Centeya, a Mondiola con Romero Brest”. Además de estos autores el libro reúne textos de Fina Warschaver, Roberto Arlt, Horacio Quiroga, Enrique González Tuñón, Juan José Manauta, Leopoldo Marechal, Álvaro Yunque, Baldomero Fernández Moreno, Agustín Cuzzani, Bernardo Canal Feijoo, Florencio Escardó, Vicente Zito Lema, entre otros.
También el poeta menciona los motivos que lo impulsaron a realizar esta compilación y manifiesta que el fútbol es un elemento latente en los habitantes de la ciudad. Y hace hincapié en el lenguaje con ejemplos cotidianos del habla que remiten al fútbol: ¿A papá con juego de alto?; “el negocio es un gol de media cancha”; “hoy, si no llueve, pega en el poste”.
Roberto revela también el espíritu del libro: “Lo culto entremezclado con lo popular, ya que el fútbol, el fóbal, o la pelota, es algo que pertenece a cada uno de nosotros porque se impone a todos por mera presencia”.
En el capítulo “El canto de la tribuna”, el compilador transcribió los clásicos cantitos que las hinchadas se dedican de una popular a la otra; algunos de los versos fueron tomados de publicaciones futbolísticas como Racing yTodo fútbol, y los otros fueron recogidos por Santoro directamente de las canchas:
"Tenemos un arquero/ que es una maravilla/ ataja los penales/ sentado en una silla".
"La gente/ no come/ por ver/ a Walter Gómez".
"La gente/ no fuma/ por ver/ a Ángel Labruna".
"Los muchachos racinguistas/ todos unidos triunfaremos/ y como siempre daremos/ un grito de corazón:/ Racing campeón,/ Racing campeón".
Roberto se manifestó de esta forma acerca del deporte más popular en su texto “La poesía del hincha”: “¿Pintoresquismo? ¿Populismo? ¿Y qué? Si este fenómeno del fútbol es el móvil que provoca en los desconocidos y sumergidos de siempre el ansia por expresarse de una manera poética -por lo menos en cuanto a la forma se refiere- bienvenido sea. Por lo menos él -el fútbol- habrá de cumplir en alguna medida la función para la que algunos intelectuales se han declarado a esta altura del partido incompetentes, esto es: elevar el nivel emocional y artístico del hombre común”.
Los desaparecidos de Racing
El sociólogo Julián Scher (1987) es autor del libro Los desaparecidos de Racing, publicado por Grupo Editorial Sur en 2017. Scher, también hincha de la Academia, hizo investigaciones sobre los vínculos entre deporte, política, sociedad y derechos humanos.
En el libro cuenta la historia de 11 hinchas de Racing víctimas de la última dictadura cívico-militar argentina. Son textos construidos durante dos años a partir de más de 70 testimonios de quienes fueron testigos de sus vidas dentro y fuera de las canchas de fútbol, y también de su militancia. Allí se narran las historias de militantes como Alejandro Almeida (el hijo de Taty), Alberto Krug, Álvaro Cárdenas, Dante Guede, Diego Beigbeder, Gustavo Juárez, Jacobo Chester, Jorge Caffatti, Osvaldo Maciel, Miguel Scarpato y Roberto Santoro.
En el capítulo “El poeta de la popular”, dedicado a Santoro, Scher revela que también Roberto, entre mates y poemas, construyó “algo así como un manual de hinchadas” que lamentablemente no fue incluido en Literatura de la pelota. Su amigo Gerardo Berenstein lo rescata así: “En algunos ratos libres, nos juntábamos y armábamos categorías de hinchas (…) Roberto decía que la hinchada de Racing era sentimental y lírica, que dejaba todo por el equipo, cosa que no pasaba con la de Independiente”. Además, agregaba que Gardel y Perón, dos símbolos del país, eran hinchas del mismo club que él. En palabras del autor, “a la hora de engrandecer a la institución de sus amores, daba igual que él no fuera peronista y que no reuniera pruebas de que Perón fuera de Racing”.
Scher afirma que Literatura de la pelota marcó un antes y un después en el género. Y concluye sobre Santoro: “Celeste y blanca como Racing, universal como cada poema, corajuda como cada esperanza, esa huella está”.