Reunión Mercosur-Alianza del Pacífico: el neoliberalismo está entre nosotros
Por Juan Manuel Ciucci
En la tarde del viernes en el Palacio San Martín la Canciller Susana Malcorra, junto a su par de Chile Heraldo Muñoz, brindaron una conferencia de prensa para comentar los avances logrados en la reunión de Cancilleres MERCOSUR – Alianza del Pacífico, de la que también participaron los ministros de Producción y de Comercio de los países integrantes de ambos bloques.
"Trabajamos para eliminar los reparos para que el comercio fluya como corresponde", indicó la Canciller, a la vez que remarcaba lo fecunda de esta reunión, en comparación a la realizada en 2014. En el mismo sentido fue su par chileno al remarcar que hubo “un cambio en el escenario regional, para mejor”.
Detrás de las buenas intenciones enunciadas, se esconde el propósito de fortalecer una alianza que pueda eclipsar a los modelos de integración regional que nacieron en la última década en el continente: tanto UNASUR como la abandonada CELAC. No es casual que ante el conflictivo escenario venezolano, los países de ambos bloques insistan en la participación de la OEA para resolver el conflicto, que como indicó Evo Morales nuevamente se ha convertido “en Ministerio de Colonias”.
La Alianza del Pacífico nace en abril de 2011 merced a la unión de Chile, Colombia, México y Perú, en clara respuesta a la unidad americana de signo popular que se imponía en el continente. Esta alianza tuvo como principal característica su signo neoliberal, la apuesta a una concepción económica librecambista, y una marcada alineación para con los intereses de los EEUU.
En el marco de la crisis económica que atraviesa el macrismo, las promesas de inversión extranjera abundan tanto como el desengaño que ya provocan hasta en sus mismos seguidores. Con un Macri que anuncia que necesita ver resultados y que no tiene un plan B, los acuerdos comerciales se anuncian con tanta algarabía como el famoso “segundo semestre”.
En el comunicado conjunto de los bloques, se indica una “hoja de ruta” a fin de “establecer líneas de trabajo en facilitación del comercio, cooperación aduanera, promoción comercial, apoyo a las PYMES e identificación de posibles cadenas regionales de valor”.
En la conferencia de prensa los Cancilleres además instaron a superar las barreras arancelarias y las “barreras no arancelarias”, de las cuales no brindaron mayores detalles. Ante la pregunta de una periodista de EFE, Heraldo Muñoz indicó que los equipos técnicos trabajarán “para saber cuáles son”. Sean estas medidas sanitarias o fitosanitarias, inspecciones previas, medidas de defensa comercial o empresas comerciales del Estado, pareciera dar lo mismo. Es que “hay que eliminar los reparos para que el comercio fluya como corresponde”, como bien dijo Malcorra.
Este encuentro que parecía localizar su paraíso en los Tratados de Libre Comercio, se ha visto en crisis ante la caída en desgracia de los mismos luego de los anuncios de “políticas proteccionistas” en el primer mundo. No obstante, es justamente ante ese escenario que “los objetivos de apertura comercial y promoción del desarrollo económico y social de la región”, vuelven a sonar como un futuro a realizar. En especial para los países que merced a los “cambios” políticos que han transitado, vuelven a ver con buenos ojos las políticas neoliberales que los centros económicos dictan para la región.
No es casual que resulte tan “fructífera” esta reunión, cuando han logrado sacar del Mercosur a Venezuela, el último bastión resistente ante las políticas de los EEUU que quedaba en este mercado común. Las políticas neoliberales avanzan peligrosamente, sin encontrar por ahora una clara resistencia en el continente. Se vienen tiempos en donde será fundamental poder construir frentes opositores desde las bases que recuperen aquel glorioso “ALCA, ALCA, alcarajo” del Comandante Hugo Chávez.