Vidal en la Expoagro de San Nicolás y el debate por las retenciones
Por Fernando Latrille
La gobernadora de la provincia de Buenos Aires, Maria Eugenia Vidal, habló en la cena que ofrecieron los organizadores de Expoagro en el Hotel Colonial de la ciudad de San Nicolás, el lunes 11 de marzo pasado. Allí les habló a las distintas patronales del agro y señaló: “Tanto el Presidente como yo sabemos que las retenciones son un impuesto distorsivo. Es un impuesto de emergencia y lo queremos considerar como un impuesto de emergencia y vamos a trabajar en conjunto para hacer que ese impuesto pueda reducirse lo más rápido posible y dar todos los debates que hagan falta”.
Aunque la única distorsión está en el mensaje que-como acostumbra Cambiemos tanto con Vidal como con Macri- dista mucho de la realidad. “Las retenciones a las exportaciones agropecuarias son uno de los impuestos más beneficiosos para la economía en su conjunto. Si bien todo impuesto modifica los precios, a la hora de pensar una política tributaria, deben primar los criterios de eficiencia estratégica y equidad. Y las retenciones diferenciadas al agro son equitativas y estratégicamente eficientes”, expresó a AGENCIA PACO URONDO la diputada nacional por la provincia de Buenos Aires de Unidad Ciudadana, Fernanda Vallejos.
Sobre su importancia la legisladora explicó “opera como instrumento antiinflacionario al favorecer el desacople entre los precios domésticos y los internacionales. Es decir, al desacoplar los precios de los alimentos del dólar y los commodities globales, las retenciones también previenen los fenómenos de inflación importada”.
Pero para Macri que sostenía en campaña que “la inflación era la demostración de tu incapacidad para gobernar”, eligió llevarnos a la hiperinflación que vivimos como forma de superar esa incapacidad que le atribuía a otros. Difícil pensar que sepa de la importancia antiinflacionaria de las retenciones que destaca la legisladora.
Vallejos es también licenciada en economía y maestranda en historia económica y de las políticas económicas de la Universidad de Buenos Aires, cita como ejemplo que “si ante la suba del 10% en el valor del dólar o un incremento de esa cuantía en el precio de exportación de un bien, se incrementan también en un 10% los derechos de exportación, se mantienen igualadas las ganancias en el mercado local y externo, evitando el traslado a precios de ese shock. De ese modo las retenciones contribuyen a reducir el precio de los alimentos”, sostiene. Otra importancia que destaca es que “capta parte de la renta agraria. A diferencia de otras industrias, el agro tiene límites concretos para la expansión de su producción (rotación de tierra). Aumentar el precio más de cierto nivel no estimula mayor producción, sino que hace aumentar los arrendamientos transfiriendo ingresos a los terratenientes”.
“El derecho de exportación se transmite hacia atrás en la cadena productiva por medio de menores precios internos y menores alquileres de la tierra, hasta el propietario de la tierra en la que se produce el bien, claramente de mayor capacidad contributiva que el consumidor -que paga IVA, por ejemplo-, lo que lo torna equitativo”, indica la Diputada Nacional que agrega “que los menores precios internos de los alimentos mejoran el ingreso de sectores populares y clases medias, lo cual implica un segundo efecto de equidad indirecto”. Vallejos no olvida señalar que “el meteórico aumento del precio en dólares de los campos a los largo de los años 2000, demuestra que incluso con retenciones del 35% a la soja, el negocio agropecuario de los grandes productores sigue siendo sumamente rentable”.
La legisladora señaló que “las retenciones son un instrumento altamente eficiente, ya que los mejores salarios reales domésticos mejoran el consumo y el mercado interno, determinantes para que las empresas inviertan y se desarrollen. Asimismo, al bajar los precios de los alimentos, mejora la competitividad industrial exportadora sin bajar salarios reales”.
“Lo que hizo Macri en este último año no fueron retenciones diferenciadas, sino todo lo contrario. Aumentó las retenciones de manera horizontal para la mayoría de los sectores, incluyendo los industriales, y, algo que nunca se había hecho, los servicios”, indicó Vallejos. “Al mismo tiempo se eliminaron reintegros a las exportaciones industriales. Todo esto perjudica a la competitividad de nuestros sectores dinámicos y el agregado de valor, y ni siquiera logra desacoplar los precios internos de los importados, ya que la retención se licúa con la devaluación”, añadió.
Para Vallejos “es central recuperar el sentido estratégico de las retenciones diferenciadas, para potenciar su rol distributivo y productivo, de modo que el peso relativo sea menor para determinados bienes, como los de las economías regionales, los industriales y establecer reintegros a los sectores industriales y de servicios tecnológicos estratégicos”.“Hay varias aristas de este proceso respecto de las promesas cumplidas e incumplidas de parte de Macri hacia el sector de los agronegocios que lo sustenta”, expresó el coordinador del Movimiento Campesino de Liberación José Luis Livolti.
“Del punto de vista de los más concentrados, de las multinacionales de la exportación, están de parabienes porque mientras aumenta el dólar ellos están en mejores condiciones para sus negocios, para sobrefacturar, subfacturar. Las ganancias que ahora pueden dejar en el exterior rindiendo las exportaciones cuando quieren sin límite de tiempo”, añadió el veterinario de la ciudad de Arroyo Seco, pequeño productor porcino de la provincia de Santa Fe.
En esta misma línea, indicó que “las empresas que detentan el poder de las semillas y de los agrotóxicos siguen beneficiadas porque su producto vale en dólares y los medianos productores ya comienzan a tener una rentabilidad más finita, pero aún tienen rentabilidad. De ahí para abajo, a los medianos pequeños, y a los pequeños del todo- conjuntamente con las economías regionales-, el perjuicio es total”.
Sobre los agricultores familiares explicó que “si bien están exentos del costo en dólar, salvo en los insumos cotidianos que son el gas, la luz y el combustible, el perjuicio más grande es el abandono de la asistencia estatal”. Además, recordó que “antes había una subsecretaría de desarrollo rural y agricultura familiar que protegía, que subsidiaba, que sancionaba e impulsaba leyes de desarrollo en el Congreso Nacional, una ley de Agricultura Familiar que se había logrado, todo eso fue a parar al tacho de basura”.
Para Livolti “Vidal tiene que salir y prometer eso en Expoagro porque no le queda más que seguir dándole esperanza a sus propios pares porque a esta altura del campeonato los sectores de los agronegocios pretendían retenciones cero, y la contradicción con el gobierno de ellos es que las retenciones cero no llegaron”, indicó y añadió que “otras de las contradicciones internas con el sector es que el Fondo Monetario les dijo que no bajaran más las retenciones porque de hacerlo se agranda el déficit fiscal. Van a mostrar para afuera que dentro del rango de las empresas medianas, grandes y extranjeras del agronegocio siempre van teniendo éxito porque detentan el 90% de la producción granaría nacional”.
Livolti explicó que “en Expoagro se muestran los éxitos logrados, el avance tecnológico, todo lo que hace al avance de la revolución científico técnica, el desarrollo capitalista agrario, eso es inevitable, podrá tener un impasse, desacelerarse, pero el capitalismo no para su proceso de concentración y desarrollo nunca. Expoagro es una vidriera de la hegemonía del desarrollo capitalista agrario en la Argentina”, y concluye “que lejos de modificarse la estructura agracia nacional en pos de un desarrollo inclusivo, nacional y popular, estamos en un camino inverso”.
Con respecto a la agricultura familiar el diputado de la provincia de Buenos Aires por Unidad Ciudadana Mariano Pinedo analizó que “dejó de haber política para ellos, dejó de impulsarse la organización e espacios de comercialización, lugares donde puedan vender sus productos, casos esporádicos que se llevan adelante pero por políticas municipales. No hay herramientas, no hay política”, insiste y sumado esto-añade- “al impacto durísimo que existe por la macroeconomía donde sube el insumo de todo como si fuera que ellos están vendiendo en dólares y todo lo que hacen es para el mercado interno. Tarifazos, la suba del precio de los alimentos cuando ellos son productores de carne avícola, porcina, los productores de miel, se ven profundamente afectados”, enfatizó Pinedo que integra la vocalía de la Comisión de Asuntos Agrarios de la Cámara de Diputados.
Por su parte, el exministro de economía y actual diputado nacional por la ciudad de Buenos Aires, Axel Kicillof que en su recorrida por los diferentes distritos de la provincia de Buenos Aires estuvo en Ramallo y compartió una conferencia de prensa junto al Intendente expresó con respecto a las políticas destinadas al sector agropecuario que le tocó discutir con el sector hace poco estando en Bragado donde se juntó con la Sociedad Rural. “Le planteábamos que la política agropecuaria no es sólo las retenciones, cuando estábamos nosotros el productor agropecuario accedía a un crédito con el Banco Nación o con el Banco Provincia a seis meses con interés cero”, enfatizó Kicillof y luego añadió que “hay que poner todo en la ecuación porque hoy sacaron las retenciones pero devalúan y al pequeño productor no le va bien, tiene una sequía y hay un Estado ausente que no lo ayuda y se le hace más difícil cuando los insumos están dolarizados”.
La palabra campo de la que se apropiaron las patronales del agro es mucho más amplia de lo que queda representada en la Expoagro de Clarín-La Nación y abarca diversos sectores que no estaban en la tribuna a la que le habló Vidal en San Nicolás. Son los que sufren las consecuencias de una política que trae ventajas para la minoría de exportadores con la baja y quita de retenciones pero que al mismo tiempo impacta a la amplia mayoría de argentinos en la canasta familiar generando exclusión. El gobierno de Vidal no ha podido ampliar sus políticas de gobierno para brindar apoyo y sostener a otros sectores del campo productor esencialmente de lo que consumimos en nuestra mesa porque su política fue tomar deuda en dólares y no tiene más remedio que pagar sus intereses ajustando su presupuesto en desmedro de los sectores invisibilizados nucleados en la agricultura familiar.