Vorágines de un rock perfumado: "Cada 3 de junio nos va encontrando más organizadas"
Por Melany Grunewald
El 3 de junio a las 4 de la tarde, mis compañeras, todas juntas, de distintas orgas, agrupaciones y partidos, comenzaron a convocarse en Congreso para marchar hasta Plaza de Mayo. Todas juntas en un mismo ambiente y con un objetivo común: hacernos ver. Hacernos notar.
Ese primer Ni una Menos en 2015 tenía ese gusto a hartazgo, a desesperación. Dos años después el sabor es diferente. Porque si bien la bronca sigue y la naturalización de todos los tipos de violencia aplicadas sobre nuestro género está presente, cada 3 de junio nos va encontrando más organizadas. Todos y todas podemos organizarnos bajo una causa, y para aquellos que vieron "muy politizado" este Ni una Menos como si se tratase de algo negativo, les advierto: el Estado es el que debería implementar las políticas necesarias en pos de protegernos como ciudadanas. Y envueltas en una sociedad machista y patriarcal, necesitamos más protección o mejor dicho un aumento en nuestros privilegios hasta que queden igualados al resto de los ciudadanos varones. Por lo tanto, mientras esas políticas no se instalen y no se implementen, el Estado es responsable. Y en un contexto de recorte presupuestario en las políticas de género, la marcha se politizó en contra del gobierno. Pero tengamos en cuenta que nació en 2015, porque el enemigo es la cultura machista que sobrepasa todos los gobiernos. El feminismo se trata de eso, de luchar por la igualdad de todos y todas.
Siento, sin embargo que no fue tan convocado como los anteriores y estipulo que se debe a esto que dije anteriormente. Una desinformación constante.
Pero si puedo decir que las que estábamos, que no éramos pocas, estábamos muchísimo más empoderadas que hace dos años. Y ese empoderamiento se trata de la información, del aprendizaje constante. El feminismo es un sinfín de replanteos y cuestionamientos que nos hacen crecer día tras día. "Uh me reí de este chiste, pero discrimina". Bueno no lo contemos más. "Uh le dije puta a una pibita que le gusta ir en minifalda al chino". Puede hacer lo que quiera, es su cuerpo y su ropa.
Me impresionaron varias cosas a nivel personal: señoras grandes, niñas, niños, hombres. Hombres respetuosos ante los cantos. Resaltan las mujeres, los hombres no ocupan el espacio de la voz. Pero justamente para que salga la nuestra.
Me emocionó una chiquita que con una cámara me hizo una entrevista de dos o tres preguntas sobre feminismo y el hombre feminista. Tenía 12 años y cuando le pregunté si era para el colegio me respondió: "No, yo lo organicé sola porque quiero aprender". Y juro que nunca creí que las Antiprincesas fuesen tan grandes.
Los cantos siguieron hasta que comenzó el acto y todas las organizadoras se subieron al escenario junto a Liliana Daunes y Norita Cortiñas que leyeron el comunicado de todo el colectivo.