Daniel Brión: “La primera dictadura genocida que comete crímenes de lesa humanidad es la autodenominada Libertadora”

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APU ENTREVISTAS

Daniel Brión: “La primera dictadura genocida que comete crímenes de lesa humanidad es la autodenominada Libertadora”

19 Junio 2023

Daniel Brión es hijo de Mario, uno de los fusilados en los basurales de José León Suárez en 1956, hecho que Rodolfo Walsh rescata en su novela Operación Masacre, que siempre funcionó como la versión oficial de los hechos. Daniel, que también estudió los hechos, difiere en algunos puntos de vista con el famoso periodista y sobre esa situación conversó con AGENCIA PACO URONDO.

Agencia Paco Urondo: Hablemos de los fusilamientos en José León Suárez y de lo que es la versión más conocida sobre aquellos hechos, como es el mítico libro Operación Masacre. Qué le sucedieron a esas 12 personas que “se juntaron a jugar a las cartas”. ¿Fue como Walsh lo contó?

Daniel Brión: Antes del libro que escribí, El presidente duerme: fusilados en junio de 1956nobleza obliga, estuvo el libro de Salvador Ferla, Mártires y verdugos, que también establece que no fue así. Está el de Enrique Arrosagaray, La resistencia y el general Valle, que marca lo mismo, y una serie de libros que indican lo mismo. El tema de la fama de Rodolfo Walsh es innegable, porque es el primero en el género de novela histórica, como se lo llamó después. De hecho, empieza a publicarla en una revista, Mayoría. En una de ellas, no sólo habla de este tema sino que empieza con el caso Satanowsky. El problema de Walsh es el de ir a la inversa de cómo fueron muchos en este país. Muchos entraron en la fama, en el gobierno o dónde sea, por la izquierda y se bajaron por la derecha. Walsh fue totalmente al revés. En 1956, pertenecía a la Alianza Popular Nacionalista, era antiperonista y estaba a favor de la Revolución Libertadora.

Cuando suceden estos hechos tiene la mala suerte de encontrarse con el único de los 12 que estuvieron en esa reunión que no tenía idea de lo que estaba pasando allí. Ese es Livraga, el famoso “fusilado que vive”. Livraga estaba en esa casa porque, cuando Carranza y Rodríguez van en camino hacia ella, lo encuentran pateando una pelota contra la pared y ellos sabían que él manejaba un colectivo. Piensan en llevarlo porque, cuando les llegue la señal, iban a necesitar cómo transportarse y pensaban que en ese colectivo se podían movilizar. La película de Eduardo Anguita, Patriotas, es la que, para mí, mejor refleja los hechos. Se hizo en conmemoración de los 50 años de estos asesinatos y participamos todos los hijos en los lugares y en la hora en que sucedieron.

La casa donde estaban reunidos era una tipo chorizo, donde las puertas daban todas de costado a un pasillo y la última era la única que estaba de frente. En esa casa estaban ellos. La familia Torres, que era la propietaria de ese lugar, tuvo el buen gusto histórico de construir el chalet hermoso donde viven ahora y conservar, atrás, ese departamento donde ellos estuvieron reunidos. Si uno tiene la suerte de haber podido estar ahí se da cuenta que en esa casita no se podían reunir 12 personas para jugar al truco y escuchar la radio, nada más, no había capacidad física para aguantar toda la noche haciendo eso.

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APU: Tenemos un porcentaje de público joven que puede no haber leído aún a Walsh, pudo no estar al tanto de la historia, si le tuviera que decir a esos jóvenes a qué se reunieron esas personas, ese día ¿Qué historia les cuenta?

D.B.: El movimiento del general Juan José Valle, que se denomina como Movimiento de Recuperación Nacional del 9 de junio se origina como respuesta a la revolución autodenominada Libertadora, conocida luego como Libertadura o Fusiladora. Ellos intentaron dar un golpe recuperando para el pueblo la vigencia de la constitución del 49, devolverle la soberanía de poder votar y elegir libremente, la CGT a los obreros y retornar a la democracia. Con una única excepción: se autoproscribían como candidatos, si triunfaba el movimiento. A ellos se unió mi padre, Mario Brión. Es verdad que algunos estaban jugando a las cartas y otros escuchando la pelea de Loayza y el chileno, pero estaban esperando que transmitieran por radio la proclama revolucionaria del general Valle, donde se proponía al pueblo levantarse en armas, que fue corregida por José María Castiñeira de Dios antes de ser terminada.

Esa proclama iba a ser transmitida desde dos lugares de la Ciudad de Buenos Aires. Uno fue el Automóvil Club Argentino, que tenía un equipo de radio de muchísimo alcance. Para ello fueron designados Felipe Amatray y Mauriño. Ellos entran al ACA y son sorprendidos por la Policía Montada que los ametralla, porque ya había sido vendido el movimiento de Valle. Mauriño muere en el Fernández, luego de ser perseguido, negársele las curaciones y torturado; y Felipe Amatray es ayudado por dos agentes que eran compañeros, a escapar. Yo insisto que ése es el fusilado que vive, porque fue fusilado cumpliendo una función que vivió hasta hace un par de años con la pierna cortada en la mitad sin recibir compensación ninguna ni pedirla.

El otro lugar desde dónde se iba a transmitir era un colegio de Lanús, el Industrial, que también tenía una antena muy alta. En la escuela está como recuerdo el transmisor que iban a usar. Cuando estaban preparando todo, el hijo de Mauriño sube hasta la punta de la antena para llevar un cable y ve cómo entran los de la Distrital Lanús, que se llevan a todos donde luego serían asesinados en un patio simulando un fusilamiento. Costales, los hermanos Ross.

APU: Usted tenía cuatro años cuando le asesinan al padre, tuvimos 18 años de proscripción. Cuando era niño o adolescente y le preguntaban por su padre ¿Usted qué contaba?

D.B.: Cuando era más chico, mi mamá tenía terror por lo que había pasado con mi papá, No sólo con eso, cuando pudimos volver a la casa que ellos habían construido, los valerosos vecinos antiperonistas, ayudados por la policía, habían roto todo. Se habían llevado las fotos, los recuerdos, los libros, rompieron hasta el inodoro, capaz que buscando un documento secreto metiendo la mano en las cloacas. Después nos seguían por las calles y nos amenazaban, le hicieron malvender el chalet a mi mamá. Lo que me interesa remarcar que los que estaban en Florida estaban esperando escuchar la proclama de Valle que nunca llegó por el motivo que acabo de explicar. Ellos iban a cumplir dos objetivos. Un grupo iba a ir a la Avenida General Paz y Constituyentes a tomar el gasómetro que todavía está en ese lugar. Y el otro grupo iba a acudir en apoyo a lo que iba a suceder en Campo de Mayo, que iba a ser levantado y tomado. Funcionaban como células donde una no sabía lo que tenía que hacer la otra.

La historia de Walsh va desde que los llevan hasta que los matan exactamente como sucedió. Lo que no cuenta es por qué estaban allí y no lo hace porque, como bien escribe en la primera edición de Operación Masacre, “no soy, ni fui ni nunca seré peronista y lo único que estoy haciendo es constatar que la violencia que está surgiendo desde ahora por la Revolución Libertadora a quien yo apoyé, es la misma violencia que se ejercía desde el régimen depuesto”. Y ahí le da unos cuantos palos al peronismo porque era el enemigo de los periodistas y que eran perseguidos. Cuando se encuentra con el único que no sabía nada, Livraga, le suma 2+2 y empieza a demostrar lo que él quería demostrar: la violencia que seguía ejerciéndose sobre el pueblo. No investiga sobre la militancia porque no le interesaba hacerlo. Si hubiera ido a la casa de cualquier familiar, que no fue, qué le hubiesen respondido, en el año 1956: que no sabían nada, si no había un solo mecanismo de defensa de los Derechos Humanos. La que sí se ocupó, después, fue Enriqueta Muñiz, que se entrevistó con dos de los que se salvaron, y la historia tomó otro color. Qué hubiera costado decir a “esto que empezamos con Livraga, lo pudimos ir completando así y así; y haber hecho una obra que recogiera la militancia. No solamente continuaba esa violencia que él decía ver antes del golpe militar. Esa es una mentira absoluta. Creo que la primer dictadura genocida que comete crímenes de lesa humanidad es la autodenominada Libertadora. No existe, en la Argentina contemporánea, una anterior.

“Los que estaban en Florida esperaban escuchar la proclama de Valle que nunca llegó”.

APU: Mencionaba a Enriqueta ¿La conoció?

D.B.: No la conocí, pero la leí. Ella escribió lo que estoy diciendo. Ella sabía perfectamente bien lo que estaba pasando.

APU: Si pudo leer la novela de Marcelo Figueras ¿qué le pareció la versión de Enriqueta, de ese libro?

D.B.: A mi me parece que todos los hechos que visibilizan y empoderan a los que pusieron el pecho y dieron su sangre por recuperar la vigencia constitucional, dicen la verdad. No hay nada peor que negarla. Para mí, Walsh, es un campeón enorme, cuando escribe con una valentía enorme esa carta, después de que le secuestran a las hijas, que lo catapulta al sitio que hoy ocupa. Haber creado la Agencia de Noticias. Se va de acá siendo de derecha, se va a Cuba y se hace castrista, después se une a montoneros. Es un vuelco muy interesante, porque en el 90% pasa al revés. Pero no podemos justificar a posteriori, lo que pasó anterior, no se si se entiende.

APU: Al igual que en el 55, nos encontramos con la mayor líder proscripta, gente que cree que es posible revertir las cosas ¿Ve alguna otra similitud para el peronismo, esa derrota y ese avance que fue el bombardeo a la Plaza?

D.B.: Todas, nunca cambió. Estamos adelantándonos un poco a lo que pensaba decir. Si usted me permite, cierro lo de José León Suárez y vamos para ahí. La versión de Livraga que insiste que ahí no había armas, y yo digo que sí, porque se venían reuniendo todos los días, en una casa diferente. Mi madre me contó que 24, 48 horas antes, se habían reunido en mi casa, que estaba a dos cuadras de dónde, finalmente, se los llevaron. En esa reunión, mi madre guardó las armas que ellos portaban en la trampa de humo de la chimenea. Porque a ellos los tenían marcados, además de los espías que había metidos. En Hipólito Yrigoyen pasó algo raro que no les permitió encontrarlas. Juan Tripodoro estaba a dos cuadras de esa casa y los compañeros, a medida que iban llegando, le dejaban las armas. El era el encargado de ir al arsenal Esteban de Lucca y llevar un montón de armas a Campo de Mayo. Cuando él llega a la Escuela de Mecánica ya los milicos había sofocado el movimiento. Juan no recibió ninguna arma y, cuando vuelve a Florida, ya se los habían llevado. Las armas que no encontraron en la casa, estaban arriba del auto de Juan Tripodoro.

Ahora voy a lo que me preguntó. Cuando escucho ahora, en los noticieros, que halan de violencia, yo siento mucho respeto por el pobre hombre que trabajó toda su vida y se compró un autito o hizo su casa, pero con los 83 noticieros, con todas las cámaras que hay, te pasan 83 veces al que se robó un chocolatín. Y al que tuvo la mala suerte que le pegaron un tiro, te lo pasan 3 días. Esa es la violencia que ellos quieren mostrar diciendo con este gobierno no se puede, porque la violencia está en las calles. Ya estaba ahí desde que ellos llegaron, desde que la primer dictadura genocida de Aramburu llegó. Porque no hay eso que llaman grieta, acá siempre fue lo mismo: el odio al pobre, al trabajador, a la patria justa, libre y soberana que quería industrializarse, que se enfrentaba con la otra patria. La agrícola, financiera, liberal que no estaba en una grieta, estaba en el odio. Esa es la violencia que tienen que mostrar. Fueron los 18 años que tuvimos proscritos. Ahora vienen a hablar del partido de la Libertad. ¿Dónde estaban esos 18 años? Han logrado cambiar las balas por los medios, ahora te tiran con las noticias, antes te tiraban a matar. Te matan de a millones con lo que te pasan en las pantallas, pero te matan la cabeza. Ahora parece que los malos somos nosotros y ellos los angelitos de Dios, que vienen a salvar el país, quienes nos llevaron a esta situación.

APU: ¿Cuál es la lectura a futuro que tiene de la realidad argentina?

D.B.: Un porcentaje de los que votaron a Massa y a Randazzo en la última elección, después, lo votaron a Macri. No tenemos que dejarnos hacer lo mismo, hay que acordarse de que muchos de los que ahora son ministros fueron opositores en la elección que perdimos. El objetivo primario que hay que conseguir es que no vuelva a ganar la derecha, porque si lo hacen, ni la generación de mis nietas nos va a salvar. Gane quien gane las PASO, seamos vivos y votemoslo. Cada peso que nos falta, que no tenemos, hay que buscarlo en los miles de millones de la deuda que nos dejaron, atada al cuello.