Callar las paredes: otra misión del macrismo
Por Martín Massad
Demás está decir que los actuales gobiernos tanto a nivel nacional como de la ciudad de buenos aires están empecinados en combatir todo lo que represente popularidad, sobre todo si hace referencia al kirchnerismo o al peronismo como en este caso puntual. Este mural situado en la avenida Alberdi a pocos metros de su intersección con Avenida Carabobo es una nueva muestra de imposición de cultura lavada por la restauración del conservadurismo en nuestro país.
Allá por el año 1992, Francis Fukuyama escribía su libro “El fin de las historia y el último hombre”, un manual de cómo deben desaparecer las ideologías en pos de una democracia liberal y me permito agregar: como despojar de ideales a los pueblos para que sólo se limiten a acatar y a reproducir el sistema establecido.
El macrismo quiere despojar a nuestra historia, rica en hitos populares y en reivindicaciones masivas a través de la lucha de las mayorías sometidas, de toda reminiscencia de un pasado mejor con libertades de expresión y derechos adquiridos. Sobran los ejemplos en este orden.
Desde la orden de descolgar de la casa de gobierno los cuadros de Néstor Kirchner y Hugo Chávez además de las fotografías de Charly García, Diego Maradona, Alberto Olmedo, la ‘Coca’ Sarli y el Gauchito Gil, entre otros símbolos nacionales, hasta las inocuas imágenes de los billetes de doscientos y quinientos pesos, todo es por borrar y callar lo popular.
Hoy una de las esquinas del barrio de Flores lucirá colorida a la vista de los transeúntes. De a poco la pintura borrará el recuerdo de esa pintada que decía algo más.