Piden la indagatoria del dueño de Falabella

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Piden la indagatoria del dueño de Falabella

28 Mayo 2013

El fiscal federal Federico Delgado pidió la declaración indagatoria del titular de la conocida cadena de tiendas comerciales Falabella, Juan Luis Mingo Salazar, acusado del delito de "trata de personas" a través de la explotación de inmigrantes en talleres textiles ilegales que trabajaban para su firma.

La causa se inició el 20 de diciembre de 2012, cuando un funcionario de la Sección Penal de la Dirección Contencioso de los Recursos de la Seguridad Social de la AFIP denunció ante la Cámara Federal "el funcionamiento de dos talleres textiles clandestinos, ubicados en Quirós 3041 y San Nicolás 266, ambos de esta ciudad".

La investigación dispuesta por Delgado "confirmó el efectivo funcionamiento de ambos talleres textiles", mediante allanamientos ordenados por Bonadio que "se realizaron, en forma simultánea, el 12 de marzo de 2013".

Además de las precarias condiciones laborales, en los allanamientos fueron encontrados "bultos de ropa con etiquetas de Falabella, Sybilla y Americanino (las últimas dos son marcas propias de Falabella)".

A la vez, determinó que allí se fabricaban prendas para Falabella S.A., que llegaban a las tiendas del holding chileno a través de la firma proveedora Sifap S.A. Por tal motivo, el fiscal también pidió que sean indagados por el delito de trata los responsables de esa firma, Héctor y Gustavo Mitelman. “Logramos desentrañar qué empresas se apropian del trabajo esclavo a través de la cadena de explotación de seres humanos. Por lo tanto, sus autoridades deben responder penalmente por estos sucesos. Se trata, concretamente, de la firma Falabella S.A. y, en consecuencia, es imperativo recibir declaración indagatoria a Juan Luis Mingo Salazar, su presidente. También a Héctor Mitelman y a Gustavo Mitelman, ya que son los responsables de la firma que ofició de proveedora, Sifap S.A.”, dice el pedido de indagatoria.

Delgado describió la operatoria: “Podríamos afirmar que las marcas, en este caso Falabella, se nutren a través de terceros de talleres que explotan a personas vulnerables. La tercerización les permite no ‘contaminarse’ directamente con la objetualización de seres humanos y bajar los costos para aumentar la tasa de ganancia”.

Fuente: Página 12/Infobae