EE.UU. con más muertos que en la Guerra de Vietnam y de Corea
Por José Cornejo*.
La desastrosa política sanitaria de Donald Trump ha generado una de las mayores masacres en la historia de EE.UU. Con 60 mil fallecidos (y creciendo), la voluntad explícita del gobierno federal de no intervenir y “cuidar la economía”, la administración Trump es responsable de más muertes que el Vietcong y el Ejército norcoreano.
Un artículo en inglés de wikipedia ranquea las bajas civiles y militares estadounidenses en los distintos conflictos bélicos que ha participado. Contabiliza 79 “incidentes”, entre ellos las carnicerías del siglo XIX contra diferentes pueblos originarios, las guerras del opio y el bombardeo al puerto japonés de Shimonoseki, las intervenciones sistemáticas en Centroamérica, las dos expediciones a Rusia para derrotar la revolución socialista (y también contra las revoluciones de Grecia, China y varios etcéteras) y los bombardeos rampantes en el mundo árabe (Libia, Yemen, Siria).
Las muertes por COVID ya superan todas las guerras a excepción de las dos mundiales y la Guerra de Secesión. En el sangriento conflicto coreano perdieron la vida 54 mil estadounidenses y en los 14 años de Vietnam, 58 mil.
Pero en donde la administración de Donald Trump es imbatible es en las muertes por día.
La Guerra de Secesión está considerada la primera guerra moderna. Ejércitos formados en los textos de Napoleón, que avanzaban en prolija línea de fuego, descubrieron con horror el alambre de púas que frenaba su paso y las ametralladoras de nido que segaban vidas como yuyales. Solamente en los tres días que duró la batalla de Gettysburg murieron 51.000 soldados. Durante casi 5 años, la masacre costó 520 muertes por día. Dicho récord EE.UU. lo traspasó el 28 de marzo, y desde el 7 de abril oscilan entre 1.500 y 2.500 decesos diarios.
Hasta febrero, Trump se encaminaba a una reelección indiscutida. Por la pandemia no se pueden hacer encuestas, pero varios medios del norte se interrogan por un severo descenso de la imagen presidencial.
Trump parece moverse en sorprendente simetría que Jair Bolsonaro, y el estrambótico premier inglés Boris Johnson, que menospreció la pandemia y terminó internado de urgencia. Todo indica que la nueva derecha autoritaria se estrella contra la necesidad de un Estado que ponga la economía al servicio de la salud colectiva.