Israel: torturas sistemáticas en cárceles contra palestinos
Alunas de las torturas que recibieron los presos palestinos por parte del Servicio de Seguridad israelí fueron la privación del sueño, interrogatorios interminables, comida cruda o celdas de aislamiento. Esto es tan sólo lo que se conoce a partir del trabajo de Ongs de DD.HH, como el Centro Hamoked para la Defensa del Individuo.
El informe que han publicado se titula "Con el apoyo del Sistema: Abuso y Tortura en el Centro de Detención de Shikma". Las conclusiones del estudio, realizado a partir de los testimonios de 116 palestinos interrogados en las dependencias de este centro penitenciario y recogidos durante 7 meses, apuntan a un trato "abusivo, inhumano, degradante, a veces llegando hasta la tortura" por parte del Servicio de Seguridad General (Shabak).
"Hablamos de celdas sin ventanas, con luz eléctrica las 24 horas del día, sin ventilación o higiene, lo que provoca dolores de cabeza, fiebre o enfermedades en la piel", indica la otra organización que realizó el informe, B’Tselem.
Testimonios:
Husni Najar, de 24 años y residente en Hebrón: “Me interrogaron ininterrumpidamente durante tres o cuatro días sin ingresar en una celda. Permanecí todo el tiempo maniatado a la espalda, excepto para ir al servicio. No podía dormir y, cuando caía rendido, me gritaban al oído. Luego me dejaron dormir dos horas al día para interrogarme el resto del tiempo, así hasta sumar 10 días. Recuerdo que estaba casi inconsciente”.
Amir a-Shamas, trabajador de Hebrón: "Me pusieron en una celda con 4 personas, luego trajeron a 2 más, la mayoría estaban enfermos, tenían infecciones y sufrían dolores. Todo era asqueroso, apestaba (…)"
L. H., de 20 años, empleado en un puesto de flores de Hebrón, relata así su experiencia en el centro del Sin Beth en Ashkelon: “Estaba sentado en una silla baja, sin apenas respaldo, con tres patas de la misma longitud y una cuarta más corta. Al apoyarme sobre el lado de esa pata para descansar se me clavaban las esposas en las muñecas, sujetas a mi espalda (…) El dolor se hacía insoportable”.
"Al menos 38 de los detenidos estuvieron atados (de pies y manos) a sillas no convencionales -de hasta cinco patas irregulares-, diseñadas para generar todo tipo de dolor en la espalda, piernas o cuello. Catorce de ellos aseguran haber sufrido además violencia directa (…), 12 fueron privados de sueño durante 24 horas y algunos incluso durante varios días con sus noches”.
Especialistas indican que se trata de una rutina, algo sistemático en el sistema penitenciario israelí. A los detenidos palestinos de los territorios ocupados “se les aplica la ley militar -por lo que pueden estar hasta dos meses sin poder ver a un abogado- lo que es ilegal según el derecho internacional".