El nuevo sujeto popular del siglo XXI
Por Nicolás Bondarovsky
APU: ¿De qué trata el libro?
Gonzalo Pedano: El ensayo pretende analizar y abocarse a caracterizar el sentimiento de lo que llamo el nuevo sujeto popular del siglo XXI. Es un fenómeno político que comúnmente ha sido conocido como kirchnerismo. En ese proceso lo que hago es realizar un conjunto de caracterizaciones sobre el mismo, por supuesto que todas discutibles, a la luz de las cuales se realiza, por así decir, un ajuste de cuenta con otros teóricos, proveniente de sectores de derecha, sectores liberales de izquierda que ya han avanzado en algunas definiciones de este mismo sujeto popular.
Pero, a mi modo de ver, han tenido severas equivocaciones y severos límites comprensivos a la hora de tallar sus prácticas más disyuntivas. En ese sentido, a medida que uno se adentra, analiza, pretende detallar algunas de las prácticas de este nuevo sujeto popular, voy discutiendo algunos de los conceptos utilizados por autores como Beatriz Sarlo, como Marcos Aguinis. En ese proceso vamos reinventando y reutilizando categorías surgidas de este propio proceso político que estamos viviendo en la actualidad.
Una de esas categorías destacables que encontramos es la generación del bicentenario. En este proceso, desde la crisis liberal o neoliberal del 2001, el desarrollo de nuevas políticas. En la actualidad vemos que se suman y aparece una nueva militancia juvenil que ya no apela a esquemas liberales, sino que ha encontrado en la tradición del pensamiento nacional, algunas ideas que le son sustantivas. Encuentran también en la figura de Néstor un líder militante que ha sabido sacar al país de la debacle en la que estaba por la crisis del 2001 y hoy en Cristina encuentran una referente que la convoca a esa juventud y esa generación constantemente participando.
APU: Si uno repasa lo que está diciendo, la definición del sujeto social uno lo puede emparentar con el sujeto social del peronismo clásico que eran los trabajadores ¿Cómo define al sujeto social del kirchnerismo?
GP: Creo que el sujeto social del kirchnerismo, además de ser los trabajadores, se empiezan a sumar otros actores que en algún momento pudieron haber estado en el peronismo y ahora se suman con mayor articulación y con un rol claro a cumplir dentro del peronismo nacional, como por ejemplo, el Movimiento de Derechos Humanos. Me da la impresión que el kirchnerismo ha logrado una articulación a lo largo de estos años, entre el Movimiento Peronista y el Movimiento de Derechos Humanos que ya se venía desarrollando en la Argentina pero que no había encontrado un espacio de articulación con otros sectores políticos sociales y trabajadores. Me parece que una de las virtudes de este proceso es haber encontrado un espacio para posibilitar esa articulación. No es casualidad que muchos cuadros o referentes, inclusive electorales que vemos hoy en el kirchnerismo, surgió del Movimiento de DD.HH.
APU: Ve como un sujeto social ampliado...
GP: Exactamente. Un sujeto social ampliado y como es dinámico, se va transformando, empiezan a crecer nuevas identidades que no estaban antes y es la generación del bicentenario. Es un conjunto de jóvenes que recordemos, si nos vamos al 2001, 2002, 2003, encontramos una juventud, no sé si en su mayoría pero en amplios sectores apáticas con respecto a la política, no interesaba. Entendían que la política era algo totalmente corrupto, hoy, si bien todavía puede haber quien piense de ese modo, es notoria la aparición de jóvenes que se reconcilian con la política.
APU: Cuando fue desarrollando la investigación para llevar a cabo el libro ¿Se sorprendió con algo en especial?
GP: Me gusta señalar que los intelectuales opositores, no tienen la capacidad de tallar las prácticas más sustentes del proceso en desarrollo y entiendo que se les escapa. Tienen dificultades a la hora de comprender la dinámica y la lógica propia del nuevo sujeto popular. Cuando escucho a Marcos Aguinis, diciendo con argumentos muy básico que el kirchnerismo es totalitarismo o, cuando escucho a Sarlo que dice que el kirchnerismo es una contradicción en sí mismo, es un sujeto que pretende ser popular pero que en su interior no tiene en su interior un sujeto popular.
Entiendo que se asemejan a las conceptualizaciones que ya venían haciendo sectores opositores al peronismo histórico desde hace mucho tiempo antes. También a Perón ya se le había dicho que sus procesos y sujeto en su gobierno eran totalitarios, inclusive hasta a Yrigoyen se le había dicho ese tipo de descalificativo. Lo que veo, particularmente con ese tipo de conceptos, es que utilizan categorías conceptuales que son propias de principio del siglo XX para pensar fenómenos del siglo XXI. Es inevitable que se les escapen los nuevos procesos porque los lentes con los que lo miran son anticuados y vetustos cuando no, completamente erróneos.
APU: Esto que define como un nuevo sujeto social ¿Lo ve perdurable en el tiempo, dependiente de la conducción del gobierno que encara el kirchnerismo?
GP: Laclau dice que no existe un destino histórico para los sujetos por los cuales estén cumpliendo necesariamente una tarea, sino que depende de la capacidad de esos mismos sujetos para generar los consensos y las articulaciones necesarias para continuar con el proyecto que defienden, me parece que es una afirmación válida para el caso que estamos viendo. Depende de los propios actores generar los propios acuerdos para seguir adelante con la tarea.
APU: Repasando la historia argentina, uno ve que la juventud es algo abstracto como para definirlo como sujeto social. Usted acá engloba lo que sería el tradicional sujeto social del peronismo clásico, como es el de los trabajadores, le suma una juventud desganada con la política y se volvió a meter, le suma los movimientos derechos humanos. Eso engloba un nuevo sujeto social que despertó con el kirchnerismo después del crack del 2001...
GP: A grandes rasgos, sí. Esa nueva juventud, para no dejarla en una categoría abstracta, se expresa, se estructura y empieza a participar en organizaciones que empiezan a surgir a lo largo de este proceso, como para mencionar algunas, tenemos: La Cámpora, Kolina, Movimiento Evita, entre otras.
El libro hace un recorrido y pretende historiar ése proceso de convocatoria para la participación juvenil y organización juvenil. También hace una comparación con otro importante proceso de nacionalización de la juventud que sucedió en la década del 70 con el crecimiento exponencial de la juventud peronista, salvando las distancias históricas. Me parece un antecedente importante porque nos permite desarrollar este proceso de nacionalización que está viviendo un sector de la juventud argentina. El crecimiento de estas nuevas organizaciones que no estaban en el escenario, en cierto sentido, una revalorización del Partido Justicialista que también va a llenarse de nuevos cuadros y militantes a partir de este proceso.
APU: ¿Por qué el subtítulo del libro Democracia o Corporaciones?
GP: Porque, a raíz del análisis de este nuevo sujeto histórico, le agrega componentes al sujeto clásico del peronismo que creía emerger en el marco del mismo proceso una contradicción fundamental, que a mi modo de entender es la contradicción entre democracia y corporación. Recordemos que nuestro país está en una especie de umbral histórico, nunca antes la democracia argentina pudo cumplir casi 30 años seguidos, porque siempre fue interrumpida por algún golpe militar de diversos signos ideológicos. Cuando vemos que actualmente, a partir de lo sucedido en el 2008 con la 125, lo sucedido con la ley de medios, que todavía no ha podido aplicarse en su totalidad. Cuando vemos lo sucedido con el intento de reforma de la Magistratura y reforma judicial, vemos que hay sectores históricamente corporativos que están decididos a no permitir que se continúe con este proceso. En ese marco vemos surgir la contradicción corporación democracia como uno de los problemas centrales para estos tiempos.
APU: ¿Se considera un filósofo?
GP: Me considero un peronista que hace filosofía o que intenta hacer filosofía.
APU: Hay todo un debate con el que se considera filósofo, que le cuesta llegar a las clases populares, de interpretarlas ¿Cómo lo ve?
GP: Entiendo que esto que pretendo realizar, este libro, es fruto de un movimiento popular y democrático que empieza a renacer en nuestro país y surge de tradiciones muy profundas de nuestro pueblo. Además de hacer este análisis del sujeto popular –yo soy honesto con el lector- y como decía Jaureche no le vendo mercadería de contrabando, sino que explicito que mi posición y mi lectura se realiza desde un pensamiento nacional que nos da categorías conceptuales que actualizadas, nos permiten comprender los procesos. En ese sentido, debatimos fuertemente con autores liberales y con autores provenientes del marxismo, de la izquierda, que a nuestro modo de ver, también se les escapa el sujeto popular.
Hay cierta izquierda que entiende que el kirchnerismo es un bonapartismo con faldas y este concepto también fue aplicado a Perón. Lo utilizaban para describir a un líder que decía representar a la clase trabajadora pero en realidad termina realizando una alianza entre los trabajadores y la burguesía, a favor de ésta. Para cierta izquierda la contradicción principal sigue siendo entre burguesía y clase trabajadora. Para el pensamiento nacional, en cambio, sería distinta por razones que explico en el libro. Para la actualidad, la principal contradicción sería entre democracia y corporaciones.