“Donde mueren las mariposas”, ganadora del Premio Futurock Novela 2019
Por Milagros Carnevale
Drogas, quintas, restoranes de elite, fiestas desquiciadas, prostitutas, jefes machirulos, compañeros de trabajo pajeros, una desaparecida víctima de trata. Una heroína que lucha para que la justicia salteña efectivamente funcione para hacer justicia y no sólo para firmar papeles, cajonear casos turbios y proteger a los amigos.
Belén Longo es abogada de la UBA y su novela está plagada de esa jerga que parece ser interminable, enroscada, retorcida. Demasiado. Sin embargo, en Donde mueren las mariposas todo se entiende, toda esa jerga está ahí por un motivo: hacer que el lector entre a un mundo del que probablemente sepa mucho, y al mismo tiempo, nada: el mundo de la justicia. O más bien de la injusticia.
La protagonista se llama Laura, es de Buenos Aires pero se fue a vivir a Salta. Tiene una novia, Merchi. Cuida muchas plantas que siente que la oxigenan, que le dan un eje. Y le gusta disfrazarse por las noches, cambiar de personalidad, evadirse. Va al gimnasio y hace dieta, aunque a veces la rompe. Como todas. Laura es como todas las mujeres que viven en mundos poblados de hombres. Se va moviendo en el libro con una fuerza implacable, falsificando firmas, desobedeciendo órdenes, mintiendo, persiguiendo a los malos. Es la heroína de la novela negra del siglo XXI.
Laura va a intentar dar con el paradero de una chica que venía de Buenos Aires para respirar aire fresco y ordenar un poco su vida. Más o menos como Laura misma, sólo que con otra suerte. Se va a encontrar con millones de obstáculos burocráticos y no tanto. Su personalidad se va a ir desplegando obsesiva, calculadora, dedicada, intuitiva, confrontativa. Mientras tanto, los hechos suceden como telón de fondo.
La novela es dinámica, interesante y sagaz. Recupera todos los tópicos de la serie negra y los usa para pintar un cuadro muy acertado de la obscura y machista injusticia argentina.