“Deriva Artaud”: un recorrido por la vida y la obra de un artista imprescindible
Por Martín Tesouro
Por decisión del autor, el artículo contiene lenguaje inclusivo.
Ediciones Alquimia saca a la luz Deriva Artaud, una antología aleatoria para adentrarse en el artista que destruyó creando, que venció la muerte eternizando el dolor. El volumen vuela en el objetivo del poeta que ha declarado “yo no pretendo otra cosa que mostrar mi espíritu”.
A partir de poemas, cartas a importantes personalidades, fotografías, documentos, fragmentos de sus libros más reconocidos, podemos interactuar con un hombre que no encaja en ningún molde, ya que todos supera, a todos expone ridículos, vanos, caducos. Hallamos un material rico para el inicio y el reencuentro con Artaud, para recorrer indefinidamente y deambular la lectura en orillas que en un refucilo nos permiten naufragios.
Antonin Artaud fue un artista que pasó por el siglo XX con la potencia y la velocidad de las creaciones de la era, explosivamente, trágicamente, y con un fuego prometeico en su acción que ponía al espíritu y a la creación como lanza y escudo frente a la velocidad y la voracidad científica contra la que batalló hasta el naufragio. Actor, dibujante, director teatral, ensayista, poeta. Nació en Marsella, Francia, en 1896 y murió en París en 1948. Su vida estuvo signada por el sufrimiento y la temprana internación en hospitales mentales a raíz de haber sufrido una meningitis traumática a la edad de cuatro años. La mirada profunda, ácida e impiadosa sobre el mundo, y a la vez enunciada con lenguaje mágico, es permanente en su obra.
Alquimia Ediciones es un sello independiente chileno nacido en el año 2011 que se destaca por la publicación de obras experimentales con notables detalles gráficos y de edición, promoviendo materiales ideales para la relectura con libros que son objetos de placer. En Deriva Artaud hallamos una edición con portada en papel kraft que invita un pasaje inmediato a la época del autor. El interior está compuesto por papel bond ahuesado, lo que aporta a la lectura un deleite adicional desde el tacto y el color.
La selección fue realizada por Guido Arroyo y Galo Ghigliotto, quien también es autor de las notas y traductor de los textos que integran el libro. APU dialogó con Ghigliotto sobre Artaud, la labor de traducción y sus experiencias en la deriva.
AGENCIA PACO URONDO: ¿Qué significa traducir a Artaud en el 2022? ¿Cómo aprecia la vigencia de su obra?
Galo Ghigliotto: Creo que un autor como Antonin Artaud, que es una persona, un artista, que tuvo una obra tan prolífica en múltiples áreas, y que además propuso nuevas formas para el arte, para la dramaturgia, para el teatro, para la poesía, siempre va a estar vigente. En particular Artaud es un poeta y un artista que tiene muy clara conciencia de la importancia del espíritu, y del espíritu como componente principal de lo humano, y en ese sentido es un tipo de autor que traspasa las épocas y que es capaz de hablarnos a nosotres, incluso en el día de hoy. Por lo mismo, creo que es importante que su obra siga siempre vigente y leída por las generaciones presentes y futuras.
APU: Si bien Artaud fue “el único testigo de sí mismo” como lo afirma en su poesía ¿La traducción de su obra permite ingresar a ese limbo que es su vida? ¿Cómo y por qué?
G. G.: En cierto modo, sí. Justamente era la idea de presentar una antología que no fuese crítica, o cronológica, en el sentido de exponer su trabajo y cómo éste se abarcó, sino una antología más de la vida del artista. Artaud es un artista multifacético que tiene mucho que entregar, mucho que ofrecer y por eso me parecía que era mucho mejor conocerlo a través no sólo de sus poemas o de sus textos sino a través de sus cartas, de sus dibujos, incluso de su pasaporte. Por ejemplo, en su pasaporte podemos leer que él medía 1,71 metros de altura. Una información que puede no tener ninguna importancia en realidad para el análisis de su obra pero nos lo presenta como un ser humano viviente y nos acerca a su existencia tangible. Creo que eso es algo que se buscaba con esta antología y me parece que se ha logrado.
APU: ¿Qué criterio primó en la elección de esta antología que se declara aleatoria?
G. G.: El criterio fue presentar al artista, al autor, en sus facetas más desconocidas o quizás menos revisadas porque estamos acostumbrados a leer a Artaud como poeta, como dramaturgo pero sin entrar un poco en su personalidad más allá de algunas biografías que acompañan a veces ciertas ediciones o de cronologías que nos presentan datos muy concretos de su vida pero en este caso hay fotografías de la infancia de Artaud, fotografías de sus últimos años. Son elementos que configuran una mirada un poco más… digamos giratoria, en el sentido de rodear al personaje y de presentárnoslo como un ser humano que vivió, valga la redundancia, un ser vivo que escribió.
APU: ¿Considera que ha sido injusto con alguna obra en especial por no incluirla en la antología?
G. G.: No creo haber sido injusto con la exclusión o la no inclusión más bien porque nunca es una exclusión, es una simple no inclusión de una obra en particular de Artaud porque lo cierto es que la idea era justamente esa, hacer una deriva, hacer un recorrido, un viaje por la obra y la vida de Artaud y recoger los elementos que no suelen estar presentes en sus libros, en las antologías, en sus libros de dramaturgia y de este modo presentar una parte. Para nada es una antología exhaustiva, nunca pretendió serlo y lo único que se busca es que sea una antología vital y que refleje ese impulso que movió la curiosidad y la creatividad de Antonin Artaud.
APU: ¿Cuáles son las vivencias al ingresar a la obra de Artaud con el fin de traducir y compartir su creación?
G. G.: Siempre existe un reflejo involuntario en el lector de buscar identificarse con el personaje que se nos está presentando. En este caso, en mi caso particular creo que Artaud y yo no podemos ser más diferentes. Sin embargo, hay ciertas ideas, ciertas soledades, ciertas errancias que uno puede sentir como propias de todo ser humano y eso siempre es una experiencia de encuentro que enriquece cualquier trabajo de lectura y en particular un trabajo de traducción en el sentido de que nos permite ver cómo el autor en su idioma original usaba palabras que a veces son difíciles de traducir o que no tienen un significado exacto en castellano pero que nos hablan también de su personalidad, de su capacidad polisémica y de su interés de por crear una obra rupturista.