¿4-3-3? ¿Qué hacemos con el 0 – 4 contra Alemania?
Por Enrique de la Calle
“Somos Argentina, tenemos que ir al frente”, dijo Lío Messi en la conferencia de prensa posterior al encuentro con Bosnia. Lejos de un perfil moderado, dejó clara su posición sobre la táctica elegida por Alejandro Sabella para arrancar el primer partido del Mundial. “No estamos acostumbrados a jugar así (por el 5-3-2 elegido); los delanteros quedamos muy solos arriba. Prefiero jugar con más gente arriba”, agregó.
Sabella prefirió poner 5 defensores en el debut, no tanto pensando en un rival de menor calidad, sino como ensayo de cara a los momentos en los que tendrá que enfrentar a rivales de otro porte. El dibujo elegido fue criticado por varios jugadores, por el propio DT y por todos los hinchas argentinos. Después de las declaraciones del 10, da la sensación que ese esquema quedará en el olvido. Todo un dilema para el técnico.
Sabella tiene que elegir entre el sistema preferido por su máxima figura, el 4-3-3, y lo que parece ser su convicción. Esto es: que Argentina queda muy desequilibrada si opta por mantener en cancha a Messi, Higuaín y Agüero (más Gago y Di María). ¿Qué hacer, entonces? Un camino intermedio puede ser sumar un cuarto volante en reemplazo de alguno de los delanteros de punta. Un 4-4-2 más clásico, que aporte fútbol y recuperación.
Muchos hinchas y periodistas piden, por su parte, respetar “la nuestra”, algo que nunca queda muy en claro qué significa (¿es el estilo del 78 o el del 86?). Argentina ya jugó con tres delanteros en otro Mundial. La última vez que lo hizo fue en Sudáfrica, contra Alemania. Fue goleada y paliza de los europeos (el partido se decidió a los 30 minutos del primer tiempo…). ¿Sirvió de algo esa experiencia? ¿Qué lectura hacemos de esa derrota?