Latinoamérica y Rusia, cada vez más cerca
Por Natasha Vázquez
En realidad, a golpe de diplomacia y economía, el recién finalizado 2014 acortó las distancias geográficas e históricas, convirtiéndolos en aliados estratégicos para conseguir y mantener la multipolaridad del mundo. Una relación que se ha solidificado poco a poco en los últimos lustros, desde que asumió la presidencia Vladimir Putin y que hoy más que nunca tiene motivos para crecer.
No es casual entonces que el canciller ruso Serguéi Lavrov se refiera a Latinoamérica como una región con excelentes condiciones para ser un pilar del nuevo orden mundial y a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) como la expresión palpable de la multipolaridad.
Cuba sigue siendo el punto número uno de la agenda latinoamericana de Moscú. Las décadas de relaciones entre ambos países y el indiscutible liderazgo de la isla en la integración regional, hacen que se convierta en la mejor puerta de entrada para el subcontinente americano.
Tras un tiempo de distanciamiento, los lazos bilaterales se han vuelto a anudar y siguen creciendo en cantidad y calidad, incluso ante la próxima normalización de relaciones entre la isla y Estados Unidos. Mientras Rusia vuelve a escalar en la tabla de posiciones cubana como socio comercial y no parece dispuesta a ceder otra vez su lugar, para los cubanos, no hay aliado más confiable. Algo que reafirmó la visita del presidente Putin a La Habana, durante la que se condonó gran parte de la deuda histórica de Cuba con Rusia y se concretaron acuerdos de cooperación en todos los ámbitos.
Pero en otros países latinoamericanos, los proyectos y convenios con Rusia abarcan prácticamente todos los aspectos económicos, financieros o científicos. Áreas como energía, defensa, agroindustria, infraestructura, transporte o comunicaciones, entre muchos otros, se desarrollan con participación rusa.
2015 se estrena con un encuentro en Moscú entre los presidentes Vladimir Putin y el venezolano Nicolás Maduro, para tratar al más alto nivel la situación de los precios del petróleo. Pero más allá del tema del crudo, los mandatarios coincidieron en intensificar los proyectos conjuntos en varias áreas, entre ellas, la energía. Mientras Putin calificaba a Venezuela de “socio muy cercano”, Maduro le correspondía afirmando que “Venezuela siempre estará con Rusia”.
Brasil, compañero de logros en el grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), ha establecido alianzas de primer nivel y de largo plazo con Rusia, que se traducen en proyectos mutuamente ventajosos.
Una economía en franco ascenso como la boliviana, ve en Rusia un socio ideal para acompañarla en ese camino. El sector prioritario del país andino, el de los hidrocarburos, ya está negociando con sus homólogos rusos. Recientemente, el Gobierno de Bolivia y ejecutivos de la petrolera estatal rusa Gazprom dialogaron en La Paz sobre nuevas oportunidades de inversión en el área energética, que deberán avanzar en este 2015.
Argentina es otro país que está en la lista de favoritos de Moscú. Una delegación de grandes compañías rusas viajó recientemente a Buenos Aires, a presentar sus negocios a los empresarios locales y entrevistarse con los titulares de Economía e Industria del país, para analizar tanto proyectos empresariales bilaterales ya puestos en marcha como posibles nuevas oportunidades de cooperación. En particular salió a relucir el gran interés de Argentina en incrementar las exportaciones agrícolas a Rusia, ahora que el país eslavo tuvo que restringir la importación de EEUU, la UE y otros países que le impusieron sanciones por la crisis en Ucrania.
Pero los vínculos no se limitan a los bilaterales, sino que abarcan las organizaciones regionales. La Unión Económica Euroasiática (UEE) y Mercosur han acordado un memorándum de entendimiento que incrementará la colaboración económica.
Según el ministro del Comercio de la UEE, Andréi Slepniov, con esto se eliminarán las barreras en el comercio bilateral, entre otras muchas ventajas para ambas partes. “Nuestra labor actual tiene un carácter histórico y marca el inicio de una plena cooperación entre dos bloques integracionistas”, afirmó.
El distanciamiento con occidente es otro de los factores que favorece esta aproximación de Rusia y Latinoamérica. “A raíz de ello, para Rusia es sumamente importante ampliar sus contactos hacia aquellos países que estén sometidos en menor grado a la presión estadounidense”, afirmó el presidente del Consejo ruso para la Política Exterior y de Defensa, Fiódor Lukiánov.
Pero, aunque no le haga mucha gracia a Estados Unidos y Europa (o quizás precisamente por eso) lo cierto es que este acercamiento no tiene marcha atrás. Latinoamericanos y rusos han comprendido que, más allá de distancias físicas, juntos pueden hacer un futuro mejor, para ellos y para el resto del mundo.
Fuente: Sputnik