"España queda en evidencia, ni siquiera permite este tipo de consultas"
Por Juan Ciucci
APU: ¿Cómo analiza la derrota de la opción independentista?
Samara Velte: Era complicado que ganara el sí. La verdad es que, desde aquí, una tenía la sensación de que había muchas razones para pensar que podía ganar: hicieron una gran campaña, los grupos independentistas tenían muchísima más presencia en las calles, y seguramente quisimos esperar una sorpresa positiva. Por eso interpretamos las encuestas a favor del sí: cuando decían que estaban a 48% - 52% con un margen de error del 3%, prefirimos pensar que ese margen de error era a favor de los independentistas.
A mí, personalmente, lo que más esperanza me dio fueron los datos de participación: parecía que se habían registrado cientos de miles de personas de clase trabajadora, que llevaban años desilusionados por la política y que por eso estaban fuera de los registros (y, por lo tanto, fuera de las encuestas). Me parecía razonable pensar que estos sectores de la población votarían a favor de la independencia, pero no ha sido así: o estos sectores no han sido lo suficientemente relevantes para cambiar el panorama general, o la mayoría de ellos no ha votado a favor de la independencia.
APU: ¿Cómo siguieron en Edimurgo los resultados finales?
SV: Pasamos la mayor parte de la noche en Ingliston, a las afueras de Edimburgo, que es donde se cuentan los resultados nacionales. Nosotros nos encontrábamos en la sala de prensa, por donde seguíamos los resultados de las diferentes regiones. Fue bastante decepcionante: empezaron a llegar resultados, y era un “no” detrás de otro. Para cuando habían contado la mitad de las regiones, ya estaba claro que no había manera de darle la vuelta. Incluso en los pocos lugares donde ganó el sí, no lo hizo con la diferencia que se esperaba (con excepción de Dundee).
APU: ¿Se puede hablar de diferencias de clase, sociales o culturales entre el voto unionista y el independentista?
SV: Según las encuestas, parece ser que el voto independentsita tiene más fuerza entre los jóvenes; la gente mayor, en cambio, ha votado mayoritariamente a favor de la unión, y Escocia es un país donde gran parte de la población es mayor (por eso son tan bienvenidos los trabajadores de otros países, porque si no, tendrían problemas para pagar las pensiones). Uno de los temas principales de la campaña ha sido el futuro de las pensiones; mucha gente mayor no veía muy claro lo que iba a pasar y por si acaso decidieron quedarse con el sistema que hay ahora.
En lo que respecta a las clases, sí que se aprecian algunas diferencias. Edimburgo es más conservadora; Glasgow, en cambio, tiene más gente pobre y siempre fue uno de los núcleos de movimientos laborales y sindicales, también de protestas en contra de las políticas de Londres en los años 1970 y 1980. En la primera ha ganado el no con el 61% de los votos; en la segunda el sí, pero con menos diferencia.
APU: ¿Cuáles son las ventajas que prometió Londres si ganaba el No, y le parecen posibles de cumplir?
SV: Las promesas vinieron bastante tarde y siguen sin ser muy claras. Al principio, cuando David Cameron y Alex Salmond acordaron convocar el referéndum, estuvieron hablando de poner una “tercera vía” sobre la mesa: una fórmula llamada “devo-max” que devolvería bastantes competencias al Parlamento de Esocia. Si la hubieran propuesto, seguramente habría ganado fácilmente. Pero a Cameron no le gustaba demasiado la idea, y acordó dar a elección dos posibildades: independencia o unión, convencido de que, con esas dos opciones, la gente se decantaría por la unión. Cuando se dio cuenta de que mediante esa fórmula muchos podrían incluso pasarse al independentismo, el Partido Laborista empezó a prometer más competencias para convencer a los que son más bien partidarios de aquella “tercera vía”. Cameron aceptó fijar unos tiempos para devolver más poderes a Edinburgo, y ahora ha dicho que cumplirá con lo prometido.
Ahora bien, las promesas son borrosas y vienen poco a poco. De momento, está en manos de Londres decidir cuánto le cede a Escocia; y en manos de lxs escoceses, hacerle presión para que cumpla.
APU: Rajoy realizó declaraciones luego del triunfo del No, ¿cómo le parece que impactará en el Reino de España este resultado?
SV: Supongo que Mariano Rajoy es uno de los que más se ha alegrado con el resultado del referéndum, porque si hubiera salido el sí, la situación hubiera sido bastante incómoda para él. Claro que incluso habiendo ganado el no, el Gobierno de España queda en evidencia, al ni siquiera permitir que se celebren este tipo de consultas. Me extrañaría mucho que Rajoy lo tomara como una lección de democracia, un ejemplo de cómo se pueden hacer las cosas: se atrincherará en su Constitución y no se moverá de ahí. Ayer mismo, el Parlamento de Cataluña aprobó la Ley de Consultas para celebrar una consulta sobre la independencia. Aún estamos esperando la respuesta de Madrid, pero se da por seguro que tratará de bloquearla, lo cual, a su vez, generará una reacción más decidida por parte de la sociedad catalana. Madrid no es precisamente un gobierno que aprenda de sus errores.