Solar Opposites: una digna heredera de Rick y Morty
Por Francisco Pedroza
El éxito de las series animadas para adultos no es ninguna novedad, desde Los Simpson hasta Rick & Morty se han ido transformando e instalando en la audiencia. De la simpleza de una familia tipo de Estados Unidos hasta llegar a plantear teorías científicas y mostrarnos distintos universos. Dan Harmon y Justin Roiland llegaron a un éxito que el género no había tenido desde fenómenos como Los Simpson o Futurama con Rick & Morty, la recepción tanto de la critica como del público fue muy favorable, haciéndole ganar múltiples premios y nominaciones. Los creadores lograron inventar un lenguaje propio y un humor que funcionaba en muchos niveles. Siguiendo esta línea es que, en 2020 y exclusivamente para Estados Unidos a través de la plataforma Hulu, Justin Roiland decidió probar suerte por su lado y, junto a Mike McMahan, estrenaron Solar opposites. La serie bien podría ser un spin-off de Rick y Morty, ya que su temática, estilo de dibujo y hasta la voz del protagonista son los mismos, sin embargo, logra generar una identidad propia, traer algo nuevo y resulta atractiva en sí misma, no como un derivado de un producto ya exitoso.
La historia sigue a una familia de extraterrestres que escapan de su planeta tras ser destruido y se estrellan en la tierra. Su misión era cuidar a su “Pupa”, una especie de mascota alienígena que contiene toda la información e historia de su planeta natal en su ADN y que, al llegar a la madurez, crecería para terraformar el planeta en el que se encuentre en un nuevo planeta Shlorp. Todo esto mientras se dedican a arreglar su nave y poder huir de la Tierra, que no era su destino. La familia está conformada por Korvo, un científico muy escéptico y crítico de la sociedad y la vida en la tierra que quiere irse lo antes posible para continuar con su misión; Terry, un adulto gentil, que busca su lugar en la humanidad tratando a su vez de entenderla; y sus dos “replicantes”, Yumuylack una adolescente obsesionado con pertenecer a los chicos populares de su escuela y con encoger humanos para su colección; y Jesse, otra adolescente sensible de buen corazón en constante búsqueda de un ambiente agradable para todos.
La propuesta, en principio, no nos dice mucho y hasta podría ser encasillada en el cliché de la familia disfuncional, pero lo rico de la serie, al igual que en el trabajo anterior de Roiland, reside en sus metadiscursos y en desarrollar su narrativa, algo que podemos apreciar con simplemente ver cualquier capítulo aislado. La fórmula es similar a la de Rick y Morty, con la escalada de situaciones a lo largo de sus capítulos de media hora, donde cualquier acción, por más cotidiana que sea, deviene en absurdos inimaginables sin que resulte forzado, de una forma sutil y elegante.
Si bien cada capítulo funciona un poco como unitario, hay elementos que le dan continuidad. Uno de ellos es la historia que se desarrolla en paralelo y que trata de los humanos encogidos por Yumuylack. El joven comienza a encerrar personas en un hormiguero gigante en su habitacion y estas forman una nueva sociedad en miniatura. Esta historia por momentos logra opacar a la historia “principal”, ya que es la excusa perfecta para plantear diferentes tipos de sociedades y sus órdenes políticos, por lo que resulta una alegoría excelente del mundo y sus entramados, como casi todo en esta producción, planteado de forma orgánica y en sintonía con su contexto.
Solar opposites ya lleva dos temporadas, sin perder calidad y manteniendo lo que hizo grande a Rick & Morty pero aportando lo propio, con grandes mensajes, críticas al sistema y un humor totalmente ácido. Tiene todos los ingredientes para convertirse en un éxito total y arrasar con cualquier premio que se le ponga enfrente.