María Rosa Lojo: “Son ficciones inspiradas en los personajes y en cómo esas experiencias modifican las vidas de los devotos”

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    María Rosa Lojo
ENTREVISTA

María Rosa Lojo: “Son ficciones inspiradas en los personajes y en cómo esas experiencias modifican las vidas de los devotos”

21 Octubre 2024

AGENCIA PACO URONDO dialogó con María Rosa Lojo, escritora y académica, quien acaba de reeditar Cuerpos resplandecientes (santos populares argentinos), publicado por Alfaguara, revisada y actualizada ya que incluye un nuevo texto sobre Diego Armando Maradona quien ya antes de su muerte contaba con una iglesia propia y se convirtió en uno de los iconos populares más amado.

¿Qué tienen en común el Gauchito Gil, la Difunta Correa, Pancho Sierra, la Telesita santiagueña o la cantante Gilda? Todas estas figuras han sido capaces de provocar una veneración masiva y pertenecen al amplio grupo de los llamados “santos populares argentinos”, un fenómeno que se ha ido fortaleciendo como un gesto que remite a la historia de las guerras civiles, al sustrato cultural aborigen y criollo, a la rebeldía y las reivindicaciones de los bandidos rurales, al aura de la belleza, seducción y carisma de las expresiones artísticas que reúnen multitudes y generan importantes manifestaciones de identificación.

Agencia Paco Urondo: ¿Por qué sigue vigente el libro, ahora con la nueva edición?

María Rosa Lojo: Se publicó por primera vez en 2007 y justamente se volvió a reeditar porque el tema tiene mucha vigencia. No sólo sigue siendo, sino que aumentó la notoriedad de los santos populares. Cuando escribí el libro en 2007 no era un fenómeno tan extendido y no se hablaba tanto del tema, no había tanta literatura de ficción, ni siquiera académica, sobre el asunto. Ahora hay mucha, es algo que aparece en la vida cotidiana y en el arte.

APU: En la actualidad, la vida de los personajes está presente en diferentes géneros como la literatura, la música, etc.

M.R.L.: Forman parte de nuestra cotidianidad, de lo que es el clima cultural, mientras que años atrás, antes de que se escribiera mi libro y otros, era un objeto de estudio puntual del folklore y de antropólogos. Pero no era algo que impregnara la vida cotidiana, por ejemplo, en las grandes ciudades, mientras que hoy en día sí.

APU: Hay historias de personajes históricos, pero también de ficción. ¿La historia y la literatura son hermanas que se complementan una con la otra?

M.R.L.: Son ficciones inspiradas en los personajes y, sobre todo, en lo que les pasa a los seguidores de estos personajes, cómo esas experiencias modifican las vidas de los devotos. A veces, el foco está puesto en los santos mismos, pero otras veces está en las figuras de los creyentes. Desde ya, historia y literatura se entrelazan permanentemente.

La literatura es un fenómeno histórico, empezando por ahí, que va cambiando de acuerdo a los cambios en general de la sociedad. Toda Literatura implica un posicionamiento en la Historia, aunque no sea literatura de ficción histórica, aunque sea literatura del presente, estás escribiendo lo que te pasa en tu tiempo. Y la Historia es experiencia encarnada, experiencia colectiva encarnada en el tiempo con sujetos. Por eso la literatura de ficción histórica no es bien entendida, no es imaginar un suceso cualquiera, situarlo en una escenografía e insertar ahí determinada información en forma de ladrillos de datos. Los personajes tienen que estar vivos en un proceso que los implica, que es el proceso histórico, los cambios y la coyuntura de cada tiempo, no hace falta dar explicaciones. Si la novela o la ficción son buenas, simplemente está ahí, en todo lo que les sucede a los personajes.

“Los problemas que se plantearon en el pasado todavía siguen vigentes hoy”.

APU: Hay quiénes aseguran que si se mezcla Historia y ficción, no puede ser Historia; por otro lado, está la cuestión de que la Historia tiene que tener rasgos históricos. ¿Es una discusión que separa los diferentes géneros?

M.R.L.: La Literatura nunca es Historiografía y no tiene por qué serlo. La Historiografía es un estudio objetivo, en lo posible, de la Historia, que está basado en documentación, que tiene determinados protocolos de escritura y que se propone un conocimiento del pasado. Mientras que la Literatura Histórica, en el sentido de ficción histórica, es una literatura que imagina hechos y personajes del pasado.

Pueden ser personajes de ficción, pueden ser personajes históricos también, que están recreados e interpretados por cada escritor o escritora, que tiene objetivos de impacto estético, tiene objetivos literarios. Lo cual no significa que se tenga que trabajar distorsionando o falseando aquellos conocimientos que están consensuados por la comunidad con respecto al pasado. Siempre se va revisando la Historia como disciplina, es una continua revisión del pasado. La Literatura es otro campo, se permite otros contratos, otras licencias, y se propone la verosimilitud: que vos te creas que eso ocurrió aunque no haya ocurrido, pero que te lo puedas creer, es verosímil.

APU: En una entrevista mencionaste que la novela histórica interroga algo que los latinoamericanos no hemos resuelto: la Independencia. ¿A qué se refiere?

M.R.L.: Somos sociedades poscoloniales. Nacimos de la jura de un contrato colonial de varios siglos, y ese proceso que comenzó en el siglo XIX todavía se percibe, de alguna manera, como inconcluso, porque nuestras naciones tienen dificultades para vivir en una situación de pleno desarrollo, para manejarse de manera verdaderamente autónoma y soberana.

Son sociedades desiguales, de manera que ese proyecto revolucionario que comenzó en el siglo XIX y cuyo objetivo era romper los vínculos con lo que era entonces el imperio español, sentimos que no ha terminado de cumplir su misión. Por eso dice Carlos Fuentes, en un libro sobre la gran novela latinoamericana, que "el pasado es nuestra agenda". Es algo que quedó sin hacer, de alguna manera. Es algo que está sin resolver. Los problemas que se plantearon en el pasado todavía siguen vigentes hoy. Si uno lee, por ejemplo, El general en su laberinto, una novela de García Márquez sobre los últimos días de Bolívar, está claramente expresado ahí, en ese Bolívar moribundo que García Márquez imagina resistiendo hasta el final, pensando que aró en el mar y que la revolución no sirvió para nada. En ese personaje, y en otros que aparecen, algunos que son históricos, otros ficticios, pero con esa mirada sobre la historia latinoamericana.

APU: ¿En los casos de Maradona o Gilda se remite al pasado?

M.R.L.: Algunos personajes de Cuerpos resplandecientes, son del siglo XIX, otros del XX y del XXI, como son los casos de Maradona o Gilda, personajes muy actuales que nos interpelan desde la realidad cercana. Algunos tienen más que ver con la historia política y social, otros menos, pero todos están. Gilda falleció en el siglo XX, pero es una figura que hoy seguimos escuchando, su música sigue siendo actual, como si estuviera viva o más aún, porque se sabe que Gardel canta cada día mejor. Con Gilda pasa algo similar, sigue siendo un personaje vigente, de culto, en el sentido artístico y en el sentido de la devoción de fans que son, a la vez, devotos.

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Tapa cuerpos resplandecientes

APU: ¿Se puede decir que ya son personajes mitológicos?

M.R.L.: Claro, porque más allá de sus vidas personales tienen una representación simbólica. Representan muchas otras vidas, situaciones y límites humanos, y su impacto va más allá de lo individual. En el cuento de Maradona, esto se refleja en el diálogo que la narradora tiene con él. Aunque la narración es en tercera persona, el encuentro es onírico, no en el presente. La protagonista, una mujer de mi generación, debe escribir una historia sobre Maradona en un aniversario de su muerte, y se remonta a un episodio poco conocido: cuando Maradona dio una charla en Oxford y recibió un diploma como "maestro inspirador de soñadores".

Este diploma fue gestionado por Esteban Cichello, un argentino becario en Oxford que nació humildemente en una villa. Cichello, con un gran amor por los idiomas y una voluntad de aprender, terminó becado en Oxford, donde es profesor. Él organizó este reconocimiento para Maradona quien, de manera paradójica, fue recibido en el corazón de la intelectualidad británica más elitista, a pesar de ser "la mano de Dios" que venció a los ingleses por izquierda y por derecha. En cierto modo, esto evoca el mito de David y Goliat: el pequeño venciendo al gigante. Así, Maradona representa eso para Nápoles y para Argentina.

APU: Diferente a los santos canonizados.

M.R.L.: No es como otros santos canonizados oficialmente, que se les ha exigido para llegar a la canonización una conducta irreprochable, una virtud heroica, pero en el caso de los santos populares no canonizados por la iglesia eso se compensa a menudo con los sufrimientos que tuvo que enfrentar con las pruebas que han sufrido. Sabemos de los sufrimientos de Maradona, fueron públicos. de sus caídas y sus resurgimientos, de su personalidad frágil, y un poco es lo que él dice en esta historia. (Lee) “Estaba Maradona persona por un lado y estaba yo, estaba el futbolista”, acá en el cuento aparece también lo quiero citar, en cierto modo, para marcar la finalidad de lo que parece distante. Hay dos epígrafes de Borges, uno que dice “yo vivo, yo me dejo vivir para que Borges pueda tramar su literatura”.

Cuando la protagonista del cuento, que es la coprotagonista con Maradona, lo interpela en ese espacio onírico que remite Oxford, le dice “siempre tuviste una conexión directa. Con “el Barba”, como vos lo llamas. La gente te ve transfigurada cuando te movés en la cancha. Como si hiciera milagros.

Él sacude la cabeza, le sonríe, paciente. Se lo habrán comentado demasiada veces.

 – No. No. Yo no. Maradona. 

– ¿Por eso te gusta tanto hablar en tercera persona? Como si Maradona fuera otro.

– Es que es otro. Yo soy el precio de Maradona, nada más.

– ¿Vos te inmolaste para que Maradona exista?

– No es eso. Me equivoqué y pagué. Pero a veces me cuesta demasiado cargarlo encima, soportar ese peso. ¿Sabe lo que es escuchar, siempre, en cada partido, el nombre de Maradona cantando miles de veces? Uno solo frente a tantos, uno del que lo esperan todo. Que no les puede fallar. Me dejo la vida sobre la cancha para que Maradona pueda tramar su juego”. Lo mismo que dice Borges.

Hay en esa situación un yo me voy a morir como cualquiera, soy un puente, un canal, nada más. Que a veces se quiebra, queda Maradona, la belleza, la alegría que es lo que dio a millones de personas en todo el mundo y el mismo era el milagro, porque ya mismo esperamos que Maradona haga milagros después de muerto. Es más, inclusive, que un santo popular, es como si Dios obrara milagros a través de Maradona en la cancha, él es el milagro. Así los persiguen los fans, los de ayer y los de hoy, gracias a la tecnología podemos seguir viendo como jugaba Maradona.

“Son personajes que se transfiguran, que trascienden todos sus sufrimientos espantosos”.

APU: En el libro relatas “No es la impecable experiencia moral la incorporación de una nueva figura, suele compensarse con una muerte prematura, trágica y de alta dosis de sufrimiento”. ¿Estas figuras pasan por un sufrimiento de muerte para ser santos?

M.R.L.: Para mí, es central la concepción de estas figuras, y por eso les puse ese título, Cuerpos Resplandecientes, porque resucitan en la luz. Son personajes que se transfiguran, que trascienden todos sus sufrimientos espantosos. Si ves lo que les pasa a todos ellos, cómo van manejando este mundo: la Difunta Correa se escapa de un acosador y su niño pequeño muere de sed en el desierto; Almita Sibila, que es otra víctima femenina, es asesinada, violada y descuartizada; Gilda muere en un accidente tremendo junto con su hija; el Gauchito Gil, que según su mito original en el siglo XIX era pacifista, deserta para no seguir asesinando a hermanos, según Dios, y termina ejecutado ilegalmente, colgado de los tobillos y degollado como el cordero pascual. Todos tienen procesos muy duros. El cura Brochero, que es un santo canonizado por la Iglesia, siempre fue una figura popular cercana a las clases más desfavorecidas. Por su contacto con los enfermos, a quienes nadie quería acercarse, termina contagiándose. Concluye sus días anciano, desfigurado por la lepra. Son cuerpos martirizados, cuerpos sufrientes que han padecido muchos daños y que se transfiguran en algo trascendente: el canal donde se proyecta el poder y la compasión de Dios. Eso es lo que esperan sus fieles de ellos: que el poder y la compasión de Dios les llegue a través de estas figuras de intercesión.

APU: Cuánto más marginalidad más pobreza o sufrimiento hay, ¿Mayor es el culto, el rezo a estos santos populares?

M.R.L.: Son figuras de referencias cercanas, hablo de santos populares argentinos porque hablan de nuestra comunidad, hay un horizonte común de valores. El devoto piensa “ellos me van a entender, son próximos, los puedo incluso tutear, son mis superiores, pero son mis pares”. Cuanto mayor es la necesidad, el desamparo, mayor es la comunicación que muchas personas necesitan para hacer más amable la vida, para no sentirse tan perdidos y tan a la intemperie en esa vida por transitar y es un fenómeno latinoamericano.

APU: Como autora, lectora y académica ¿Qué tan importantes son la bibliotecas publicas o populares para aquellos que no pueden acceder a la lectura?

M.R.L.: Las bibliotecas populares son importantísimas, por algo Sarmiento fue su fundador, aunque ya existían en Europa. Ahora tenemos más recursos porque hay otros soportes de lectura y un acceso a muchos materiales gratuitos, incluso académico, a través de plataformas que son de acceso libre. Las bibliotecas eran un espacio esencial sin el cual no se podía conocer la literatura propia y la universal.

En la mentalidad de los fundadores de la educación en Argentina estuvo siempre el concepto central de la biblioteca popular, la biblioteca de la escuela de acceso libre. Otra idea que tuvo muchos frutos fueron esas colecciones populares de clásicos en los kioscos, colecciones enteras de determinados filósofos, novelistas, panoramas universales. Hoy en día, las bibliotecas populares permiten acceder a muchas personas a novedades que se van comprando, los libros son bastantes caros para lo que ganan las personas. Además, son circuitos de sociabilidad donde se dan cursos, conferencias son imprescindibles.