Bowie en el cine: un alien entre nosotros
Por Juan Ciucci
Siempre hubo algo inquietante en Bowie. Puede ser que sea aquella pupila dilatada, que en sus claros ojos no dejaba de perturbarnos. O quizás fuera todo su ser, tan escuálido y arrebatado, al borde del colapso. Su imagen nos descolocaba, y aún nos descoloca, en este mundo en el que los parámetros estéticos se han ampliado. Sin dudas, él fue siempre un innovador.
En el cine, interpretó dos papeles que explotaron al máximo esa extrañeza, ese ser descentrado, inubicable. Y que le dieron a esas películas un plus imposible de hallar en cualquier otro que pudiera interpretarlos. Era su “aquí y ahora” el que nos desorientaba, el aura que lo rodeaba.
"El hombre que cayó a la Tierra" (1976) de Nicolas Roeg, basada en la novela de ciencia ficción de Walter Tevis, fue su debut cinematográfico y sin dudas el más pertinente para pensar en Bowie. En estos días en los que en todo el mundo se llora su partida no pocos han sido los que utilizaron este título para despedirlo.
Allí interpreta a un ser de otro planeta que viaja a la Tierra en busca de agua. Monta un emporio en base a los descubrimientos de su civilización para organizar viajes galácticos que puedan llevar a su hogar el líquido de la vida. En ese intento, goza y sufre los bemoles de vivir como un humano. Y en trance de derrota, la decadencia acompaña su existencia, corrompido por pertenecer (casi) a este mundo.
La particularidad de la historia es la fragilidad de este visitante, con quien inmediatamente establecemos una empatía muy lejana a la clásica figura del “invasor”. Es más bien un inmigrante que sufre las peripecias del perseguido. Una de las ideas más inquietantes del libro, y la película, es su final como estrella de la música, en un intento de que sus canciones viajen por la radio (y con ella por el espacio sideral) hasta su hogar lejano, para contarle a sus seres amados qué ocurrió con él. Tal vez sus canciones tengan mucho de eso, ahora. (Para ver la película, ingresar aquí: http://www.cultmoviez.info/10067/the-man-who-fell-to-earth.html)
"El ansia" (1983) de Tony Scott, le brindó otra oportunidad de personificar a un ser inclasificable, despiadado y frágil. Como asistente y amante de Catherine Deneuve, David Bowie busca víctimas para la sed de sangre de su vampiresa. Una clásica historia de género, con algunas vueltas de tuerca y un clima de opresión y sexo que atrapan. La tríada que conforman con Susan Sarandon es sin dudas memorable. Y como casi todo en la carrera de Bowie, marcó tendencias estéticas en aquellos lejanos, dorados y angustiantes ´80. (Para ver la película, ingresar aquí: http://www.cultmoviez.info/2052/the-hunger.html)