Memorias montoneras

Por Guillermo Della Savia

Este nuevo libro de Roberto Baschetti cuyo título nos hace acordar a uno de los temas más populares de la banda popular argentina de la década de los 90 “La Mosca”, tiene la intención opuesta a la letra de la clásica canción dado que su principal intención es evitar el olvido. 

El autor, fiel a su estilo, nos propone un recorrido por la historia de Montoneros a través de: micro biografías de militantes, escritos de los mismos, una amplia documentación y una gran variedad de fotografías inéditas. Como su título lo indica (Montoneros 1970-2020) no se trata de recordar únicamente el pasado sino también ver como este continúa generando un impacto en nuestro presente.  El libro también cuenta con unas excelentes ilustraciones de la destacable artista Nora Patrich. 

(Ilustración de Nora Patrich y Gato Nieva)

El libro comienza con lo que Baschetti señala que fue el hecho fundacional de la violencia política argentina: “La violencia antiperonista”.  Se destacan los siguientes hechos: 

En primer lugar, se hace referencia a una detallada exposición que permite afirmar que la violencia política en Argentina comienza tras el bombardeo de Plaza de Mayo en 1955 y el consecuente golpe de Estado en contra del gobierno democrático de Juan Domingo Perón. Cabe destacar que Baschetti enumera y describe a los autores de esta masacre, los cuales han llegado a ocupar cargos públicos de relevancia en gobiernos electos democráticamente. También es necesario mencionar que el bombardeo sobre Plaza de Mayo no fue el primer hecho de violencia antiperonista como bien señala el autor en un capítulo cuyo título es una perfecta ironía “De cuando la policía era peronista y los “gorilas eran subversivos”. 

La violencia antiperonista no cesó cuando Perón se exilió, sino que continuo pero esta vez desde el poder. Esto quedo claramente plasmado en los numerosos fusilamientos realizados por el gobierno de facto de Aramburu tras la fallida insurrección del 9 de junio de 1956. Este acto brutal sería el detonante de la resistencia peronista. Baschetti afirma también que el secuestro de Aramburu fue la consecuencia lógica ante la carencia de un estado de derecho. 

En segundo término, el autor resalta el amplio apoyo popular que tuvo Montoneros en todos los ámbitos en que actuó (sindicatos, barrios, colegios, universidades, villas, inquilinatos, agrupaciones femeninas).

Por último, a través de un trabajo de investigación minucioso, el autor recupera un sinnúmero de cartas de la época. En todas ellas Baschetti el compromiso político de cada militante. La obra culmina con un listado, elaborado de manera minuciosa por el propio autor, de 3736 de militantes peronistas que fueron victimas de la represión estatal y paraestatal.

En particular estoy realizando una investigación sobre la columna norte de montoneros y el libro de Baschetti es una pieza fundamental para su estudio. Entre las numerosas historias de vida de los militantes hay muchos que militaron en la zona norte. Uno de los primeros testimonios que recoge su libro es el de Alfredo “Mantecol” Ayala, un dirigente destacado del MVP de San Isidro, que fue chupado por una patota de la ESMA. Mantecol escapó en dos oportunidades del centro clandestino. 

Destacó también las historias de Héctor German Oesterheld y sus cuatro hijas: Estela, Diana, Beatriz, y Marina; todos activos militantes montoneros que fueron secuestrados y desaparecidos por patotas de la dictadura civico-militar. En el libro además de la historia de Oesterheld también testimonios sobre tres de las cuatro hijas del autor del Eternauta junto con sus respectivas parejas.  

Otro de los casos emblemáticos de la zona norte que están retratados en este libro es el de la familia Lanucou, compuesta por el matrimonio de Roberto Lanuscou, y Amelia Barbara Miranda y sus hijos: Robertito de 5 años, Barbarita de 4 y Matilde de 6 meses. El 3 de septiembre de 1976 un centenar de soldados rodearon la casa y dispararon sobre la misma con armas cortas, largas, pesadas, una tanqueta y una ametralladora antiaérea. Fallecieron todos menos Matilde que se presume fue apropiada y aún se desconoce su paradero. El caso de la familia Lanuscou se convirtió en el caso más emblemático de la represión de la última dictadura militar en el municipio de San Isidro.

Otro destacado militante, que tuvo una importante participación en la zona norte del GBA, es el cura Jorge Oscar Adur: padre titular de las Iglesias de San Isidro y Olivos, Provincia de Buenos Aires. Fue uno de los fundadores del Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo (MSTM) en Capital Federal junto al Padre Carlos Múgica y el cura que oficio la boda de Beatriz Oesterheld hija de Héctor Germán. Adur es secuestrado en Paso de los Libres en 1980, cuando intentaba salir del país con documentación importante sobre las atroces violaciones a los derechos humanos en la Argentina.

Si bien cada trayectoria militante individual es de sumo interés en aras de la brevedad nombrare a los militantes de la Columna Norte cuyas historias están contempladas en este libro: Marcelo Daniel Kurlat (oriundo de San Isidro y uno de los responsables de la Columna Norte), Horacio Pietragalla y Liliana Corti (Padres del actual secretario de DDHH Horacio Pietragalla), Mario Galli y Patricia Flynn, Florencia Villagra y Gustavo Cabezas, Teresita María Scianca y Germán Kuhn, Irene Laura Torrents, Silvia Mónica Quintela, Beatriz Recchia, entre otros.

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