Primera reflexión pos-electoral, por Héctor Amichetti
Por Héctor Amichetti
Un tercio de la población argentina diseminada en las distintas regiones de nuestro país mantiene expectativas en que las políticas de libre mercado pueden asegurarles un buen destino (en general miran el destino desde lo individual).
Los dos tercios restantes expresaron de una manera u otra, con mayor o menor grado, el rechazo a las políticas que lleva adelante el gobierno.
Esa mayoría que no está de acuerdo con el gobierno se encuentra dividida, agrupándose en opciones distintas por provincia y a su vez divididos al interior de cada provincia.
El Peronismo es mayoritario a su vez en esa mayoría, pero hasta ahora no muestra una conducción que lo unifique.
Cristina es la mayor referencia actual dentro del peronismo,, fundamentalmente en la provincia de Buenos Aires y particularmente en los sectores trabajadores más humildes del Gran Buenos Aires.
Si sumáramos los votos de tres referentes indiscutiblemente peronistas que participaron hoy de las elecciones en la provincia de Buenos Aires (Cristina, Felipe Solá y Randazzo), en una hipotética fuerza única, superaríamos el 50% de los votos.
La cuestión es que no todos los referentes del peronismo (en todas las provincias que integran el territorio argentino), asumen con convicción que las ideas del peronismo son incompatibles con las ideas del libre mercado.
Todavía no ha finalizado el día, aún podemos anunciar nuestra victoria en la provincia de Buenos Aires. El proyecto enemigo ha hecho un montaje de su victoria y aunque intente disfrazarla es una "victoria" a lo pirro.
Más allá del resultado definitivo, no hay duda que es nuestra responsabilidad trabajar por la unidad de esa mayoría que hoy ha expresado no estar de acuerdo con el gobierno.
En nuestros aciertos o desaciertos se juega el destino de la Patria.