El aborto inseguro es un problema urgente de salud pública, por Fernanda Raverta
Por Fernanda Raverta
Hoy estamos ante una proyecto que de aprobarse podría cambiar la realidad de muchas mujeres que hoy se ven obligadas a recurrir a condiciones que ponen en riesgo su vida para evitar una maternidad forzada. La discusión sobre la interrupción del embarazo se centra en garantizar posibilidades de acceso a condiciones iguales para todas las mujeres. El aborto inseguro es un problema urgente de salud pública que requiere de políticas de estado que garanticen educación sexual integral, entrega métodos anticonceptivos de manera continua y un marco normativo que permita el acceso a un aborto seguro.
La organización de los colectivos feministas ha logrado instalar el tema en la agenda pública. Esto posibilita que el debate ocupe nuevos espacios o ámbitos institucionales en los que antes, la discusión estaba vedada o invisibilizada. Es de esta manera que se ha logrado el consenso social necesario para llevar el debate al Congreso Nacional. Hoy nos proponemos lograr una ley que evite que las mujeres pongamos en riesgo nuestra vida cuando decidimos interrumpir un embarazo. La experiencia internacional nos demuestra que la mejor forma de lograrlo es a través de su despenalizacion y legalización. Cuando esta práctica es legal y accesible dentro del sistema de salud, existe también una oportunidad para mejorar la calidad de la atención en salud sexual y reproductiva, lo que reduce a su vez la tasa de abortos.
Hoy el acceso a un aborto seguro depende de la capacidad de pago y la situación social de la mujer, generando inequidad en el acceso a los servicios de salud. Esta ley permitiría construir una sociedad más justa e igualitaria en términos sanitarios y de acceso a derechos con perspectiva de género.