Hoy puede ser un gran día
Por Ulises Castaño
Coincidió que la ultima fecha por La Liga española enfrentaba a los dos únicos equipos con aspiraciones al título, así que fue una final con todas las letras en las cual, a un Barsa hambriento (al menos en los papeles) solo le servía ganar, y a un Atlético de Madrid sorprendente y gigantesco le alcanzaba con empatar, para conseguir sus objetivos.
Futbolisticamente hablando, el partido no hizo mas que confirmar lo que le viene sucediendo a cada uno por su lado desde hace un tiempo. Bastará entonces con decir que tras ponerse en ventaja el Barcelona con un golazo del chileno Alexis Sánchez, el empate conseguido por el uruguayo Diego Godin le otorgó el titulo de manera justa al Atlético de Madrid.
Pero lo verdaderamente destacable, mas allá del resultado, sigue siendo cierta realidad paralela que parece determinar de manera indisimulable no solo este ultimo partido, sino el presente de ambos.
Por el lado del ganador, un trabajo impecable desde la actitud, el compromiso, la entrega, la solidaridad, el sentido de la lucha en todos los espacios, el hambre de gloria tras años de sequía que siempre influye desde luego, y una especie de sabiduría de la acción y no de los libros de su técnico, que lo llevó a alcanzar lo conseguido como jugador, por ultima vez para el club, hace 18 años. Si a esto le sumamos que a los 15 minutos se quedaron sin su goleador, Diego Costa, y a los 20 sin su jugador más exquisito, el turco Arda Turan, al mapa de la épica conquista no le falta ninguna coordenada.
Por su parte, el Barsa volvió a ser una sombra de sí mismo: impreciso, lentísimo, con una falta de reacción verdaderamente llamativa en las segundas pelotas, en los rebotes, los anticipos y a la hora de disputar cada balón; un equipo sin hambre (¿tal vez saciados?), con un Messi prácticamente ausente tanto en su rol de goleador como de generador de juego, en definitiva, un equipo que una vez mas no supo salirse del libreto ante la adversidad, evidenciando una incapacidad manifiesta para quemar los papeles, para reinventar de apuro el manual de las buenas costumbres, para pararse vertical e intentar lastimar de frente, lo cual terminó por confirmar que los últimos seis partidos sin victorias frente a los del Cholo y sobre todo este presente no son solo un mal día. De entre los jugadores que sacaron la cara por el Barsa puede mencionarse al sanguíneo argentino Javier Mascherano, dejándose la vida en cada cruce, un poco del picante chileno Alexis Sánchez, aunque mas no sea por el gol, así como al atrevido brasileño Neymar, quien en solo 20 minutos intentó mas que todo el ataque catalán en los 90.
Al termino del partido, el Tata Martino arribó a la conferencia de prensa, pero solo para confirmar la crónica de una muerte anunciada, es decir, su alejamiento del club. No es raro desde ya, pero tal vez haya sido apresurado, porque del partido apenas el saludo al campeón y las disculpas con el publico. Una lástima, porque preguntas seguramente había.
Por su parte, el Cholo dejó una definición maravillosa para entender como esas dos realidades paralelas sobre un mismo objetivo pueden dejar una imagen tan diferentes de un lado y otro: “somos un equipo que se siente cerca de mucha gente en el mundo que afronta dificultades”.