Celso Amorim: “Kirchner fue fundamental para la integración regional”

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Celso Amorim: “Kirchner fue fundamental para la integración regional”

27 Octubre 2020

Por Santiago Gómez
Desde San Pablo

Al conmemorarse los diez años de la muerte de Néstor Kirchner AGENCIA PACO URONDO entrevistó a Celso Amorim, quien fue ministro de relaciones exteriores de los dos gobiernos de Luiz Inácio Lula da Silva. Amorim es un diplomático de carrera, que siempre promovió y defendió la integración latinoamericana, entendiendo que la relación entre Argentina y Brasil es la columna vertebral de la integración regional. Tuvo una destacada participación durante el gobierno de Itamar Franco en el roceso de integración comercial del Mercosur y como canciller brasilero de Lula actuó en la defensa del desarrollo estratégico brasilero, la integración regional y la creación, junto con otros países de la región, del Consejo Sudamericano de Defensa. Por su historia como destacado latinoamericanista, quisimos conversar con él sobre la importancia de Néstor Kirchner para la integración regional y cómo fueron las relaciones con Brasil.

AGENCIA PACO URONDO: La mayoría de los argentinos no conocían a Kirchner cuando asumió la presidencia. ¿Recuerda cómo fue el primer encuentro entre el Brasil de Lula con Kirchner?

CELSO AMORIM: Me acuerdo, porque Kirchner vino a Brasil antes de la elección, estuvo con Lula. Cuando Duhalde vino nos dijo que Kirchner sería el candidato, nosotros no sabíamos ni el nombre. Fue aquella elección que no tuvo segundo turno porque Menem desistió. Desde el inicio teníamos la certeza de que sería una buena relación, a pesar de las cositas que siempre surgen entre los países amigos y vecinos.

Lo que me llamó la atención desde el inicio, porque tenía que ver con mis ocupaciones, era el interés de él en la integración. Era más fácil que Kirchner hable de la integración, inclusive sudamericana, que era sobre lo que nosotros hablábamos mucho, que la cancillería (N.E: Rafael Bielsa era el canciller). La cancillería a veces aceptaba un poco nuestro proyecto de Comunidad Sudamericana, yo sentía eso. Kirchner era muy positivo en ese aspecto.

APU: ¿Cómo fue la relación bilateral?

CA: Creo que fue una relación muy buena, muy hermanada. Kirchner tenía un temperamento un poco tímido, tal vez, o parecía tímido tal vez por ser un novato en la política global. Estoy hablando desde mi ángulo y no desde el de Lula. Teníamos a veces la preocupación de si él iría a las reuniones, si él vendría a las reuniones o no, porque eso también era importante, desde nuestro punto de vista tener una visita, tener una reunión de la Comunidad Sudamericana en Brasil con la presencia del presidente argentino o, como por ejemplo, en la reunión con los países árabes. Fuimos sintiendo progresivamente un entusiasmo de Kirchner con eso que combinó con el hecho de él ser el Secretario General de UNASUR. Para mí personalmente eso era muy importante porque era una idea que yo defendí de manera muy fuerte desde la época de Itamar Franco, en realidad, cuando lanzamos la idea de Área de Libre Comercio Sudamericana.

La relación bilateral siempre fue buena, a pesar de algunas cositas, como quién era el representante de la Petrobras, cosas menores. Siempre me recibió en mis visitas como canciller y después, más adelante, 2006, 2007,  también me recibió, aún cuando gobernaba Cristina y me dijo “esta es su casa”. La última vez que lo vi fue en la ONU, en 2010, porque Argentina presidió el Grupo de los 77, obviamente era Cristina quien presidía, pero él estaba allá representando UNASUR, haciendo contactos.

Siempre tuvimos un buen entendimiento con Kirchner, surgieron asuntos como el gas boliviano, cosas que ocurren entre nosotros por cuestiones comerciales. Lo que creo, la verdad, es que él tuvo una pequeña decepción al comienzo con relación al FMI, él esperaba un apoyo más focal de Brasil, yo apoyé, obviamente autorizado por Lula, porque estaba en una reunión de la Organización Mundial de Comercio. Pero luego eso se disipó, quedó claro que Lula apoyaba, teníamos una visión común. Tuvimos una reunión muy importante cuando se firmó el Acta de Copacabana. Esa relación buena también continuó con  Cristina. Personalmente me terminé relacionando más con Cristina, porque al final, ella se interesó en hacer una traducción de Monteiro Lobato (N.E: José Bento Renato Monteiro Lobato, es un importante escritor brasilero).

APU: ¿Cómo analiza la actuación de Kirchner como Secretario General de UNASUR?

CA: La acción de él de UNASUR fue muy importante. Tuvo participaciones importantes antes aún de ser Secretario de UNASUR, como con la cuestión de los rehenes en Venezuela y Colombia, pero en eso no participé directamente, quien participó fue Marco Aurélio Garcia (N.E: principal asesor en política exterior de Lula), que infelizmente ya no está entre nosotros. Pero la primera participación importante de Kirchner fue en la disputa entre Venezuela y Colombia que era permanente, un poco antes de la asunción de Santos. La tensión entre Chávez y Uribe estaba muy encendida y Kirchner fue y encaminó la solución. Después conversamos, en una reunión que tuvimos en Caracas, Kirchner participó como Secretario de la UNASUR y participó de la solución del conflicto ya con Santos.

APU: Hubo dos grandes hechos articulados entre Brasil y Argentina. El día 14 de diciembre de 2004 Brasil anunció que cancelaría la deuda con el FMI y al otro día lo anunció Argentina. A los pocos meses se realizó la IV Cumbre de las Américas en Mar del Plata que generó el No al ALCA.  ¿Qué nos puede contar de las tratativas para acabar con el ALCA?

CA: Kirchner condujo muy bien la reunión. Nosotros actuamos en frentes un poco diferentes pero buscando el mismo resultado. La realidad es que Brasil por condiciones internas, como podemos imaginar, nuestro ministro de economía era Antonio Palocci, nuestro ministro de industria era Luis Fernando Furlan, nuestro ministro de Agricultura, era Roberto Rodrigues, en realidad, en aquel conjunto ministerial que se ocupaba más directamente de las negociaciones comerciales quedaba un poco aislado, claro que cuando llegaba la parte política era diferente. Pero el gobierno brasilero nunca fue tan homogéneo en ese sentido como el gobierno argentino.

Nuestra estrategia, desde el inicio, además yo lo sabía desde antes de Kirchner, yo tuve que lidiar con Martín Redrado (N.E: Secretario de Comercio y Relaciones Económicas Internacionales durante la presidencia de Eduardo Duhalde), que tenía una visión más liberal. Nosotros actuamos por la negociación. Lo que creo que sucedió con el ALCA, en mi visión, es que actuamos para cambiar los términos de la negociación y fuimos cambiando. Hay un libro que está traducido en español, “Breves narrativas diplomáticas”, donde cuento una conversación mía con Bob Zoellick, representante comercial de los Estados Unidos, de enero de 2005, donde cuento en que en realidad, los Estados Unidos ya no estaban más interesados en el ALCA, pero continuaba siendo un objetivo político del Departamento de Estado, como el propio Zoellick me reconoció.

Después está el otro lado, el político, en lo político, Kirchner junto con Venezuela, que siempre estuvo muy en contra, aunque aquello no operaba mucho. Sucedía, con mucho respeto, que lo de Venezuela en las negociaciones aparecía como una nota de pie de página, no bloqueaba el consenso pero decía que se separaba del consenso. Argentina asumió una posición más militante, a lo largo de ese período inicial de Kirchner, combinando con Mar del Plata, y hay que tener en cuenta que la negociación ya se había encaminado para un total impasse, aunque existía el riesgo de que la levantaran de nuevo. Creo que Mar del Plata es donde culmina, en mi opinión. La negociación ya estaba muerta pero era necesario tener una lápida. Y la lápida fue colocada en Mar del Plata.

Lula dio un discurso muy importante políticamente, pero también con fundamentación técnica, vinculando también las cuestiones de la Organización Mundial de Comercio, qué temas debían ir para la OMC, qué temas debían ser tratados de otra manera, y Kirchner condujo muy bien y el ALCA acabó. Sin dudas fue una fecha histórica y la figura de Kirchner estará siempre asociada con ese hecho fundamental.

 

APU: Recientemente junto con el excanciller Jorge Taiana brindaron una charla por internet, dentro del marco del Grupo de Puebla, que lo tuvo a Ernesto Samper como mediador. Después de la intervención de Kirchner, Colombia representa la resolución pacífica de los conflictos regionales. ¿Qué peso tuvo en la historia de las relaciones diplomáticas de la región la resolución del conflicto entre Venezuela y Colombia por la vía de la paz?

CA: Muy importante. Hubo un hecho anterior, en el que lo que UNASUR ya tuvo un papel muy importante, ahora no me acuerdo si Kirchner tuvo participación directa, la presidenta era Cristina, pero seguro la tuvo porque Argentina la tuvo, que fue con la cuestión de Bolivia, pero no era él el representante. Ahí fuimos todos, Lula, Michelle Bachelet, Cristina, sin dudas él también, pero son cosas de atrás del bastidor que yo no conozco. Se conformó un Grupo de Amigos de Bolivia pero el representante era Taiana, yo fui por Brasil. Todos considerábamos que Bolivia estaba al borde de una guerra civil y conseguimos diez o doce años de paz relativa, como siempre.

El segundo hecho importante de UNASUR fue lo de Colombia y Venezuela. Son cosas que nunca tenemos una solución definitiva, muy raro en la historia conseguirlo, a veces hay un tratado de paz y a veces hay una guerra antes para conseguirlo. Cuando tenés una tensión de esas que felizmente no llega a guerra, vuelta y media reaparece, pero fue un momento muy importante en la relación de Santos con Chávez, la relación mejoró mucho, siempre hubo tensiones, pero la participación de Kirchner en ese episodio del 2010 fue muy importante.

APU: ¿Recuerda cuando recibió la noticia de la muerte de Kirchner?

CA: Cuando supe de la muerte de Kirchner quedé absolutamente en shock, era un hombre joven, sesenta años. Quedé impactado porque quién sabe el futuro de UNASUR hubiera sido diferente, ahora la vamos a recuperar, quien sabe sea un homenaje a él recuperar UNASUR.

Quiero aprovechar para decir una cosa, que una manera de celebrar la importancia de la fecha es algún gesto que marque el reinicio de la resurrección de UNASUR. El propio Alberto Fernández hizo referencia al respecto en una entrevista, Samper también lo mencionó, y con la victoria ahora en Bolivia tenemos que revitalizar UNASUR. Estamos en la hora de en homenaje a Kirchner revivir UNASUR, así seamos tres o cuatro países en este momento, es simbólico, pero después serán cuatro, después serán cinco. Sigo creyendo que UNASUR es un gran proyecto y la figura de Kirchner, no solo como primer Secretario General, sino por el apoyo a la integración.

Soy muy amigo de las personas y el otro día tuve una live con Andrés Cisneros, que fue jefe de gabinete de Guido Di Tella (N.E: canciller de Carlos Menem), un embajador destacado, pero del establishment, y sentí que había cierta resistencia a UNASUR. Kirchner cambió eso, Duhalde también, para ser justo, pero Kirchner con gran entusiasmo y fuerza política. Eso fue fundamental para UNASUR. Como siempre digo, la integración Brasil – Argentina es la columna vertebral de la integración de América del Sur y al respecto el entendimiento entre Lula y Kirchner fue absolutamente fundamental.

Yo lamento no poder haber ido al funeral, haberle hecho ese último homenaje, fueron Lula y Dilma, que son mucho más importantes que yo, y yo debía cumplir con funciones diplomáticas en los Estados Unidos. Desde el inicio tuve la firme percepción de que Kirchner fue fundamental para la integración, antes, durante la propia creación de UNASUR. De hecho Cristina participó de aquel comité de sabios junto con Marco Aurélio, y después con las acciones positivas para hacer la paz en Venezuela con Colombia.