Esteban Rodríguez Alzueta: “Cualquiera que se tomé un tren se puede dar cuenta de cómo está la situación, es el mejor tester de violencia”
Por Martín Massad y Manuela Bares Peralta
APU RADIO dialogó Esteban Rodríguez Alzueta sobre las transformaciones pendientes en materia de seguridad y la conflictividad social en el Conurbano Bonaerense.
Agencia Paco Urondo: En la última semana, escuchamos al Ministro de Desarrollo de la Comunidad Bonaerense Andrés Larroque y al dirigente social Juan Grabois referirse a la compleja situación social en la que se encuentra la Provincia de Buenos Aires ¿Qué opinas al respecto?
Esteban Rodríguez Alzueta: Cualquiera que se tomé un tren en el conurbano se puede dar cuenta de cómo está la situación, el tren es el mejor tester de violencia. Con esto me refiero a que los umbrales de intolerancia empiezan a correrse, la gente cada vez tiene menos paciencia y la relación con el otro se transforma en la oportunidad de expresar enojos y resentimientos. Cualquier malentendido puede desembocar en una pelea.
APU: ¿Esto se explica por la situación económica y el aumento de la pobreza?
E.R.A: No solamente por la pobreza, sino que en la ciudad se vive mal, hay cosas que no funcionan y si a eso se le agrega la desazón e incertidumbre que genera la situación económica, hay más enojo. Ese enojo puede llevar al país a cualquier lugar también. La verdad es que tengo mis dudas sobre qué capacidad va a tener el peronismo para poder contener y dar un rumbo a ese enojo.
APU: Hasta este momento el gobierno ha logrado contener la situación social ¿Crees que esto puede cambiar?
E.R.A: Sí, estamos camino a una hiperinflación y la gente se va enojando. Los propios actores van transformando al espacio público en caja de resonancia, porque se ralentizan o se van cerrando los canales de dialogo. Digo, diciembre de 2022 esta lejísimos todavía, faltan más de 4 meses. Ahora, tampoco sabemos que capacidad van a tener los movimientos sociales para contener el enojo, teniendo en cuenta que los movimientos sociales no contienen el enojo de las clases medias, sino que frente al enojo estas clases buscan otras expresiones periodísticas o políticas.
APU: Los movimientos sociales fueron muy cuestionados en el último tiempo por algunas prácticas non sanctas, ¿Qué opinas sobre esto?
E.R.A: ¿Cuáles son las prácticas por las que fueron cuestionados? Me parece que uno no tiene que dispararse en el pie. Esto lo veo como un problema, con esos cuestionamientos la política le hizo el juego a la derecha.
APU: La seguridad ocupa un rol muy importante en las encuestas de opinión detrás de la situación económica. ¿Cómo está el tema de la inseguridad en la Provincia de Buenos Aires?
E.R.A: Yo creo que esta como todo, la policía se ha ido destartalando, no es lo que era hace 15 años atrás. Aparecieron algunos grupos que empezaron a cortarse de las cúpulas y esto ha sido un problema porque el sistema de recaudación que existía y te ayudaba a regular las economías ilegales haya empezado a hacer ruido. Tenes a policías de San Isidro o San Martín operando en Quilmes, es decir, el tablero con el que jugaba la policía se ha desarmado.
Esta gestión de seguridad en la Provincia de Buenos Aires, en vez de haber ido hacia un esquema de descentralización terminó, nuevamente, centralizándola. En vez de ir hacia un esquema de delegación de las policías a los municipios, los concentró la provincia que está más lejos del vecino. Ahí se ha perdido mucho tiempo.
APU: ¿Qué opinas de la política de seguridad a nivel nacional?
E.R.A: Aníbal Fernández le puso freno de mano a muchas cosas que habían empezado en la gestión de Frederic. En síntesis, lo que quiere es que no haya olas y se recostó nuevamente en las policías a cambio de no injerencia. No le pidamos reformas progresistas a la gestión de Aníbal Fernández. En todo caso, lo que va a ser es que se llegue a las elecciones sin ruido, sacó a la policía de las tapas de los diarios.
Cualquier tipo de reforma que se encaré necesita de largos plazos y sin acuerdos políticos es imposible contar con esos tiempos. Lo que está pasando, y esto no corre por cuenta de las gestiones sino de la política en general, es que tenemos una dirigencia política incapaz de construir acuerdos que le permitan aportar tiempo a cualquier gestión para encarar procesos de este tipo. Sin esos acuerdos, cualquier gestión se va a dedicar al bacheo policial y a hacer fulbito para la hinchada. Tenemos una dirigencia política que está atrapada en un maniqueísmo que no está pudiendo sacar al país del callejón sin salida en el que se encuentra, en todos los temas es así.