Los Pumas-All Blacks: gran debut pero sin premio
Por Matías Fabrizio
Por un momento hubo una cuota de ilusión. Parecía que se daba la histórica. Pero los mejores del mundo demostraron finalmente porqué lo son. En los primeros minutos Los Pumas arrancaron desacomodados, cometiendo más penales que lo aconsejado y con problemas para recuperar la pelota. Eso duró hasta los 20 minutos, lapso que Nueva Zelanda aprovechó para poner 9 puntos de diferencia (tres penales de Dan Carter) e incluso jugó 10’ con uno más, por la amarilla a Pablo Matera, bien sacada por el referí inglés Wayne Barnes. Después los argentinos bajaron las revoluciones y empezaron a producir. Accionaron en vez de reaccionar sobre las intenciones de los All Blacks. Por fin pudieron plantarse a atacar en campo rival: Agustín Creevy ganó el duelo de capitanes ante Richie McCaw pasándolo algunos metros, Leo Senatore levantó rápido la pelota para quedar al borde del ingoal y el último continuado lo hizo el joven Guido Petti, ya para apoyar y marcar los primeros cinco puntos del equipo. Luego Nicolás Sánchez metió la conversión y Los Pumas quedaron a sólo dos de distancia.
Después fue otro partido, ahí se lucieron Los Pumas, obviamente jugando al máximo de sus posibilidades, como es condición indispensable ante estos equipos. Casi llegando a la media hora de juego se dio algo poco habitual. El TMO (Oficial de Televisión del partido, en inglés, un cuarto árbitro ubicado en una cabina con posibilidad de acceder a repeticiones para clarificar dudas de la terna arbitral) informó a Barnes de una infracción casi imperceptible de McCaw que derivó en un error de manejo de Los Pumas. Poco habitual porque generalmente los árbitros no son tan finos y tan rigurosos con Nueva Zelanda, menos que menos contra su gran capitán. Esta vez lo fueron, y el 7 salió por amarilla los últimos diez minutos del partido. Sánchez cambió ese penal por tres puntos y Los Pumas pasaron a ganar por un punto y a jugar con uno más hasta el entretiempo.
Al final de la primera etapa Argentina tuvo una más, una que hubiera sido la jugada de la noche. Salieron jugando desde un scrum muy cerca del ingoal propio y después de varias fases terminaron atacando a 15 metros del de Nueva Zelanda. La jugada se cortó por un penal alevoso de Conrad Smith, un veterano centro neocelandés, quien también fue amonestado. ¡Los All Blacks terminaron con 13 el primer tiempo! La decisión fue lógica, sumar de a tres con ese penal, pero hubiera sido un try espectacular, de toda la cancha y ante este equipazo. Quedó tiempo para que descuente Carter con su cuarto penal para el 13-12 parcial.
La segunda mitad tuvo, de arranque, tres puntos más de Sánchez para estirar la diferencia a cuatro. Pero después de eso y de alguna jugada en los primeros 10’, Nueva Zelanda supo ordenarse, dejó de sufrir y empezó a tener la pelota. Y como es sabido, cuando la tienen ellos, en algún momento algo va a pasar. No se les puede ganar sin atacarlos, y no sólo por marcarles puntos, sino porque de esa forma se impide que los AB’s dispongan del ritmo del partido. Steve Hansen, su entrenador, movió el banco, mandó algunos jugadores frescos al campo (claves Sonny Bill Williams –se recomienda ver compilados suyos en internet- y Beauden Barret, para ganar en volumen de juego) y eso sucedió. Argentina no pudo más que correr de lado a lado y dedicarse a defender a la desesperada, siempre metido en campo propio. Las veces que la pelota fue recuperada, la cosa no pasó de un despeje para aflojar la soga del cuello aunque sea un rato. Atacar, Los Pumas no pudieron.
Los All Blacks intentaron entrar con un maul, que fue defendido de excelente forma por los argentinos, pero lamentablemente al ganar metros con ese empuje se generaron algunos espacios por afuera y el muy buen 9 Aaron Smith pudo filtrarse y apoyar. Ya Los Pumas no tenían aire para ir a buscar la remontada, aunque el resultado de 19-16 a favor de NZ no era enteramente malo, puesto que por perder por menos de siete puntos Argentina hubiera sumado un punto bonus. Sin embargo a falta de 15’ para el cierre, los oceánicos jugaron de punta a punta y encontraron espacios bien afuera, para que Sam Cane termine entrando libre al ingoal.
Los diez puntos de ventaja fueron muchos, a Los Pumas no les quedó ningún resto para ir a buscar aunque sea tres puntos para lograr ese bonus y terminó todo 26-16. Después de un primer tiempo tan bueno, y con todo lo que se autoexigen los jugadores, las declaraciones post-partido venían con algo de bronca e insatisfacción. De todas formas, el rendimiento tuvo un gran rato de alto vuelo y, cuando no fue tan destacado, solamente dos veces pudieron anotar los All Blacks. La próxima parada será el viernes 25 a las 12.45hs ante Georgia, que en su primer partido venció, contra la mayor parte de los pronósticos, a Tonga por 17-10.