Aquel 17 de octubre donde sonó la marcha peronista por primera vez
Por Rafael Restaino
Desde aquel iniciático 17 de octubre de 1945, que mereció la pluma de Scalabrini Ortiz, para señalar que en esa plaza se encontraba “la substancia del pueblo argentino, su quintaesencia de rudimentarismo…” todos los 17 tuvieron su singularidad. Uno de ellos que distinguimos es el 17 octubre de 1949, en el cual se escuchó por primera vez la marcha “Los muchachos peronistas”. Esa marcha que desde ese mismo momento se convirtió en el símbolo más significativo de la liturgia justicialista.
De esta manera recordamos aquella fecha en la cual, por primera vez, el pueblo trabajador, el pueblo humilde, fue protagonista de su propia historia.
Los 17 de Octubre
A partir de 1945, se inició la celebración de los 17 de octubre como el Día de la Lealtad. El primero que se celebró en 1946, tuvo la conflictualidad con el Laborismo de Cipriano Reyes, quien lo organizó con sus seguidores en otro lugar. Luego los 17 pasaron a ser grandes celebraciones en las que participaban alumnos de escuelas primarias y secundarias, miembros de las fuerzas armadas y empleados públicos, solidificando el rol central de Perón.
Más tarde los 17 perdieron en parte su carácter conmemorativo y su objetivo pasó a ser la recreación de los fundamentos de la legitimidad del peronismo, procurando mostrar que el liderazgo de Perón se fundaba en su contacto sin intermediarios con el pueblo. Los 17 comenzaron a estar mejor organizados con actividades especiales como la elección de la “Reina del trabajo” en 1948; o anunciaciones como la realizada en el 17 de Octubre de 1950 que se dio a conocer “Las 20 verdades sobre el peronismo”, de gran significancia en la doctrina de ese movimiento político. En 1951, una ley nacional declaró al mes de octubre como “Mes del Justicialismo” y durante los festejos del 17, se entregaron medallas alusivas.
De todos estos 17 nos detenemos en el de 1949, oportunidad en la que se estrenó de manera oficial la marcha “Los muchachos peronistas”.
Una marcha con muchos dueños
Esta singular marcha "Los muchachos peronistas" que se encuentra registrada en SADAIC como anónima, tiene diferentes interpretaciones y posibles autores. Entre los señalados se encuentra Oscar Ivanissevich, Secretario de Educación en el primer gobierno peronista, quien según algunos testimonios en un viaje a San Miguel de Tucumán, escribió los sentidos versos, donde reclama en desparejas estrofas por las Islas Malvinas, la nueva Constitución y anunciaba que los oligarcas “están tramando la contrarrevolución” y algunos de sus versos eran muy belicosos, verdaderos gritos de guerra (muchos versos no quedaron en la versión final):
“Antes que nos haga esclavo / la oligarquía derrotada / le daremos la patada / sin ninguna compasión”.
Lo que se encuentra muy firme, muy probado, es que fue Juan Raimundo Streiff, un humilde empleado de correos, con su bandoneón le incorporó la pegadiza música a las coplas de su amigo Mufarregui para convertirlas en el himno del Club Barracas Juniors. Estos eran aquellos versos:
“Vamos muchachos unidos / todos juntos cantaremos / y al mismo tiempo daremos / un hurra de corazón. / Por esos bravos muchachos / que lucharon con fervor / por defender los colores / de esta gran institución”.
Una música que se mete por todos los rincones y llega al corazón hasta el día de hoy.
Un 17 diferente
Lo cierto es que el 17 de octubre de 1949, al celebrarse el 4° aniversario del Día de la Lealtad, bajo júbilo indescriptible de los trabajadores que cubrieron en toda su extensión la Plaza de Mayo, escucharon atentamente, momentos antes de la iniciación del acto, la marcha “Los muchachos peronistas”.
Por primera vez se daba a conocer, públicamente, la grabación realizada por Hugo del Carril, quien contó con la orquesta de Domingo Marafioti. Desde ese mismo día se convirtió en un himno no sólo de los partidarios del peronismo, sino de los hinchas de los grandes clubes de fútbol y hasta en las escuelas e instituciones, donde cada mañana se entonaba. No era para menos, ya que desde esa versión interpretada por ese enorme artista que fuera Hugo del Carril, latió como un verdadero grito de corazón. Lo mismo aconteció a través del tiempo con otras grandes versiones como la de Héctor Mauré, Jorge Vidal, Nelly Omar y, principalmente, en la voz de cada peronista.
Letra completa de "Los muchachos peronistas", en la versión de Oscar Ivanissevich (en negritas las estrofas que se siguen cantando):
Los muchachos peronistas
todos unidos triunfaremos
y como siempre daremos
un grito de corazón
¡Viva Perón! ¡Viva Perón!.
Por ese gran argentino
que supo conquistar
a la gran masa del pueblo
combatiendo al capital.
Perón, Perón
qué grande sos
Mi general, cuánto valés
Perón, Perón,
gran conductor
sos el primer trabajador. (Estribillo).
Imitemos el ejemplo
de ese varón argentino
y siguiendo su camino
gritemos de corazón
¡Viva Perón! ¡Viva Perón!.
Porque la Argentina grande
con que San Martín soñó
es la realidad efectiva
que debemos a Perón. (Estribillo).
Después de haber libertado
a toda la economía
gritamos soberanía
con fundamento y razón
¡Viva Perón! ¡Viva Perón!
Porque las Islas Malvinas
y el Antártico Sector
son netamente argentinos
aunque nos digan que no. (Estribillo).
El pueblo está reclamando
con angustia y con razón
que le voten enseguida
la nueva Constitución/ ¡Viva Perón! ¡Viva Perón!.
Con los principios sociales
que Perón ha establecido
el pueblo entero está unido
y grita de corazón ¡Viva Perón! ¡Viva Perón!.
Por ese gran argentino
que trabaja sin cesar
para que reine en el pueblo
el amor y la igualdad/. (Estribillo).
Porque sabe que oligarcas
y el capital extranjero
están tramando de nuevo
la contra- revolución. (Estribillo)
Los asesinos de ahora
enemigos y traidores
contra los trabajadores
organizan la traición
¡Viva Perón! ¡Viva Perón!.
Porque el extranjero espera
que cuando caiga Perón
otra vez él será el dueño
de toda nuestra nación. (Estribillo).
Antes que nos haga esclavos
la oligarquía derrotada
le daremos la patada
sin ninguna compasión
¡Viva Perón! ¡Viva Perón!.
Por eso se junta el pueblo
en la plaza principal
para avivar a su Jefe
que ya es gloria nacional. (Estribillo).