"Hay que adoptar requisitos más fuertes para presentar una candidatura"

Por Enrique de la Calle

APU: ¿Cómo analiza este año político tan particular de la Argentina, con elecciones que ahora se discuten, con un proceso político como el kirchnerismo que llega a su final, entre otros elementos?

Marcelo Leiras: Es un año muy importante, se renuevan cargos muy trascendentales en varios niveles. Eso ocurre en un contexto donde los partidos políticos son muy débiles. Hay buenas noticias y otras no tanto. En muchas provincias y a nivel nacional se adoptaron las PASO. Es una novedad positiva, que permite ordenar el sistema de partidos, lo que me parece relevante. Después, hay provincias que han ido para atrás como Tucumán o Santa Cruz, que volvió con la ley de lemas. Ese tipo de esquemas tienen dos problemas: confunden al electorado y proponen mucha competencia a nivel local, lo que a veces se traduce en hechos violentos, como pasó en Tucumán. Es una tarea de la democracia tener competencia electoral abierta y elecciones bien administradas en todas las provincias.

APU: En ese contexto, ¿cómo ve la discusión en torno al voto electrónico?

ML: Los problemas de administración electoral que tiene la Argentina no tienen que ver con el instrumento de votación, sino con el hecho de que se permiten muchos partidos. Mientras no ordenemos la oferta electoral vamos a tener problemas de esta naturaleza. El instrumento de votación es importante, no tanto por la seguridad que puede dar, sino por el modo en que se presenta la información al electorado. Eso influye mucho sobre el resultado, por ejemplo si se facilita o no el corte de boleta.

APU: ¿Y en relación específica al voto electrónico?

ML: Hay un criterio que maneja mucha gente y que adoptó la Corte Suprema alemana que me parece relevante. Es el siguiente: cuando se adopta un instrumento de votación que no todos por igual conocen tienen una ventaja los que tienen conocimiento sobre el sistema. En este caso, los que saben programar. Si todos supiéramos programar, me parecería un sistema estupendo. Como no todos sabemos, genera una desigualdad que no me parece deseable.

APU: Su propuesta tiene que ver con profundizar la reforma de 2009, que permitió las PASO.  

ML: Hay que adoptar requisitos más fuertes para presentar una candidatura. Esto es delicado, porque la tradición constitucional argentina es muy permisiva. En la Argentina, se puede constituir un partido en un distrito chico, como puede ser Tierra del Fuego. Y ese partido puede competir por cargos nacionales, para diputado nacional. Eso debería ser discutido. Tenemos que preguntarnos si queremos tener un sistema tan permisivo. El costo que pagamos es que nos cuesta mucha armar alianzas entre los partidos y dentro de los partidos. Y después hay que gobernar y para eso se necesitan las alianzas. Lo que sí creo es que se trata de un debate que hay que dar con tiempo, me parece poco serio lo que hace la oposición que quiere hacer cambios en dos meses.

APU: En relación a las PASO, este año se dio la novedad de que el Frente para la Victoria las utilizó para definir candidaturas para la provincia de Buenos Aires y también para los municipios bonaerenses. ¿Cuál es su balance sobre esa experiencia?

ML: Las PASO son buenas porque incentivan correr por adentro, no por afuera. Hay que darle motivos a la gente para que se quede adentro de los partidos. Creo que en el caso del FPV, funcionó muy bien. Compitieron dos dirigentes de peso y el electorado eligió. Por supuesto, la competencia genera tensión.

APU: Por último, ¿cuál es su visión de lo que pueda pasar en octubre?

ML: Creo que va a haber una mayor polarización, a partir del voto útil. Igualmente, el voto útil va a funcionar a diferente ritmo. Los votantes de UNA que prefieran a Mauricio Macri en una segunda vuelta, tal vez se vayan ahora con Macri, teniendo en cuenta que puede ser que no llegue al balotaje. Los que prefieran a Daniel Scioli, tal vez se queden ahora con UNA, total el FPV ya tiene garantizado su lugar en la ronda definitiva. De cualquier modo, creo que Scioli va a ganar la elección en la segunda vuelta.