El Soldado: “Haiku blues es de los mejores discos que hice”

Rodolfo Luis González, El Soldado, consultado por Agencia Paco Urondo se refirió a la remezcla y edición en vinilo de su emblemático primer disco, Tren de fugitivos (1997), que contó con la colaboración de Los Redondos, banda con la cual trabajó muchos años como asistente. También habló del proceso creativo que lo atravesó en gran parte de la pandemia y que generó dos trabajos discográficos, Canciones para un largo camino y Haiku blues. “Dentro de todo lo malo que trajo el período de aislamiento que impuso la pandemia, para mí, que lo viví en Villa Gesell, fue bastante positivo porque pude hacer un montón de cosas, entre ellas dos discos”, destacó. El Soldado se presentará el sábado 27 de mayo, a partir de las 22, en Marquee Session Live, Av Scalabrini Ortiz 666, CABA.

Agencia Paco Urondo: Seguís celebrando la salida de tu primer disco, Tren de fugitivos (1997), a más de 25 años de haberlo concebido ¿Qué recuerdos tenés de aquellos momentos?

El Soldado: Tengo recuerdos de la hechura y del comienzo de su gestación. Y si bien todo pasó muy rápido, visto con el paso del tiempo, la verdad es que llevó mucho laburo. Para hacer las canciones, las letras, pensar como lo grabaría y quien me ayudaría. Porque no te olvides que a Tren de fugitivos lo pergeñé solo, con 30 años y un recorrido de trabajo en la música que me daba un mínimo de conocimiento de cómo hacer ciertas cosas. Teniendo en cuenta que la parte artística es una cosa, pero la técnica es otra muy diferente. Después si, tuve el apoyo de Los Redondos, entre otros músicos y también el gran trabajo que hizo el ingeniero de sonido Eduardo Herrera, con quien grabé la placa en el estudio que ayudé a levantar en la terraza de la casa de Sergio Dawi.

APU: Teniendo en cuenta que estuviste tantos años trabajando junto a ellos. ¿Les ibas mostrando a Los Redondos los tracks que ibas componiendo y que contiene el álbum?

E.S.: A los primeros que les mostré las canciones fue a Walter Sidotti y a Semilla Buciarelli porque fueron los que grabaron las bases de batería y bajo respectivamente, después de haber tenido solo un día de ensayo. Más tarde, fui agregando guitarras. A Skay y a Indio recién les dí a conocer los temas cuando fueron a grabar, indicándoles lo que quería de parte de ellos para que le aportaran al disco.

APU: Otro hecho importante que acompaña los festejos es la reedición en vinilo de Tren de Fugitivos 

 E.S.: La edición tiene que ver también con la logística, esto de poder palpar la obra, indagar en la información y en las letras. Por otro lado, es cierto que el vinilo hoy no es un formato habitual porque se volvió de élite, es caro hacerlo y comprarlo. Pero estoy convencido que hay que intentar fabricarlos, aunque la música hoy se escuche en teléfonos y plataformas digitales.

APU: ¿Te pudiste adaptar rápido a esta sustitución de dispositivos por donde escuchar música?

 E.S.: Siempre estuve medio aggiornado con lo que plantea la industria, porque si no quedás afuera y todo se haría más difícil para un músico independiente, como es en mi caso. Por otra parte, tengo un grupo de gente que trabaja conmigo, desde Mariano Larralde, mi manager, hasta Efraín, que es el CEO de Ultra Pop, que la tienen muy clara en todo lo que tiene que ver con las plataformas digitales. Me permite estar actualizado y al tanto de las novedades que aparecen.

APU: Es inevitable hablar de la reciente pandemia, un tiempo que estuviste muy activo en redes y te fue inspirador. De hecho, compusiste un nuevo material, Canciones para un largo camino y comenzaste a grabar otro.

E.S.: Es verdad, hice un montón de cosas durante la pandemia por las plataformas, incluyendo el disco que mencionás. Después, encaré otros proyectos como Que quede entre nosotros, una serie de charlas en Instagram y varios streaming. También, todos los domingos en Facebook, hacía Domingo de verbena y otro ciclo muy lindo que se llamó Reviso y te cuento, un repaso de mis canciones y mis discos, los tocaba y comentaba. Además hubo tiempo para terminar un nuevo álbum que se llama Haiku blues. Así que, como verás, dentro de todo lo malo que trajo el período de aislamiento, para mí que lo viví en Villa Gesell, fue bastante positivo porque pude hacer un montón de cosas.

APU: Contanos acerca de las 9 canciones que componen Haiku blues, y si en las letras podemos encontrar esa construcción poética milenaria japonesa, tan breve, pero clara y contundente.

E.S.: Las melodías que, para mí, son el corazón de las canciones, las fui trabajando durante gran parte de la pandemia. Después, las letras las hice en 20 días porque cuando me salió una, por inercia, salieron las demás. Creo que es un buen disco, de los mejores que hice. Con un tratamiento diferente a lo que la gente está acostumbrada a escuchar. Donde trato de dejar un mensaje en temas más cortos, de ahí la idea del haiku japonés que tiene su métrica de 17 sílabas y tres versos. Siento que el disco está muy bien logrado y la canción que le da nombre es un blues totalmente inspirado en esas figuras y visiones de la cultura oriental.

APU: Indio Solari, Hilda Lizarazu y Lito Nebbia son solo algunos de las invitados que grabaron, alguna vez, en tus discos ¿Hay colaboraciones en Haiku blues?

E.S.: Los hay, invitados que, además, no suelo convocar por que sí. Todos son artistas que merecen estar en este nuevo álbum. Guillermo Piccolini, Martino Gesualdi, trombonista de Dancing Mood, Willy Rangone, trompetista de Los Cafres y Federico Terranova en violín. Que se sumaron de gran forma a la banda que me acompaña desde hace unos cuantos años y que, también, son grandes músicos.