La “sub 20” feminista
Por Lucía Barrera Oro
El viernes 22 de junio, nueve días después del histórico debate de 22 horas en la Cámara de Diputados de la Nación que culminó con la aprobación del proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), se realizó una entrevista a algunas de las protagonistas más jóvenes de la cuarta ola feminista que amenaza con lavar del mapa al patriarcado. La cita tuvo lugar en el programa de radio After chabonas, que se emite los viernes de 22 a 24 horas por www.radiodesalon.com y las entrevistadas fueron Abril Joseph, de la Escuela de Educación Media n°1 Distrito Escolar 12 “Julio Cortázar”; Candelaria García, del Instituto de Enseñanza Superior en Lenguas Vivas “Juan Ramón Fernández”; Juana Stratta, consejera de género de la Escuela Normal Superior en Lenguas Vivas n°2 “Mariano Acosta”; y Francisca Dublo, ex-alumna del mismo secundario.
After chabonas: ¿Cuándo se reconocieron feministas?
Francisca Dublo: Soy egresada del [colegio] “Mariano Acosta” y mientras estuve ahí me acerqué al feminismo gracias a una profesora que me incentivó un montón. No sé si hubo un punto en el que ingresé, sino que todo me llevó a planteármelo y a serlo por una necesidad urgente de cambio en una misma y en la sociedad. Lo llevo como una bandera de justicia social y como filosofía de vida también.
Candelaria García: Arranqué a militar en el feminismo en segundo año [de secundaria] más o menos. Al ser del Lenguas Vivas tengo una noción de género bastante fuerte: en ese momento estábamos con la reforma del código de vestimenta, resaltando frases machistas que se venían dando en el ambiente escolar, y principalmente el primer Ni Una Menos me interpeló un montón y ahí digamos que empecé a militar más fuertemente el feminismo. En su momento mucha gente no lo entendía y se alejaban de mí porque no sabían cómo relacionarse conmigo. También lo que me pasó fue que me empecé a dar cuenta de muchas injusticias sociales y reaccionaba mal porque no podía entender cómo las otras personas no se daban cuenta.
Juana Stratta: En mi casa siempre hubo un espacio abierto para el feminismo. Mis padres militaron en Izquierda Popular desde que soy muy piba, y el pañuelo del aborto está desde que empezó la campaña hace 13 años; entonces, siempre lo tuve muy presente y mi mente estuvo direccionada para ese lado. Cuando entré al “Acosta”, que es un colegio de mucha actividad política, milité mis primeros años en un espacio que se llamaba Estampida y hablábamos con lenguaje inclusivo, lo explicábamos y lo marcábamos mucho, por lo cual nos trataban de “hippies”. Mi madre militó mucho el feminismo cuando yo tenía 12 o 13 años. Con sus compañeras me ayudaron y acompañaron mucho en mis primeros años de adolescencia, pero cuando realmente lo entendí como política fue en segundo año, cuando un grupo de periodistas empezó a cranear el Ni Una Menos: ahí entendí que todo lo que me estaba pasando y todas las injusticias sociales que siempre remarqué era realmente una cuestión política, ahí entendí que el feminismo es algo que llevo en el pecho y por lo cual lucho.
ACH: ¿Cómo se sienten siendo la vanguardia de los movimientos feministas? Entendiendo que el feminismo no tiene líderes, sino considerándolo como “etapa conductora de una oleada”
CG: Me sigue sorprendiendo ver pibas de primer año con el pañuelo, porque yo en ese momento no tenía idea de nada. Es muy emocionante y hasta me hace sentir la responsabilidad que tenemos en formarnos y moverlo mucho más.
JS: En los primeros años veía ese tipo de política y en esos espacios hablábamos de feminismo y de empoderamiento de las mujeres y disidencias; pero ver ahora, que estoy en quinto año y milito como independiente, cómo se ha incrementado el feminismo en la política y cómo van cambiando los métodos y las formas es fuertísimo y me enorgullece un montón. Salir al patio y ver todo verde es como “wow, hermoso”, es nuestra impronta. Creo que en secundarios se insertó mucho el feminismo por lo que fueron los escraches, pero no hay un feminismo que nos diga cómo tenemos que hacer las cosas, sino un feminismo de les oprimides que construyen desde ese lado y que saben que se pueden equivocar, y sentimos una presión por eso. Pero a la vez vamos aprendiendo de les más grandes y compartiendo y construyendo entre todes, porque también necesitamos de la ayuda de otres.
FD: Creo que, también, uno de los espacios que tenemos que apropiarnos desde el feminismo es la casa: la familia, allegados, compañeros. Por ejemplo, ir a lo de mi abuela y mostrarle un video de alguien hablando sobre feminismo, que se sorprenda y me cuente su historia de vida, yo le explique cómo vemos el mundo hoy las pibas y ella me diga “claro, yo estoy de acuerdo con eso”: bueno, eso es ser feminista. El tema es que el feminismo es algo que se niega, porque está dentro de todas y todos: no es sólo por ‘la mujer’, es un movimiento que aboga por les oprimides, como dijo Juana, por las disidencias, por los varones que se creen no privilegiados. Entonces, creo que hay que hacerse cargo y creer en une misme; porque el feminismo es súper importante, te hace amarte y querer a la comunidad de gente que está alrededor tuyo y lucha por lo mismo.
ACH: La deconstrucción es lo más importante y también entender que lleva su tiempo: hay que lograr que las generaciones más grandes reconozcan que lo que hacen y piensan es feminista. Se nota, también, la diferencia entre nosotras. Y son pocos años. E, incluso, también nos costó un montón la deconstrucción. Entonces, entendemos que lo más importante es llegar a nuestros círculos más cercanos.
CG: Hay que remarcar la importancia no sólo de la palabra “feminista” sino también de los espacios que se generan a partir de esa palabra, porque muchas veces nos cruzamos con gente que se dice feminista y en realidad no lo es tanto: o sea, profundicemos, no nos quedamos solamente en remarcar la palabra.
Abril Joseph: Hablábamos hoy con otras compañeras que es momento de acercarnos a los pibes y las pibas más chicas del colegio, principalmente a primer año: vienen de la primaria donde el bullying es lo normal y la violencia es lo cotidiano, y eso termina desembocando generalmente en violencia de género.
ACH: ¿Desde qué lugar o espacio encaran su militancia?
FD: Creo que desde lo más pequeño: pasar un texto a lenguaje inclusivo, escribir con la ‘x’ o la ‘e’, hasta lo que comenté de hablar con la familia o discutir constructivamente con gente con la que sabes que no está de acuerdo. Porque el feminismo no se puede negar más, está ahí. Entonces, creo que se trata más que nada de abrir un poco los espacios y mirar desde otro lugar. La escuela principalmente a mí me abrió mucho la cabeza y me permitió darme un proceso de construcción y deconstrucción al mismo tiempo. Estos espacios están buenísimos, participar de actividades, discutir en casa, ir a las marchas o vigilias y militar por las que ya no están y por las que seguimos acá.
AJ: Mi primer marcha fue el primer Ni Una Menos en 2015 y a partir de ahí empezar a plantear cosas, desde lo más chiquito como decía Francisca, en la mesa familiar, por ejemplo, discutir lo que pasa, llenar las calles y organizarnos, ponernos a la cabeza de las luchas, armar redes de contacto, es importantísimo y que eso se entienda y concientizar sobre eso es la militancia, el estar ahí poniendo todo.
JS: Para mí la militancia es la palabra, porque a las mujeres nos la negaron por mucho tiempo- Entonces, tomar la palabra y apropiarsela, hacerla discurso más allá de los espacios, transformarla. Milito, sí, en el colegio; pero también en mi casa- O cuando veo una situación abusiva, cuando voy a tomar una birra. Parezco monotemática pero militar es esto.
AJ: No sé si les pasa, pero todos mis trabajos prácticos son sobre aborto-
CG: Sí siempre pasa, en clase siempre nos dicen que terminamos llevando el tema siempre a géneros. Y es clave tener una compañera feminista con la que aliarte cuando alguien hace un comentario medio raro.
JS: Sí, aunque no sea tu amiga, cuando ves a otra con el pañuelo y alguien hace un comentario o hay una escena, das vuelta la cabeza y te miras, ya eso hace que te sientas un poco más cómoda.
FD: Está buenísimo caer a los espacios y que sea todo sororo, bancándonos entre nosotras y nosotres.
CG: La sororidad es casi como un mantra que hay que ejercitar y repetirselo todos los días. Onda, te levantas y decís: “Hoy voy a ser un poco más sorora”, incluso con esa vecina que te rompe los ovarios.
AJ: Creo que militar también es recibir formación e información y llevarla, compartirla con todas y todos, y dar los debates y los recursos necesarios. Por ejemplo, desde el colegio, con otras compañeras nos encargamos de acercar la información y los turnos del CESAC para obtener anticonceptivos gratuitos.
CG: En el Lenguas tenemos un grupo de Whatsapp con todas las pibas, y algo que viene pasando mucho es que recibimos mensajes de otras compañeras diciendo “Che, me olvidé de tomar las pastillas: ¿Qué hacemos?”. Es información que nosotras ya deberíamos saber. Digo, más allá de los consejos que nos podamos dar, si tuviésemos educación sexual integral no tendríamos que estar preguntándonos esto.
JS: Eso me da un poco de temor también, porque yo por ejemplo, si me preguntan doy consejo y trato de averiguar, pero la verdad es que no tengo ni idea y mismo a veces incluso soy yo la que pregunta.
FD: Todas somos la que alguna vez preguntó.
ACH: ¿Sienten que esos espacios están preparados no sólo para feministas sino también para pibas jóvenes?
AJ: Creo que nadie estaba preparado para recibir esta oleada feminista. Incluso, siendo parte de esta historia, estoy muy sorprendida y no me la esperaba.
CG: Me parece que los espacios se van adaptando, nos creo capaces de poder hacerlo. Realmente celebro discursos como el de Lospennato porque es justamente lo que necesitamos: una unidad entre todos los espacios y partidos políticos más allá de las diferencias que podamos tener.
AJ: Claro, he visto compañeras del Partido Obrero juntarse con otras del PRO días antes de la votación [en Diputados] porque nos faltaban votos y teníamos que ver qué hacer: pensemos todas juntas si vamos a lo mismo. Por más que en otras luchas no estemos de acuerdo, ¿Por qué no juntarnos y unirnos cuando es necesario hacerlo?
JS: Es un poco lo que hablábamos antes sobre qué es el feminismo: que una mujer más allá de lo partidario, entienda y tenga empatía por causas como esta. Aunque diga que no es feminista, su discurso es feminista y es lo que tenemos y militamos todo el tiempo. Llegar a esa gente de derecha y que tenga empatía y que en el cierre de un debate histórico pueda dar un discurso que nos haga llorar, es hermoso.
ACH: ¿Qué aporte creen que hace el movimiento feminista a la lucha contra el neoliberalismo y las derechas en el poder?
Todas: Todo, básicamente.
AJ: Creo que es clave entender que cualquier búsqueda de justicia e igualdad es feminista y van de la mano.