Acusan a organismo de DD. HH. por investigar un caso de torturas y muerte en una cárcel
Por Camilo Carboneli
AGENCIA PACO URONDO: Hace semanas hicieron una conferencia para denunciar la causa que les están llevando adelante los abogados de los policías denunciados por la muerte de Gabriel Blanco, un joven que murió en una comisaría. Primero, ¿En qué consiste ese caso?
Pablo Pimentel: En marzo de 2007 es detenido Gabriel Blanco, un joven de 21 años. Lo detienen, dicen, porque estaba a punto de robar un quiosco. Él estaba saliendo de un problema de drogas que lo llevó muchas veces a robar, como él reconoció. Antes, la policía quiso obligarlo a que robara para ellos. Cuando lo detienen lo denigran y le pegan en la calle. A él lo ponen en una celda solo. Su mujer, con su hija, lo visitó pero no pudieron verlo. Gabriel a la noche apareció colgado en su calabozo. Ahí empieza la historia.
APU: ¿Cómo avanzó la investigación?
PP: En el velatorio unos compañeros me dijeron que estaba muy golpeado. Les recomendamos que le sacaran fotos, porque la autopsia la había hecho de oficio la propia policía. El cuerpo estaba muy golpeado, con costillas rotas, había perdido piezas dentales. La familia le pidió a la APDH que la ayudáramos. Pedimos un perito que pudiera hacer una nueva autopsia, que se hizo tres meses después. Quien participó en la nueva autopsia es un perito que fue profesor de todos los médicos forenses de la Argentina. Él demostró que Gabriel murió por los golpes y no por el ahorcamiento, que se produjo después de muerto.
APU: ¿Todo eso figura en la causa?
PP: Así es. El Juez de Garantías registró todas las pruebas. Está todo en la causa. Las pericias terminan con la reconstrucción del hecho. Se determinó que Gabriel no pudo suicidarse con ese cable, que nunca hubiera podido resistir su cuerpo. Estamos hablando de una persona de 85 kilos. Todo esto lo demostró la policía científica de la provincia de Buenos Aires. Digo esto para aclarar que no toda la policía es responsable de tantos crímenes. Con todo esto se detiene a tres policías bajo el delito de tortura seguida de muerte.
APU: ¿Y esos policías contrataron los abogados que ahora los demandan a ustedes?
PP: Nunca pensaron que los iban a detener. Nosotros a los cuatro días del asesinato de Gabriel fuimos a hablar con los otros detenidos de la comisaría, que nos dijeron cómo Gabriel gritaba por los golpes. Ahora los abogados dicen que nosotros presionamos a esos detenidos. La figura es la de extorsión. Por eso hicimos la conferencia. Lo que denunciamos es que quieren evitar que los organismos de Derechos Humanos vayan a las cárceles. Denunciamos que es una causa armada.
APU: Mientras realizaba esa conferencia y posterior marcha, tuvieron una sorpresa. ¿Es así?
PP: Sí, una contramarcha. Los familiares de los policías detenidos convocaron a una marcha el mismo día a la misma hora. Es muy grave.