“El contenido político de la obra no está nunca en la historia narrada, es previo y no puede evitarse”

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“El contenido político de la obra no está nunca en la historia narrada, es previo y no puede evitarse”

31 Enero 2015

Por Juan Ciucci

APU: ¿Cómo surge la idea de la obra?

Carla Maliandi: Anahí Pankonin y Eduardo Iacono, actores con los que ya había trabajado y amigos míos, me pidieron que escribiera una obra en la que pudieran trabajar juntos. Lo primero que imaginé fue un espacio posible a representar y caprichosamente elegí una cancha de tenis. Después, ese capricho fue cobrando un sentido: en ese lugar sus cuerpos podían desplazarse y construir una situación dramática intensa. No me interesaba en particular el mundo del tenis, sino la disposición obligada en la que el juego los instala y enfrenta. Paralelamente estaba leyendo el libro de Bioy Casares, Borges, y me atraía situar a los personajes en el tipo de ambiente artístico que allí se describe. En las primeras líneas que escribí apareció enseguida el vínculo entre los dos personajes, el contexto histórico y las tensiones políticas y sociales. Luego se sumó Pablo a la escritura y en esa creación conjunta aparecieron los conflictos de la trama.

APU: ¿Cómo piensan la puesta en escena en esta actualidad de recuperación de ciertos valores y emblemas del peronismo?

Pablo García: Desde 1945, en todas las etapas políticas hubo disputa por los símbolos del peronismo: frases, imágenes, propiedad del nombre y del escudo partidario. En el peronismo la forma básica del conflicto interno ya trae los ecos del teatro clásico: siempre se discute la identidad peronista del otro, es decir, se trata de "ser o no ser". La afirmación de la identidad es imprescindible y permanente dentro del peronismo, del mismo modo que, fuera de él, mucha gente siente la necesidad de declararse no peronista o antiperonista. Este mundo de símbolos identitarios en disputa es un material único para trabajar los conflictos sociales e interpersonales en escena. 

APU: Una lectura errónea de signos es lo que desencadena el conflicto. ¿Entienden esto como algo común al arte y la política?

Carla Maliandi: La lectura errónea que el personaje hace de los signos acelera los acontecimientos, transforma las posibilidades del lenguaje y lo hunde en una supuesta catástrofe. Esa interpretación apurada y prejuiciosa nos pone en presencia de aquello que está detrás de las palabras, tal vez su temor al rechazo de una clase social, a la soledad, a la muerte, etc. En este sentido, el discurso que lee el personaje (y que es uno de los elementos principales del argumento) actúa más allá de su supuesta funcionalidad, produce disenso, altera los ritmos, construye nuevas relaciones entre la apariencia y la realidad. Tal vez esas sean condiciones tanto del arte como de la política.

APU: Gran parte de la obra versa sobre el mundo del arte, la crítica y los desafíos del artista. ¿Qué les interesaba retratar de esos espacios y debates?

Carla Maliandi: Irene e Ignacio son dos personajes que se relacionan con el arte de forma opuesta. Sin proponérnoslo demasiado creo que nos interesaba encontrar en esa oposición dos miradas que pudieran causar identificación en algunos momentos y rechazo en otros. Ignacio, aparentemente bruto e insensible, tiene una pasión infantil por el arte y disfruta con alegría de lo que puede llegar a entender. Irene, que es culta y sensible, en cambio, vive atormentada por la hipocresía con que cree que se maneja la gente de ese ambiente. En su desprecio por lo que considera mediocre sufre una amargura que la lleva a destruir lo que más ama.

APU: ¿Cómo piensan la relación de los personajes, que en principio podrían parecer opuestos pero que van constituyéndose a lo largo de la obra como complementarios?

Pablo García: Manejamos la idea de "tema" al revés de lo que uno suele hacer: hemos tratado de construir una narrativa que resultara atraída por el tema peronista, y no al revés. Si situamos la acción en los primeros años 50, si el conflicto entre los personajes lleva un pequeño componente de orden ideológico y hasta laboral, tal vez nacerá una predisposición fuerte a leer la obra en clave política. Nuestro trabajo, entonces, consiste en despojar el texto de referencias directas, intentar que esa referencia política corra por cuenta del espectador. Y mejor si se escamotean un poco las claves de esa lectura; si, por ejemplo, intentamos que las sobredeterminaciones de clase no afecten a los personajes en sus dichos y simpatías. Damos toda esta vuelta porque el contenido político de la obra, en nuestra opinión, no está nunca en la historia narrada; es más fuerte, es previo y no puede evitarse. Una consecuencia concreta de este plan es que los personajes pueden coincidir donde menos lo esperan, o escucharse defender ideas paradojales en su situación personal.

La Tercera Posición

Autores: Carla Maliandi y Pablo García / Actúan: Anahí Pankonin y Eduardo Iacono / Iluminación: Facundo David / Vestuario: Fresco vestuario / Diseño del espacio: Fernanda Heras / Asistencia de dirección: Pablo Spigardi / Dramaturgia y dirección: Carla Maliandi / Voz en off: Rafael Spregelburd / Piano: Patricia Pankonin / Audiovisual: Pablo García / Duración: 60 minutos / Días y Horarios: Jueves 21:00 hs / El Camarín de las musas - Mario Bravo 960 - 4862-0655 - contacto@elcamarindelasmusas.com