Misiones: ocho años de la desaparición de Mario Golemba
Por Santiago Haber Ahumada
Mario Golemba (27) desapareció el 27 de marzo de 2008, en la ciudad de Oberá, Misiones. Salió de su casa para asistir a una consulta médica, y no regresó jamás a su casa. Su familia no volvió a saber de él.
A través de un decreto, Maurice Closs, gobernador de Misiones, ofreció una recompensa de diez mil pesos para todo aquel que pueda aportar datos sobre el paradero de Golemba.
Un año después, en el verano de 2009, aparecieron testigos. Dos personas detenidas en la Unidad Penitenciaria de Oberá que juraron haber visto a Golemba aquella noche en la comisaría. Los testigos afirman que después se lo llevaron en una camioneta de la policía.
Antonio Golemba, padre de Mario, se reunió por separado con ambos testigos. “Las tres veces que hablé con ellos, personalmente me dio la impresión de que decían la verdad, fueron testimonios muy coherentes y sin contradicciones. Cada uno por separado cuenta lo mismo”, expresó el padre de Mario a la revista Superficie. Los testigos, además, aseguran haber visto que los policías golpeaban a Mario antes de llevárselo en el patrullero.
El padre de Mario denunció que la ayuda del gobierno cesó después de que apareció la versión que involucraba a los agentes de la fuerza de seguridad. “Desde que aparecieron estos testigos involucrando a la policía, toda la gente del gobierno que se había acercado a nosotros y que nos había prometido mantenernos informados y contenidos, desaparecieron”.
Luego de que se hiciera pública la versión de los testigos, el ministro de gobierno de Misiones, Jorge Franco, ordenó el traslado del comisario y diez policías de la comisaría de Dos de Mayo. El nuevo destino de Ewaldo Katz, comisario a cargo la noche de la desaparición de Golemba, fue la comisaría de Aristóbulo del Valle, ciudad de la que es oriundo Maurice Closs. Ninguno de los traslados fue explicado por el ministro Franco, ni por las autoridades policiales.
“Ewaldo Katz me negó que él haya estado esa noche allí, pero los testigos dicen que estaba. De todos modos, él era el responsable de lo que pasaba esa noche. No entiendo por qué los trasladaron si no hay nada raro”, expresó el padre del joven.
El gobierno provincial no volvió a comunicarse con los Golemba; los carteles y afiches con la cara de Mario fueron retirados de las comisarías e incluso de organismos provinciales.
Una de las versiones sobre los motivos de la desaparición de Golemba apunta a que la víctima habría visto accidentalmente movimientos comprometedores que vinculaban a efectivos de la comisaría local con un caso de narcotráfico. Otra de las líneas de investigación señala que Golemba habría sido confundido con otro joven al que la policía llevaba largo tiempo buscando.
La abogada de la familia, Mónica Sosa, denunció que “no se ha podido producir pruebas básicas para el esclarecimiento del hecho, las cuales involucran a la policía debido a la negligencia de la justicia provincial”, e indicó una “relación muy fuerte entre el poder político, el poder judicial y la policía provincial”, para impedir el esclarecimiento de la desaparición producida en 2008.
En mayo de 2012, la abogada informó la posibilidad de recurrir a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, debido al poco avance que tuvo la causa en esos cuatro años. “Esto se debe a las irregularidades que observamos en el sistema judicial misionero, negando un careo (entre los testigos y los policías de la comisaría presentes aquel 27 de marzo) a estas alturas impostergable”, expresó la abogada.