¿Cómo fue el balotaje en Brasil?
Por Santiago Gómez – Desde Florianópolis.
La situación política y económica de Brasil formó parte de la campaña electoral en Argentina. Las comparaciones entre ambos países forman parte de la agenda política y cultural en las dos naciones. Candidatos opositores al Frente Para la Victoria manifestaron en diferentes oportunidades de que un triunfo de Daniel Scioli significaría llevar al país a la crisis que actualmente vive el grandote latinoamericano. Igual que en las últimas elecciones presidenciales en este país, pero por primera vez en su historia, Argentina va rumbo a una elección de segundo turno. En ambos países los dos principales candidatos opositores sostuvieron un discurso contrario a la totalidad de las políticas públicas oficialistas, hasta el momento de la campaña, Aécio Neves y Mauricio Macri. Ambos también contaron con un candidato salido del oficialismo, que no se identifica con la totalidad de las consignas de la derecha, y que reconoce algunas de las decisiones oficiales, Eduardo Campos, el candidato muerto en un accidente aeronáutico, Marina Silva, que ocupó su lugar, y Sergio Massa. Otra coincidencia es que en ambas elecciones los terceros obtuvieron el 21% de los votos, pero la diferencia fundamental es que la candidata brasilera obtuvo una diferencia de ocho puntos con el segundo en la primera vuelta.
Resultados electorales en Brasil
En el primero turno la alianza partidaria que buscaba la reelección presidencial obtuvo el 41.5% de los votos, contra 33.6% de Aécio Neves. La candidata Marina Silva, en representación del Partido Socialista Brasilero (PSB), también miembro del Foro de São Paulo al que recientemente fue incorporado el Partido Justicialista, obtuvo el 21% de los votos. En el segundo turno la ex Ministra de Medio Ambiente de Luiz Inácio Lula da Silva llamó a votar a Aécio Neves, pero eso no sirvió para que la segunda vuelta la ganara Dilma Rousseff con el 51.5% de los votos, contra el 48.5% de Aécio Neves.
Mientras la candidata del PT creció diez puntos respecto a la primera elección, el candidato opositor lo hizo quince. En primera vuelta Dilma obtuvo 43.253.800 y Aécio 34.857.715, y en la segunda vuelta, mientras Dilma consiguió 11.229.245 nuevos votos, el candidato del PSDB consiguió 16.135.818 nuevos votantes. La elección terminó 54.483.045 a 50.993.533.
En la primera vuelta la diferencia entre el primero y el segundo fue de ocho puntos, en la segunda la misma se acortó a tres, es decir, un 61.5%. En el segundo turno, los votos en blanco bajaron del 3,8% al 1,7%, los votos nulos del 5,8% al 4,64 y la abstención subió del 19,4% al 21,1%.
Comparaciones odiosas
La primera vuelta en Argentina terminó con Daniel Scioli con un 36.9% de los votos y en segundo lugar Maurizio Macri con 34.3%. Una diferencia de 2.5%. Mientras en la primera vuelta brasilera los tres primeros candidatos se hicieron con el 96.1% de los votos, al sumar los tres primeros argentinos el resultado da 92.5%. Es decir que un 7.5% de los electores argentinos no votó a ninguno de los tres. A eso hay que sumarle el voto en blanco que fue del 2.4%, un 1.5% menos que en Brasil. Entre votos en blanco y electores que votaron otras opciones suma un 9.9% de los votos.
La distancia entre Dilma y Aécio de una elección a la otra pasó de 8 a 3 puntos, es decir que se se acortó un 61.5%. Si en nuestra primera experiencia de ballotage, la distancia entre Scioli y Macri se acortara un 61.5% en la segunda vuelta, pasaría del 2.5% inicial al 0.88%, es decir, Scioli ganaría por 50.88% a 49.12%.
Mientras el FPV de las PASO a la elección creció 282 mil votos, Macri recibió 1.6 millones de votos más, tuvo un aumento del 8%. Mientras el 8% de distancia de la primera vuelta le permitió a Dilma soportar el mayor crecimiento de su adversario, en Argentina tan solo 2.5% separaron a un candidato del otro. Queda una tercera elección para que se defina y descubrir si aquí también habrá continuidad del oficialismo en el gobierno.
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