“Quien hace afirmaciones de ese tipo imagina el nordeste de la década del noventa”
Por Luiz Inácio Lula da Silva
Es lamentable el preconcepto que vienen a tono después de un proceso democrático tan importante como las elecciones del último domingo. Es un absurdo que el nordeste o los nordestinos sean caracterizados como ignorantes o desinformados por sus votos. Primero, porque eso es fruto del preconcepto lastimoso, segundo porque muestra un desconocimiento profundo de la actual situación del nordeste brasilero. Quien hace afirmaciones de ese tipo imagina el nordeste de la década del noventa o de antes, donde reinaban el hambre, el desempleo y la falta de oportunidades. Por eso muchos, como yo, tuvieron que abandonar su tierra natal y migrar a otras regiones en busca de mejores condiciones de vida.
Hoy, el nordestino anda con la cabeza erguida, porque no es más tratado por el gobierno como ciudadano de segunda categoría. De las 18 universidades creadas en los doce años de gobierno, 7 son en el nordeste. La región cuenta hoy con 62 extensiones universitarias. Más de 16 mil estudiantes de esas universidades fueron a estudiar al exterior con el programa Ciencia sin Fronteras. De los 20 millones de empleos creados en el país, casi el 20% fueron en el nordeste. 141 escuelas técnicas fueron implantadas en la región, representando el 33% del total del país. La mortalidad infantil, que era uno de los principales problemas de la región, cayó a menos de la mitad. Los nordestinos, hoy, no son más personajes de tristes reportajes sobre las migraciones para los grandes centros urbanos. Ellos pueden vivir en sus tierras de origen con dignidad y oportunidades.
Somos todos brasileros y tenemos que unirnos para continuar construyendo un país más solidario, más justo, con más oportunidades para todos, independientemente del color, creencia, religión o región del país en que cada uno haya nacido. Las personas deberían ser agradecidas por la diversidad de nuestro gran país. Esa es nuestra riqueza.