Seis gendarmes fueron procesados por balear chicos de una murga
Seis de doce gendarmes que eran investigados por la represión de principios de 2016 a la murga Los Auténticos Reyes del Ritmo, en el Barrio Rivadavia, compuesta por chicos de entre 5 y 10 años, y mujeres, fueron procesados por lesiones leves agravadas por tratarse de miembros de una fuerza de seguridad. El hecho ocurrió el 29 de enero del 2016 y fue denunciado esa misma noche por los vecinos del barrio. En ese contexto, la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin), actualmente encabezada por el fiscal titular Félix Crous, recibió testimonios sobre el accionar violento de la fuerza de seguridad y realizó la denuncia penal correspondiente.
Los representantes legales de las víctimas apelarán el fallo ya que considera que sufrieron “vejaciones agravadas por el empleo de arma de fuego, en concurso ideal con el delito de lesiones gravísimas agravadas por mediar abuso de las funciones de miembros integrantes de las fuerzas de seguridad, en grado de tentativa, en concurso ideal con lesiones leves consumadas, calificadas del mismo modo”. Los otros seis gendarmes fueron absueltos por falta de pruebas.
El juez de Instrucción 46, Jorge De Santo, dictó el procesamiento sin prisión preventiva de seis gendarmes: Guido Eliel Cativa, Esteban Rafael Smolares, Saúl Humberto Juárez, Yanina Soledad Maldonado, Darío Fernando Soler Páez y Elvio Exequiel Cardozo. Y les dictó un embargo de 25 mil pesos a cada uno. La acusación fue presentada por el Ministerio Público Fiscal y los abogados Pablo Rovatti, Defensor Público Coadyuvante a cargo del Programa de Asistencia y Patrocinio Jurídico a Víctimas de Delitos de la Defensoría General de la Nación (DGN), y Luciano Hazan, Secretario Letrado a cargo del Programa contra la Violencia Institucional de la DGN, querellantes en representación de uno de los niños que integró el grupo de víctimas de la represión armada.
Días después del ataque, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, defendió a los gendarmes y difundió fotos en las que posaba junto a un par de uniformados heridos durante un tiroteo a unas cuadras del lugar, como si hubieran sido heridos por los chicos de la murga.