Dos rivales accesibles
Por Ulises Castaño
Mas allá de un gol mal anulado a los africanos, y un cabezazo de Yeza -la única y a su vez tibia amenaza que mostró Irán en el ataque-, no hay mucho para decir del partido en si. Irán, renunciando deliberadamente a la pelota para quedarse a la espera de algún quite con salida rápida; y Nigeria al ataque pero con mucho caos, sobre todo con pelotazos y centros, y solo algún que otro contragolpe bien hilvanado gracias a la potencia y velocidad africanas.
Irán se mostró como un equipo por demás ingenuo ademas de técnica y creativamente muy poco dotado, y Nigeria no parece representar ya ni siquiera esa amenaza en lo físico de otras épocas dónde, claro está, el desconocimiento sobre ellos contribuía.
Por otra parte, al no sacarse ventaja entre sí, los dos jugaron para Bosnia, quien a pesar de la derrota frente a Argentina no pierde demasiado terreno en puntos ni en ventaja de goles, siendo de por sí el favorito para quedarse con el segundo puesto del grupo.
Frente a los asiáticos el próximo sábado 21 y a los africanos el miércoles 25 el equipo de Sabella tiene dos excelentes oportunidades no para probar o no arriesgar, sino para intentar lastimar sin piedad, de hacer muchos goles, de tomar ese envión y esa confianza que solo da el juego, y no el resultado, que por cierto ya parece asegurado será positivo.