Francisco le envió un rosario a Sala: la reacciones de Michetti, Lanata y el diario La Nación
Por Nicolás Adet Larcher
Como lo había publicado el periódico británico The Guardian la semana pasada, la tensión entre el gobierno nacional y el sumo pontífice, se hace cada día más evidente. El diario Página/12, difundió la noticia de que antes de partir a su viaje a México, el Papa Francisco le envió un rosario a Milagro Sala a través de uno de sus colaboradores más cercanos. El encargado de hacer llegar el presente fue Enrique Palmeyro, hombre de confianza vinculado a la red global de escuelas que se inició en el Arzobispado de Buenos Aires.
Palmeyro llegó a Buenos Aires, e inmediatamente se dirigió al acampe de la Tupac Amaru en Plaza de Mayo. No solo se encargó de hacer llegar el presente del Papa, sino que además transmitió el mensaje de que él mismo “está muy preocupado” por la detención irregular de Milagro Sala que tuvo lugar hace un mes. Palmeyro afirmó que "el Papa valora el trabajo de los dirigentes sociales, de quienes luchan por cambiar la situación de los muchos que no tienen casa donde vivir o alimentación adecuada".
El blindaje mediático sobre Mauricio Macri, no pudo contener la noticia y los medios difundieron el gesto de Francisco hacia la militante social cuya detención ya fue repudiada por organismos internacionales y denunciada ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la ONU. Los mismos periodistas que solicitaban un pronunciamiento de Francisco contra el gobierno de Cristina, decidieron opinar que tal acción está ahora "fuera de lugar". Para el periodista Jorge Lanata, Francisco “se mete en demasiadas cosas internas en la Argentina” y comentó que se sabe que lo que Sala hace “es ilegal”. La Nación, por su parte, habló sobre "gesto polémico".
Desde el macrismo, la encargada de salir al cruce fue la vicepresidenta Gabriela Michetti quién afirmó: “Calculo que considera a Sala como una dirigente social que se ha dedicado a trabajar por los humildes, pero cuando una sabe que está rodeada de sospechas de cuestiones más complicadas también tiene que pensar que es una cuestión más controvertida”. Para resumir su postura, afirmó que Sala “no es Margarita Barrientos”.
El discurso unificado del gobierno nacional se diluye cuando las referencias apuntan a Sala. Desde el PRO, todavía no existe una respuesta uniforme ante la consulta de periodistas o ante gestos de solidaridad hacia la militante social. Funcionarios como Rogelio Frigerio, plantean que no pueden opinar porque es una decisión de la justicia, mientras que el propio Mauricio Macri había llegado a destacar a la justicia de Jujuy porque “hace mucho tiempo que se hablaba de los abusos de poder de Milagro Sala y violaciones a la ley.”
Sala fue detenida en un principio por haber impulsado un acampe en Jujuy. Para el gobierno provincial y una Justicia compuesta por ex legisladores radicales aliados a Gerardo Morales, dicha protesta era potencialmente peligrosa, obstaculizaba la circulación de vehículos y constituía la carátula de “instigación a cometer delitos” y “tumultos”. Estos hechos no pudieron ser probados y Sala fue excarcelada aunque sin lograr salir de su celda. Inmediatamente, se le imputaron otros delitos, los cuales fueron establecidos en base a tres testimonios que carecen de pruebas concretas. Hace un mes que Sala sigue presa sin siquiera estar procesada en ninguna causa.