“De nuevo la OEA convertida en Ministerio de Colonias”
Entre acusaciones cruzadas, suspensiones e interrupciones múltiples, la Organización de Estados Americanos (OEA) tuvo este lunes una reunión turbulenta. En sesión extraordinaria, el Consejo Permanente de la OEA aprobó una resolución en la que se denuncia que en Venezuela existe una "alteración inconstitucional del orden democrático".
El texto, aprobado por 17 de los 21 Estados presentes en la sala, insta al gobierno de Nicolás Maduro a "garantizar la separación e independencia" de poderes y exige que se restaure "la plena autoridad" de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora. "Es un paso para recuperar el restablecimiento de la democracia en ese país", dijo el secretario general de la OEA, Luis Almagro, tras la aprobación de la resolución. "No se puede negar que existe una alteración del orden constitucional".
Maduro, no obstante, acusó a la OEA de haberse convertido en un "tribunal de inquisición" para perseguir a su país. "Vade retro Satanás, va de retro OEA, vete de aquí OEA, saca tus manos inmundas llenas de sangre de la Venezuela y la patria bolivariana, repudiamos y rechazamos el golpe de Estado en la OEA", dijo Maduro en cadena de radio y televisión.
El texto fue presentado por las delegaciones de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, EE.UU., Jamaica, México, Panamá, Paraguay y Perú, y sólo se abstuvieron de votar República Dominicana, Bahamas, Belice y El Salvador. En el momento del debate de la resolución no estuvieron presentes los embajadores de Bolivia, Venezuela y Nicaragua, que abandonaron la sesión por considerarla "ilegal". Y es que en la mañana de este lunes la había suspendido Diego Pary, embajador de Bolivia que preside desde el sábado y por tres meses el Consejo Permanente de la OEA. Pero la reunión se realizó igual.
Bolivia, que desde el sábado, y por tres meses, preside el Consejo Permanente de Organización de Estados Americanos, había suspendido la sesión extraordinaria convocada el viernes sobre Venezuela a petición de veinte países para abordar las posibles “medidas de presión” contra Caracas para forzar a Nicolás Maduro a llamar a elecciones anticipadas, después de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) dejara sin efecto una decisión previa, a través de la cual asumía las funciones legislativas de la Asamblea Nacional, controlada por la oposición.
“De nuevo OEA convertida en Ministerio de Colonias. Se produce un golpe institucional al impedir el ejercicio de la presidencia de Bolivia”, indicó Evo Morales, luego de la ilegal sesión con una resolución contraria a Venezuela.
La decisión del embajador de Bolivia, aliado del gobierno de Venezuela, fue calificada de "unilateral" y de "un abuso que no se había visto nunca en esta casa", por parte del embajador mexicano en la OEA, Luis Alfonso de Alba. No obstante, la reunión se llevó a cabo horas después. Según el asesor jurídico de la OEA, Jean Michel Arrighi, la sesión pudo realizarse porque había quórum, es decir, estaban presentes un tercio de los 35 Estados miembros (al menos 12).
Le reunión recién había comenzado y hablaba la canciller argentina, Susana Malcorra, cuando Pary la interrumpió. El representante boliviano lamentó que "un país amigo" (Honduras) asumiera "de manera golpista" e "ilegal" la presidencia del Consejo, facultad que le habían "usurpado". Luego de la intervención, Pary abandonó la sala visiblemente enojado, según informó la agencia de noticias EFE. Más adelante en la reunión, Jennifer May Loten, embajadora de Canadá en la OEA, se solidarizó con Malcorra por haber sido "groseramente interrumpida". Finalmente la resolución, el texto más duro de la OEA contra Maduro, no se sometió a votación, sino que se aprobó "por mayoría" de los Estados presentes, según declaró Bautista.