AR-SAT 2: más que un satélite
Por Mauro González (presidente de CECREDA)
Hoy, 30 de septiembre, será lanzado desde la Guayana Francesa el AR-SAT 2, el segundo satélite geoestacional argentino diseñado por la Empresa Argentina de Soluciones Satelitales Sociedad Anónima e INVAP y que el cincuenta por ciento de las piezas que conforman el satélite están realizadas en Argentina. Esta nueva producción nacional cuenta con tres antenas - su antecesor posee una-, a través de las cuales se brindarán servicios de televisión directa (DTH), acceso a Internet para las antenas VSAT y transmisión de datos y telefonía IP para toda América (ya que estará ubicado en la latitud 81° oeste y cubrirá Sudamérica y parte de América del Norte).
El 16 de octubre del 2014 despegó el AR-SAT 1 y desde CECREDA reafirmamos los mismos convencimientos que tuvimos antaño. Consideramos que estos hechos reflejan las políticas de Estado que se han llevado a cabo en la última década. Entre ellas nos encontramos con el Plan Raíces - Red de Argentinos Investigadores y Científicos en el Exterior, que propone la repatriación de los mismos-. A él, se le suma el interés por ahondar en la soberanía en todos sus aspectos, desde lo económico (siendo Argentina la representante mundial de la lucha contra los Fondos Buitre) tanto como del área de las telecomunicaciones, bogando por conectar al país a un mundo globalizado pero respetando la cultura y las particularidades argentinas. Al mismo tiempo, es medible y cuantificable el aumento de presupuesto en áreas de ciencia y tecnología, el incentivo que se ha dado a estudiantes de secundarios para que se desarrollen profesionalmente en ingenierías, el programa BECAR, el apoyo a pequeños y grandes emprendimientos innovadores que han logrado posicionarnos a la vanguardia mundial.
Así es como, consideramos este hecho como un logro producido por un círculo virtuoso que ha sido propiciado por el Estado Nacional, quien ha tomado como una de sus prioridades el avance tecnológico y científico, ya que considera que sin éste no se podrá dar el paso del desarrollo e industrialización. Hoy, más que nunca, se avanza hacia la plena soberanía tecnológica e intelectual para garantizar una ciudadanía en libertad, mediante la educación, la investigación, el desarrollo y la producción nacional.