El boxeo como herramienta de inclusión
Flavio Monalli y Esteban Villalta – ETER
“Seguimos persiguiendo sueños”
Barrio perdido en los suburbios de Avellaneda, Villa Corina tiene entre 17.000 y 20.000 habitantes según el último censo de 2010. Cuenta la leyenda que su nombre se debe a la dueña de una chanchería llamada Corina allá por 1950. Sus calles repletas de chicos jugando al fútbol es una constante día a día, los integrantes de Alta Murga practican su rutina pensando en los próximos carnavales ajenos de las estadísticas de contaminación con plomo en sangre y cromo en orina que afecta a la población según un estudio de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA o de las promesas incumplidas de saneamiento del Arroyo Sarandí. La inseguridad que sufren en los colegios de la zona no les impide realizar un mural en la Escuela Primaria Nº 58 a pesar de considerarlos “negros” o “villeros”. Esta es una realidad que se vive en estos tiempos “globolizados”, de carencias, discriminación, desigualdad y derechos sociales y humanos tirados a la basura por el gobierno nacional y provincial.
El Club Real Villa Corina no escapa a esas necesidades. Sus paredes celestes y blancas reciben a cada uno que entra con la mirada del Diego parado sobre un mundo protegiendo a Messi. No faltan los íconos justicialistas: Eva Perón, el Gral. Juan D. Perón, Néstor Kirchner, Cristina Fernández y hasta Milagro Sala. Seguimos Persiguiendo Sueños es la frase elegida para darle la motivación y el empuje a cada chico que ingresa al gimnasio Néstor Kirchner y allí está José Villavicencio el profesor de boxeo que tiene más de treinta chicos a su cargo en la escuelita del club desde hace casi cinco años.
"Que los chicos no estén en la calle es el gran objetivo", dice José esperando a sus pupilos para el entrenamiento vespertino, algunos llegan por curiosidad, otros por convicción, pero con el tiempo casi en su totalidad disfrutan del deporte.
La mayoría de los chicos que participan de la actividad son vecinos, pero también los hay de barrios un poco más alejados, atraídos por sus amigos o por la curiosidad de poder aprender a pelear. La actividad es totalmente gratuita y José disfruta de enseñar y encaminar a esos jóvenes que deambulan por las calles y veredas del humilde barrio.
José recalca constantemente el apoyo del intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, proveyéndole de todos los elementos necesarios para la práctica del boxeo: vendas, guantes, sogas, bolsas y demás accesorios. En lo que respecta a su remuneración Villavicencio aclara que ellos formaron una cooperativa, todos hacen algo por el club, arreglos en general, pintura y albañilería están a la orden del día como así también colaboración con las otras disciplinas que se practican en el club.
A pesar del nulo aporte económico de la Provincia de Buenos Aires las ilusiones de José Villavicencio siguen en pie más vivas que nunca: “Nuestro sueño es tener un boxeador profesional, esa es nuestra intención y otra es que aprendan este deporte porque el boxeo es muy lindo, es una forma de vida si haces las cosas como se debe. Si aprenden lo que les inculcamos no hay diferencia con otro deporte, aunque sea de contacto, el boxeo es el deporte más noble que hay y cuando se meten en este mundo no hay manera de que lo abandonen”.
“Un boxeador no se forma de un día para otro”, aclara José, ya preparado para el entrenamiento, necesita mucha preparación para que llegue el campeón que ellos sueñan. No sólo el esfuerzo alcanza sino también se requiere del talento natural y el constante sacrificio de lunes a lunes. Eso es lo que tratan de inculcarles, después ya es una decisión personal, el boxeo es la herramienta que les dan a los jóvenes para convertirse en hombres de bien.
Alentar a los más necesitados
El Club Real Villa Corina ha tenido avances a nivel estructural a través del programa Alentar que puso en marcha la Municipalidad de Avellaneda en el 2010. El objetivo del programa es ofrecer una ayuda económica no solo a este club sino también a los pequeños clubes y centros de la ciudad.
El intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi comentó que, su desafío es fortalecer el rol inclusivo de los clubes de barrio. Tantos los clubes como los centros de jubilados reciben ayuda para seguir reforzando las instituciones de la ciudad. En el programa se abordan diferentes puntos como:
1) Incentivo deportivo para distintos atletas de alto rendimiento de la ciudad
2) La solidaridad, mediante la realización de la Copa de Fútbol Avellaneda que tendrá fines benéficos para los clubes de barrio, de la que participarán Racing e Independiente y que contarán con el aval de la Fundación PUPI.
3) El financiamiento destinado a entidades deportivas mediante la tramitación de subsidios, entre otras cosas.
El principal desafío del mes de agosto, en el marco el programa, fue que se inauguraran “Dos obras por día” y así fue. En el club Real Villa Corina inauguraron las refacciones en los vestuarios, instalaciones eléctricas y sanitarias, colocación de nuevos artefactos y trabajos de pintura en el gimnasio Néstor Kirchner.
En el mes de septiembre el jefe comunal ha entregado subsidios de $1.344.800 para que realicen las obras de refacción, arreglos y también para que compren equipamientos necesarios para sus sedes.
Las instituciones que son beneficiadas en el programa y que recibieron esta ayuda económica son Centro de Jubilados y Pensionados Quinta Galli Este, Centro de Jubilados y Pensionados Unidos en el Encuentro, Centro de Jubilados y Pensionados Malvinas Argentinas, Club Buenos Aires de Villa Domínico, Club Cultural de Sarandí, Club Crucecita Este y Club Juventud de Wilde.
Con sabor a barrio
“La importancia del club barrial radica en las funciones sociales que desempeña en una comunidad determinada, esta comunidad es quien le ha dado origen y lo vio nacer. Su fundación, esencialmente, se produce hacia la búsqueda de una mejor interrelación e integración barrial y para destituir, en todos y para todos los casos, la marginación de algún sector específico de esa comunidad”, palabra de Andrea Taborda –especialista en investigación educativa-.
El club Real Villa Corina cumple con todo lo dicho por Taborda. Durante la primera presidencia de Cristina Fernández de Kirchner un grupo de vecinos se juntaron para poner en valor el territorio que tenía la institución, que en ese momento contaba solo con una cancha de fútbol 11. Hoy el club ya cuenta con un gimnasio de boxeo y de actividades varias y una cancha de fútbol con césped sintético techada e iluminada, la cual se usa para practicar hockey femenino. Con todas estas opciones Real Villa Corina recibe a más de 500 niños, jóvenes y adultos.
Desde su refundación y hasta la actualidad, el boxeo es la actividad de cabecera en el club. El objetivo es poder sacar a los chicos de las calles y darles las herramientas necesarias para reorganizar sus vidas. “Un día un vecino se arrimó y nos dijo que hacía falta boxeo para poder contener a los chicos porque en la zona no se practicaba este deporte. Al verlo muy entusiasmado con el tema le empezamos a prestar atención y a buscar el espacio para poder desarrollarlo y tener una pequeña escuela de boxeo”, comentó Leopoldo Rodríguez, presidente de la institución.
El intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, inauguró en junio de este año el Edificio Municipal de Alto Rendimiento Deportivo (Emard) en Villa Dominico, en el cual hay siete chicos entrenando ahí que dieron sus primeros pasos en el Club Real. Ante el traspaso de los chicos al Emard Rodríguez lo entiende muy bien. “En su momento el club no estaba preparado para poder entrenar en alto rendimiento. Pero si estaba y estamos preparados para darle los caminos hacia un deporte e incentivarlos y así poder conectarnos con otras herramientas para que sigan formándose”, expresa el presidente de la institución.
Todas las actividades que se realizan en la institución son comunitarias y gratuitas. Ningún deportista abona para poder entrenarse. Al ser consultado por esta situación, Rodríguez no duda ni un segundo y responde: “Al ser un barrio humilde nosotros no les podemos poner la presión a los padres de pagar una cuota en la situación que esta el país. Hoy los vecinos están viendo si comen o no comen, si estudian o no, si tiene para pagar los servicio o para un remedio. A toda la comisión directiva nos parece que no estamos en un momento de poder exigir el pago de una cuota. El trabajo codo a codo con los vecinos nos permite ver la realidad de los ciudadanos”.
Rodríguez tiene en claro cuáles son los objetivos: sacar a los chicos de las calles, contenerlos y darles las herramientas necesarias para ayudarlos, tanto a ellos como a sus padres. Para él sacar un pibe de la calle vale todo el esfuerzo del mundo. Y el sueño de él, como de la comisión directiva, es que todos los clubes que trabajan para la comunidad puedan cumplir las metas como ellos lo vienen haciendo. “Nuestros sueños cumplidos se deben a que tuvimos gente con convicciones firmes, como la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, como Néstor (Kirchner) y como el intendente Jorge Ferraresi”, cerró Rodríguez.