Norma Navarro: “No me arrepiento jamás de haber ido a defender Malvinas”
Por Josefina Figueroa
Norma Ethel Navarro, fue una de las tantas veteranas de Malvinas. Formada como instrumentadora quirúrgica y participó de la guerra como voluntaria a sus 27 años.
Agencia Paco Urondo: ¿Cómo llegaste a participar de la guerra de Malvinas?
Norma Ethel Navarro: Nosotras éramos agentes civiles, no teníamos instrucción militar ni nada que se le parezca. En esa época yo trabajaba en el Hospital Militar Central, donde se vivía como un microclima especial porque ya se habían emplazado a compañeros nuestros. Cuando el jefe de quirófano solicitó instrumentadoras para el Hospital Militar de Malvinas nos ofrecimos algunas de todas las que éramos. Sólo tuvimos tiempo de comprar abrigo o lo que necesitásemos. Al día siguiente nos llevaron a Río Gallegos, donde nos proveyeron de uniformes fajina y borceguíes que nos quedaban grandes porque eran para hombres. Nos acompañó un médico y fuimos trasladadas en helicóptero hasta el buque rompehielos Almirante Irízar, que se había convertido en un buque hospital y finalmente se decidió que nos quedáramos allí. El tiempo era muy inclemente y nadie de los que ya estaban ahí sabía que íbamos. Incluso los médicos de la Marina que ya estaban instalados se sorprendieron de vernos al llegar porque ellos habían decidido no llevar a sus compañeras del Hospital Naval.
APU: ¿Qué tareas llevaban adelante en el buque?
NEN: El lugar estaba bien equipado, tenía todo lo necesario para que funcione como hospital. Nuestra tarea era colaborar en lo que se pudiera. Yo estuve en quirófano, pero no teníamos una tarea definida. Hacíamos de todo. No sólo instrumentábamos, sino también ayudábamos en las curaciones y la atención general. También charlábamos mucho con los soldados que llegaban con todo tipo de heridas.
APU: ¿Qué significó la guerra en tu carrera profesional y sobre todo en lo personal?
NEN: Fue una experiencia muy grande. Estar en una guerra te prepara para otras cosas también. Más riesgosas, donde tenés que tomar decisiones en el mismo momento. Nosotras teníamos los conocimientos necesarios para atender personas de gravedad, pero nunca habíamos estado en una guerra. Todas las que fuimos a la guerra teníamos el mismo nivel de formación y experiencia. En lo personal, creo que la guerra es algo dantesco.Nadie sale indemne de una guerra. A todas y todos nos cambió.
APU: ¿Recordás alguna anécdota puntual?
NEN: Si. Cuando llegamos, la situación ya era crítica porque los ingleses se acercaban a las posiciones. El Teniente Coronel Cevallos, a cargo del lugar, a hablar con el Comandante Luis Prado para que no bajásemos porque podíamos quedar prisioneros de los ingleses. Más tarde se tomó Puerto Argentino, donde estaba nuestro hospital.
Tampoco me olvido más el 13 de junio porque fue un momento que la violencia escaló y sentí que estaba en una película. Ese día estaba en la cubierta del buque con un tripulante. Estábamos cerca de la costa y veíamos todo iluminado por las explosiones de colores. Pasaban las bengalas y aviones, cruzados, y sólo se escuchaba el bombardeo que estaba matando gente.
APU: ¿Ustedes eran informadas sobre los resultados del combate?
NEN: No, sabíamos lo mismo que el resto de la sociedad argentina. No nos comunicaban información sensible y además nosotras estábamos desconectadas de todo.
APU: ¿Cómo fueron los años siguientes al regreso?
NEN: La desmalvinización de ese momento fueron años muy duros para todos. La mayoría de nosotros no recibimos atención psicológica, no tuvimos herramientas. Había gente que estuvo allí y quedó sin trabajo, con problemas de salud. Fueron años muy fuertes que me impactaron mucho. Yo volví en 2014 a Malvinas porque hacía rato que quería ir y fue muy emocionante. Si bien la situación ya era muy diferente para los combatientes, a mi no me trataron mal. Fuimos al cementerio de Darwin, donde siempre está lloviendo por la zona donde se encuentra y es un lugar muy duro para vivir.
Pienso que Malvinas se ha llevado de una manera poco beneficiosa porque cada gobierno tiene una postura diferente al respecto. Yo creo que debiera ser una política de Estado porque estamos hablando de un lugar increíble, estratégico y con mucha riqueza. Por eso considero que debiera tomarse de una manera seria. Hasta que eso no pase, lo de unificar una postura, va a ser muy difícil. Además que es muy difícil que los ingleses se sienten a negociar.
APU: ¿Considera que el rol que tuvieron las mujeres en la guerra está reconocido socialmente?
NEN: Pienso que estamos en un país muy machista todavía, y si bien hay gente que no sabe que también hubo mujeres en la guerra de Malvinas, no se ha dado la paridad que tiene que haber. Para ser justos, deberíamos hablar del Día del Veterano y la Veterana. Esa es una Ley de hace tiempo, pero sin embargo nada ha cambiado.
APU: ¿Cómo analiza la guerra 39 años después?
NEN: Yo no justifico nunca una guerra. Se dio así y fuimos voluntariamente a defender lo que nosotras creíamos. No me arrepiento jamás, pero tampoco lo justifico. Incluso, yo sostengo que no tenemos que perder la esperanza de recuperar Malvinas de una manera pacífica. Tiene que ser una voluntad y una política de Estado. Creo que si se sostiene a pesar del cambio de gobiernos, se pueden conseguir cosas.