Reconstruyendo la Historia: Roberto Baschetti, a 50 años de la Masacre de Trelew
Al cumplirse 50 años de la masacre donde fueron fusilados 16 militantes revolucionarios durante la dictadura de Alejandro Agustín Lanusse, el autor aporta documentación histórica inédita, testimonios, fotos, ilustraciones y una historieta que reconstruyen los hechos. El libro será presentado el próximo jueves 25 de agosto.
AGENCIA PACO URONDO: ¿Qué lo motivó a escribir este último libro?
Roberto Baschetti: Se cumplen 50 años de la masacre de Trelew que es el asesinato de 16 presos políticos, con tres sobrevivientes. Aquel 15 de agosto de 1972, les mintieron diciéndoles que los llevarían nuevamente a la cárcel de Rawson pero terminaron en la de máxima seguridad en la Base Almirante Zar, y el 22 de agosto los sacaron a cada uno de sus celdas y los fusilaron a mansalva. Esa indignación alcanzó no sólo a la militancia, sino también a todos los miembros de la sociedad bien pensantes.
Muchos habíamos entrado a militar en la resistencia peronista después de leer Operación Masacre de Rodolfo Walsh, ahora una nueva generación de jóvenes también lo haría a partir de Trelew, y ese gran libro de Paco Urondo entrevistando a los sobrevivientes llamado La Patria Fusilada. Esos sobrevivientes eran María Antonia Berger, Ricardo Haidar y Alberto Camps. Al cumplirse 50 años pensé que era un buen momento para recuperar toda esa historia y no quedarnos con la historia oficial sino ofrecer una mirada desde el campo nacional, popular y revolucionario.
APU: ¿Se puede decir que el libro aporta mayor información a los hechos ya conocidos?
R.B.: Aporta más conocimiento porque hace una exhaustiva biografía de cada uno de los asesinados y también de los tres sobrevivientes que después los mató la dictadura militar. También recuperamos una historia olvidada que es la de Emilser Pereira, fotógrafo del diario La Jornada de Chubut, que cuando se enteró fue corriendo al aeropuerto de Trelew y sacó la foto icónica de los compañeros en fila con la mirada al piso. Tomó la foto a escondidas, pues no le permitían sacarla, después la difundió y empezó a militar, dos años más tarde, en el FAS (Frente Antiimperialista por el Socialismo). Años después se exilió y falleció de un cáncer en Venezuela. En el libro el director del diario cuenta la historia de este fotógrafo.
Además de contar sobre los victimarios de los fusilamientos y los sobrevivientes también escribí sobre aquellos que actuaban entre las sombras: el juez Quiroga que era parte de la Cámara del Terror donde se juzgaba a los presos políticos y que no permitió que los abogados de los detenidos pudieran ingresar a la base y hablar con ellos. Cuenta Eduardo Luis Duhalde, abogado de presos políticos, que en el hotel le pasaban los exhortos y las peticiones por debajo de la puerta de la habitación.
Los abogados que habían ido eran Eduardo Luis Duhalde, Carlos González Gartland, Rodolfo Ortega Peña, entre otros. El juez Quiroga fue muerto años más tarde por un comando del ERP 22 de Agosto. También hablo sobre Hermes Quijada, el almirante que da la versión oficial de los hechos reconociendo el asesinato tanto por radio como por televisión, y que después sería ultimado por el “Gallego” Fernández Palmeiro. En el libro detallo ese episodio. Hay una reseña sobre Alberto Villar, que ingresó con las tanquetas en los velatorios de los fusilados en la sede del Partido Justicialista, ahí entraron, se robaron los cadáveres y se los llevaron. Luego, Villar también fue ajusticiado por un comando Montonero haciéndole volar la lancha. También hablo de Arturo Mor Roig, quien parecía un angelito democrático pero fue el ministro del interior de Lanusse y mentor del Gran Acuerdo Nacional, que proscribió una vez más a Perón para que no participe de las elecciones de 1973. En referencia a lo sucedido en Trelew dijo que las fuerzas armadas actuaron bien y que no había registros de que lo hayan hecho violentamente. La idea es mostrar quienes fueron los responsables de la Masacre.
APU: Además del material de archivo ¿el libro aporta nuevos testimonios?
RB: El libro tiene 140 fotografías, 10 solicitadas o comunicados, 50 portadas de diarios y revistas de la época, 10 recortes periodísticos, 55 carteles o afiches y 30 volantes o panfletos. Todo esto conforma un universo de lo que fue la matanza de Trelew. Es un documento indispensable para historiadores, bibliotecarios, politólogos, estudiantes de Ciencias Sociales, militantes de Derechos Humanos y lectores ávidos.
Hay un capítulo que se llama “Repudio por los asesinatos de Trelew", allí pude recuperar la palabra de Juan Domingo Perón, Haroldo Conti, Miguel Ángel Bustos, Roberto Cossa, José María Pasquini Duran, Agustín Tosco, Osvaldo Bayer, Miguel Bonasso, los presos del Chaco que le envían una carta a los familiares de los asesinados, y otros. También brindan su opinión Tomas Eloy Martínez y Arturo Frondizi. Además, hay un testimonio olvidado; el de un militante del PRT de apellido Provenzano que muere al intentar colocar una bomba en el propio comando de la Marina intentando hacer justicia. En ese capítulo voy recopilando textos de repudio, de René Salamanca de SMATA, Paco Urondo, Fray Antonio Puijane y otros.
Las ilustraciones las realizaron distintos artistas, los afiches de tapa son de una cooperativa llamada COGTAL que existía en la época de los fusilados y que habían hecho carteles por cada uno de los compañeros asesinados, en ese momento fui a pedirles esos carteles y los guardé en mi archivo.
En el libro está la historia de vida y de militancia de cada compañero caído y dos fotos, una de civil y la otra es del prontuario.
APU: ¿Cómo ve los homenajes que se están por realizar cincuenta años después?
R.B.: Son muy necesarios. La organización H.I.J.O.S va a hacer un homenaje, nosotros vamos a estar presentando el libro, y habrá homenajes centrales allá en Trelew. También habrá uno organizado por ATE Capital para el 25 de agosto. Además, le pedimos a nuestro amigo Carlos González que hiciera un número especial en su revista Argento y lo incorporamos al libro en forma de historieta. Es una manera de llegar a muchos jóvenes con ese formato gráfico.
APU: En este sentido ¿Qué piensa sobre la transmisión de la historia a las nuevas generaciones?
R.B.: Lo primero que pensamos cuando armamos nuestra editorial “Jirones de mi vida”, con Nora Patrich, fue la realización de libros con material gráfico para apuntar a las nuevas generaciones. Una manera de llegar masivamente es utilizando estos recursos. Lo hicimos con los libros: Peronistas que estudian; Evita, acción de gobierno y mito popular; entre otros. El objetivo es seguir para llegar a los jóvenes.
APU: ¿Cuáles son los próximos títulos que van a publicar?
R.B.: Primero, está el libro de Nora con sus crónicas de vida y militancia. La idea es que salga antes de fin de año. En diciembre vamos a sacar el postergado Argentinos, judíos, rebeldes y revolucionarios donde hay 1673 historias de vida. Son vivencias de compañeros no sólo de la militancia propiamente dicha sino también desde las artes, las letras, la ciencia, y que pelearon por una Argentina mejor y más igualitaria. Un dato de color, César Milstein además del premio Nobel que todos conocemos cuando estuvo en la Universidad fue militante anarquista.
Después va a venir Movimiento Villero Peronista, los condenados de la tierra dan pelea. Tomando como subtítulo la famosa frase de Frantz Fanon. En ese libro hay tres patas: los compañeros villeros, los curas villeros, y los compañeros de otra clase social más acomodada que corren la suerte del agredido y van a militar a las villas. En el libro pasamos revista a los dos congresos villeros que se realizaron en el 73 y en el 74. Recuperamos las historias de vida de esos compañeros, fotos, volantes y panfletos.
APU: ¿Qué significó la Masacre de Trelew en la historia argentina?
R.B.: Las matanzas en la Argentina no empiezan ni terminan con Trelew. Paso a detallar: año 1909 semana roja en Plaza Loria donde hubo 14 obreros muertos y 80 heridos; año 1919 semana trágica en la fábrica Vasena con 700 muertos y 4000 heridos; 1920-22 Patagonia Trágica, donde hubo entre 1000 y 1500 obreros asesinados; 1924 masacre de Napalpí en Chaco donde 500 indígenas fueron ametrallados y asesinados; 1955 bombardeos a Plaza de Mayo con 308 muertos, y en el año 1956 los fusilamientos de civiles y militares peronistas con 33 muertos. Siempre están los mismos mentores ideológicos detrás de estos crímenes: patrones, estancieros, terratenientes, oligarcas e imperialistas que arman tropas de ocupación para llevar adelante las masacres que permiten preservar sus privilegios. En ese contexto estamos tratando de recuperar la memoria sobre la Masacre de Trelew.
APU: Para finalizar ¿Quisiera agregar algo más?
R.B.: Sí, el velatorio de 3 de esos compañeros en la sede del Partido Justicialista fue un 25 de agosto de 1972, la matanza fue el 22. En ese momento yo trabajaba en Eudeba, me tomé el subte en Rivadavia y me bajé en avenida La Plata. Estábamos en plena dictadura y todos nos mirábamos en el subte, era increíble, todos bajamos en la estación. Ibamos al mismo lugar. Además, en avenida La Plata, yendo para el lado de Boedo, hay una pendiente, una ondonada, que desde donde estás te permite ver el horizonte: era un mundo de gente que iba para el mismo lugar, realmente una cosa increíble.
Entramos, cada vez había más gente, tuvimos que subir a un primer piso donde había una terraza, y después nos sacaron a todos con las manos sobre la cabeza, con la intención de subirnos a camiones y micros pero por uno que subía cinco pasábamos por el costado.
Recuerdo, me llamó la atención eso: la cantidad de gente que íbamos al mismo lugar, compungidos y silenciosos, con mucho dolor pero dándole el último adiós a esos compañeros que peleaban por un mundo mejor, por una Argentina mejor.
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La presentación del libro “TRELEW 1972 – 22 de agosto - 2022” se realizará el 25 de agosto en el auditorio David Viñas del Museo del Libro y de la Lengua, en la Biblioteca Nacional, Av. Las Heras 2555. A las 17,30 hs, con entrada libre y gratuita. Se contará con la presencia de Raquel Camps (hija de Alberto Camps, un sobreviviente de la masacre), Vicente Zito Lema (poeta y abogado) y Nora Patrich (artista visual).