Francisco: dos horas con los movimientos sociales; 20 minutos con Macri
Por Rodrigo Lugones
La visita de Mauricio Macri al Vaticano explicitó la posición del Papa Francisco frente a gobiernos de las características de Cambiemos (a tal punto, que ni el propio Grupo Clarín pudo negarlo). La interpretación de las imágenes nos entrega muchas lecturas, la gestualidad y las temporalidades, también.
El sumo pontífice no disimuló su descontento y dejó en claro dónde están sus prioridades a la hora de marcar agenda. Basta comprender cómo organizó dos encuentros con sectores sociales antagónicos, y cuánto tiempo le destinó a cada uno. Por un lado se reunió con Macri, y por el otro, con Eduardo Murúa, uno de los responsables del Movimiento de Empresas Recuperadas y de la Cooperativa IMPA.
Macri, por su parte, sólo consiguió que el Papa lo recibiera escasos 20 minutos, con una cara muy larga que quedó inmortalizada en las fotos protocolares del encuentro. Por su parte, Murúa, charló durante casi dos horas con un Francisco sonriente, a quien le entregó un documento que busca ser el marco desde el cual se ponga en doctrina y acción la encíclica papal: Laudato Sí'.
AGENCIA PACO URONDO pudo charlar con Murúa, que todavía se encuentra en Roma, quién acercó ciertas precisiones sobre el encuentro: "Lo que le planteamos al Papa, en el documento, es un cambio en el sistema financiero mundial, la necesidad de una divisa regional y un tipo de cambio por producto que permita la cuotificación de la producción y, por otro lado, las nuevas instituciones para la distribución."
Durante las casi dos horas que duró el encuentro, charlaron sobre la situación actual que vive la Argentina y el mundo, dos temas que preocupan mucho al Papa. Francisco, por su parte, les encomendó la labor de idear un observatorio para discutir sobre la necesidad de un "nuevo sistema financiero internacional". Para ello acercó a la gente de su mayor confianza a Murúa.