Definiciones y despedidas
Por Matías Fabrizio
Todo dado
River fue todo el torneo así. Jugando más o menos, o, mejor dicho, jugando bien de a ratitos, fue sumando resultados. Sin una identidad marcada, sí hay que reconocer la inteligencia en una determinada serie de partidos, entre ellos el superclásico en la Bombonera, sin ir más lejos. Cuando tuvo que meterse atrás, no se puso colorado; cuando pudo jugar más, le costó mucho pero de la mano de Lanzini y Teófilo Gutiérrez pudo mostrar algo.
Con el 2-0 logrado en La Paternal contra Argentinos, el Millonario quedó como único puntero y, por lógica, como máximo candidato al título. El partido tuvo chances de los dos lados, quizás River preponderó en el juego, pero el Bicho, apostando a la contra, tuvo algunas también. El árbitro Mauro Vigliano le dio una mano al equipo de Ramón Díaz al no cobrar un penal clarísimo de Kranevitter, y, al toque, Nereo Champagne le dio la otra, calculando muy mal en un tiro libre de Lanzini. La pelota pegó en el palo y Mercado la empujó al gol.
El segundo lo anotó Teo un rato después, y ya, desde luego, Argentinos Juniors no tuvo ningún tipo de oportunidad de revertirlo. Sí pudo ganarlo antes, pero una vez que River pegó, y pegó dos veces, el Bicho quedó entregado.
El rey de la selva
Si en este fútbol, injusto por tantas cosas, cada vez vale menos cómo se juega y más cuánto se corre, ¿cómo olvidarse del León? De la mano de Verón, el más león de todos, Estudiantes apabulló 3-0 a los suplentes de San Lorenzo y es el único escolta.
Con contundencia, en un ratito, nomás, el Pincha se puso 2-0. Joaquín Correa anotó el primero con una cachetada divina y Franco Jara, el segundo. Recomendable ver el segundo gol, ya que se ve clarito que, cuando el Ciclón intentaba salir jugando y la pelota le llegaba a Voboril, tres jugadores pinchas salieron disparados hacia adelante para presionar. El 3 descargó hacia atrás y allí la robó Carrillo, que superó al último defensor y cuando Álvarez le salió, le sirvió el gol a Jara. El ex Arsenal y Benfica también marcó el 3ro contra su otro ex club, cerrando en dos su cuenta personal.
Párrafo aparte, demás está decirlo, merece Verón. El jugador más influyente de la historia de Estudiantes, el que estuvo en las buenas y en las malas, el que es jugador, ayudante de campo y dirigente al mismo tiempo. De la mano de él, el club platense disfrutó de la segunda mejor época de su historia, y aquellos que hoy tienen entre 25 y 30 años, y sufrieron en los ‘90 con el equipo peleando por mantener la categoría, tocaron el cielo con las manos aquella noche en Belo Horizonte, cuando su equipo venció al Cruzeiro en la final de la Libertadores. Volverá de saco y corbata, o a lo mejor de chomba y bermudas, pero sin dudas va a estar ahí, donde tiene que estar.
No mordió
Se ve que Gimnasia no afiló bien los colmillos, porque no pudo sacar adelante, en ningún momento, el partido contra un Quilmes que venía en levantada, pero que en definitiva no es más que un equipo en una situación angustiante por el descenso. Un equipo difícil, pero apremiado por el descenso, contra uno en plena lucha por ser campeón…
Evidentemente el destino está empecinado en arruinar la existencia de los hinchas del Lobo, porque no les tira un centro ni a palos. Por el lado de Quilmes, los dos goles fueron en el segundo tiempo: el primero lo hizo Monetti en contra (se le escurrió al bajar un córner) y el definitivo, a los 94’, una corrida de Pérez Godoy que termino con una vaselina espectacular.
Se le complicó, no hizo pie, no pudo jugar. En este duelo de equipos que juegan mejor sin la pelota, el Cervecero hizo más fuerza por no tenerla y así desnudó las dificultades futbolísticas de un buen equipo como lo es el Tripero, pero sin las cualidades necesarias para sacar adelante las acciones contra un equipo tan cerrado. Sólo puede ganarle a Boca y, además, esperar que pierdan River y Estudiantes para aspirar a un desempate con el Millonario.
De reyes a mendigos
Qué cambiante el fútbol argentino. Por “cambiante” se puede entender “vertiginoso”, “emocionante”, “impredecible”, pero no, esa es la Premier League de Inglaterra, por ejemplo. En Argentina, “cambiante” es sinónimo de “chato” y “mal jugado”. Dos de los equipos que hace poco eran candidatos a ser campeón, terminaron la fecha 18 ajustadísimos con el tema del promedio: Godoy Cruz y Colón.
El viernes, a Godoy Cruz lo sobrepasó la situación y, aunque intentó siempre con su toque y juego asociado, Olimpo supo presionar y cerrar los espacios, que ya de por sí en el Carminatti de Bahía Blanca son menores que los del Mundialista de Mendoza. Apenas Leonardo Gil abrió la cuenta para el aurinegro, lo empató Julio Rodríguez para el Tomba, pero en una ráfaga de cinco minutos, el Trencito Valencia y, de penal, Jonathan Blanco pusieron dos goles de distancia para firmar el 3-1. Con el tiempo cumplido, para redondear una tarde mala, Leandro Grimi se fue expulsado por una imprudencia innecesaria, y se perderá el último partido.
Colón, por su parte, visitó a Vélez y cayó 2-0. Los dos goles del Fortín fueron obra de Mauro Zárate, en un partido dominado por el ganador. Al igual que Grimi en Godoy Cruz, Jacobo Mansilla vio la roja sobre el cierre del juego y no va a estar en la definición.
Rondando los mismos puestos está Rafaela, que empató en uno contra Tigre en Santa Fe. Albertengo abrió la cuenta para los rafaelinos, que hicieron figura a Javier García, y Pérez García empató para el Matador, que así ya aseguró su permanencia en la A.
La situación (con Quilmes y Tigre ya salvados) para discernir quién acompaña a Argentinos y All Boys está así: ahora mismo, la Crema y el Sabalero, con 139 puntos, deberían jugar un desempate, y el Tomba está un escalón arriba, con 140. Para la última fecha, entonces, pueden darse una fortuna de combinaciones, con y sin partido definitorio.
¿El último?
¿Dejará Riquelme de jugar? Por favor, no. Lo cierto es que con otra exhibición del 10, Boca venció 3-1 a Lanús. El Granate no pesó ni dominó la pelota, tampoco salió rápido de contra al recuperar, así que el que dispuso cómo se jugaba fue el Xeneize. O sea, JRR10.
El primer tiempo no fue muy interesante, ya que las llegadas fueron muy pocas. El segundo se puso más entretenido y en menos de 15’ las cosas ya estaban 2-1. Gigliotti para Boca, Silva para Lanús y Colazo nuevamente para el local marcaron esos tres primeros goles. El 3-1 definitivo fue de Riaño, asistido por el juvenil Andrés Cubas.
Como siempre, todo el estadio pidió (exigió, bah) la renovación del capitán. Como siempre, en la semana, hubo quienes lo elogiaron, en este caso Agustín Orión. Como siempre, los dirigentes la viven pateando afuera. Ni siquiera la renovación al 10 por cuatro años (tiempo que, mitad en broma, mitad en serio, dijo Riquelme post partido que querría jugar, en el club que sea) salva a esta dirigencia. El daño ya está hecho: son los culpables de los últimos cuatro meses de especulaciones, rumores y trascendidos periodísticos que sólo ensucian y lastiman al mejor empleado que tienen. Lo único bueno que pueden hacer es renovarle, y así evitar que el daño sea mayor.
Completaron la fecha
En el último partido de Gabriel Heinze en el Marcelo Bielsa, Newell’s lo homenajeó con un lindo partido de seis goles. Con un claro 4-2 la Lepra despachó al ya descendido All Boys. ¿Goles? Ezequiel Ponce, dos veces, Alexis Castro y Maxi Rodríguez, para el equipo local, y Rodrigo Arciero y Jonathan Calleri para los de Floresta.
Racing y Rosario Central empataron 0-0 en el Cilindro. El DT interino Fabio Radaelli no salió del 4-4-2, pero sí le buscó forma ofensiva, poniendo a los Hauche por las bandas, de un lado Gabriel, naturalmente delantero, y del otro Guillermo, un joven atacante o volante izquierdo, sin parentesco con el primero. Caranta salvó algunas y el partido se murió sin goles.
El otro 0-0 de la jornada fue el de Belgrano y Arsenal, en el Mario Alberto Kempes. El equipo de Palermo tuvo algunos suplentes en cancha y varios de los habituales titulares ni siquiera fueron al banco. Claro, los cañones están apuntados a la Copa Libertadores, y el miércoles deben revertir el 0-1 frente a Nacional de Paraguay.
Se viene la última fecha. En la semana se confirmarán los horarios, ya que varios partidos deberán jugarse a la misma hora, aquellos que involucren a los tres que pueden descender y a los que posibles campeones.