La vuelta al ideal revolucionario
“Igualdad entre todos los hombres de América, sin privilegios de sangre, sin fortunas agigantadas. Un gobierno que haga feliz al mayor número de individuos”.Mariano Moreno
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Por Victoria Dursi*| En una clara ruptura con el documental tradicional, aquel cuyos modos de representación se ocultan detrás de una pretendida y falsa objetividad, el documental de Ernesto Ardito y Virna Molina, se decide por la construcción de una estética más ligada a lo experimental, al tiempo que se sirve de un arduo trabajo de investigación en la búsqueda de fuentes que permitan dar cuenta de ese pasado velado por la historia oficial.
La primera dificultad a la que se enfrentan los realizadores es la falta de imágenes de archivo. Todo lo que hay de ese entonces son textos, cartas y los testimonios de historiadores que dedicaron su vida al estudio de aquellos años y acontecimientos. Las voces en off adquieren un lugar preponderante dentro de la narración y son acompañadas por una multiplicidad de sonidos, planos detalle e imágenes de una belleza poética que crean una atmósfera onírica.
El documental recupera la figura de Mariano Moreno, abogado, periodista y político, cuyas ideas revolucionarias, inspiradas en Robespierre y los ideales de la Revolución Francesa, le costaron la vida. Ideólogo de la Revolución de Mayo de 1810, levantó la bandera de libertad e igualdad y la defendió hasta su muerte. El acercamiento a su figura se da principalmente a través de las cartas que su mujer Guadalupe le escribió cuando él estaba de viaje. Esos escritos nos hablan no sólo de ese amor conyugal, más bien dan cuenta de la situación política que se estaba viviendo en Buenos Aires y las maniobras por parte de los sectores más conservadores para traicionar los ideales de la revolución.
Además de recuperar la figura y los ideales de Moreno, el documental se propone una suerte de revisionismo histórico que permite bucear en ese pasado y echar luz sobre aquellos acontecimientos que la historia oficial mantuvo en secreto. Hay una deuda con esa parte de la historia que quedó oculta. Es la tarea que lleva adelante el historiador Norberto Galasso, cuya presencia en la película abre la reflexión acerca de las relaciones entre historia, ideología y política. Un debate interesante para pensar también en relación a la narración cinematográfica y los modos de representación del documental.
* Integrante de Legados, colectivo interclaustro de Artes – FFyL, UBA.