Esta soy yo: voces que narran, voces oídas
Por Agostina Gieco
Hoy la palabra “influencia” suele remitir a influencer, que conduce casi unidireccionalmente a la red social Instagram. Tener miles de seguidores, dar consejos sobre algún tema en especial y recomendar marcas, lugares o productos, son algunas características que definen a estas personas, aunque no las únicas. Se les atribuye liderazgo, credibilidad y poder de convocatoria, a veces sustentado por el saber que les otorgó un nivel de estudios especializado, otras por la cantidad de gente que sigue su cuenta, o simplemente por poseer una oratoria que atrae. De una forma u otra, logran acercarse a parte de la población y crear una comunidad que va tras sus pasos.
En esta ocasión, el canal de Youtube Leyenda Contenidos realizó Esta soy yo, una serie de episodios de diez minutos de duración en los que se presenta una mujer que narra un aspecto propio, y a las que podríamos llamar influencers, más allá de su participación, o no, en la mencionada red social. Desde la socióloga e historiadora feminista Dora Barrancos, pasando por la escritora, politóloga y divulgadora de temas de género María Florencia Freijo, hasta la educadora y luchadora por el reconocimiento de los derechos de la comunidad afrodescendiente Miriam Gomes, nos encontramos con diversas historias de vida enriquecedoras. Las protagonistas hablan de cuestiones personales que, de alguna manera, las marcaron y las condujeron a ser quienes son en la actualidad.
Hasta el momento se estrenaron trece capítulos, pero habrá más. En la mayoría, el motor del cambio es la educación, el saber. El acceso a la información, el conocimiento de la historia, y su entendimiento, pueden conducir a una sociedad más justa e igualitaria, en la que se reconozcan los derechos de las poblaciones afrodescendientes; no se obligue a una niña de diez años a parir; mujeres, personas con discapacidad y quienes forman parte del colectivo LGBTIQ+ puedan obtener puestos de trabajo en condiciones dignas y una justa distribución de la riqueza. La comunicación en una sociedad es vital, aunque a veces no seamos consciente del poder de la palabra y del impacto que puede generar. Por ello, repasamos de manera rápida sólo algunas de ellas.
Ana Sicilia es licenciada en comunicación social y desde 2017 transita los pabellones de diferentes cárceles del país creando allí bibliotecas e incentivando a quienes están privados de su libertad a tener una motivación, a querer transformar sus vidas y las de sus familias sin reincidir. Acerca la lectura a dichas instituciones y a las personas que pasan sus días tras las rejas, hablando de la importancia de la educación y de tener un objetivo de vida a cumplir. Destaca, además, la necesidad de mejorar las paupérrimas condiciones en las que se encuentran, un problema estructural que lleva décadas sin ser resuelto.
El fútbol es el deporte por excelencia en nuestro país y el ámbito del machismo por excelencia de la misma manera. La intolerencia a la crítica y la discriminación es mayor si se trata de mujeres. En 1971 se disputó en México un mundial de fútbol femenino que podría considerarse “no oficial”— dado que no estaba organizado por FIFA—, en el cual el equipo argentino tuvo que coserse los números de las camisetas, demostrando la poca, sino nula, importancia que se le otorgaba a comparación del masculino. Coincidencia, o no, las mujeres debieron tomar la aguja y el hilo y comenzar a enhebrar. Mónica Santino, ex jugadora y actualmente directora técnica, resalta el valor de una perspectiva feminista en la disciplina, con conciencia de clase y de género, que derribe los estereotipos y prejuicios que aún hoy imperan, reproducidos por medios de comunicación y periodistas. Además, añade la importancia de incorporarlo en los barrios populares, para que niños y niñas desde jóvenes hagan uso de su derecho al juego y lleven a cabo, a través de él, costumbres sanas, aprendiendo valores que denotan trabajo en equipo, la inclusión y el compañerismo.
Mariana Carbajal, periodista y activista feminista, participó de la creación del colectivo Ni una menos en 2015. Escribió cuatro libros sobre temáticas de género y es parte de la red PAR (Periodistas de Argentina en Red por una Comunicación No Sexista). Lo que hoy se conoce como femicidios antes era llamado “crimen pasional”, y sería lamentable si, luego de los avances durante esta última década en materia de género, aún lo siguiéramos oyendo. PAR tiene como objetivo principal erradicar esta frase, que constituye una puesta en escena que traslada al asesino del lado del victimario al de víctima, ya que subyace la idea de tratar de comprender al novio o esposo celoso que tanto amaba a su pareja, que la mató porque ella se veía con alguien más, le mandaba mensajes a otro o incluso porque lo quiso dejar.
En la actualidad hay una gran preocupación de la juventud por temas ambientales, el cuidado de la naturaleza, la reutilización de los productos que ya no usamos, entre otras cuestiones relacionadas. Lo demuestran las multitudinarias marchas reclamando la Ley de Envases o la Ley de Humedales, la gran convocatoria que tuvo el 24 de septiembre por el Día Internacional contra el Cambio Climático o también, más recientemente, las consignas contra la exploración petrolera en la costa de Buenos Aires. Nasha Cuvelier es Licenciada en Ciencias Ambientales y es una de las tantas voces que se movilizan. En 2015, a sus 25 años, representó a Argentina en la COP21 de la Convención Marco de las Naciones Unidas del Cambio Climático, y al año siguiente conformó, junto con otras personas, Sustentabilidad Sin Fronteras, una ONG que busca hacerle frente al cambio climático.
Estas personalidades, y más, exponen en Esta soy yo sus ideas, proyectos, caminos recorridos o por recorrer. Hablan de los derechos, de igualdad, del reconocimiento, y de la inclusión. Con sus acciones, buscan hacer de este mundo un lugar un poco más justo, aunque todavía quede mucho trabajo por realizar.