“En este barco”, nuevo disco de Arbolito: navegar a través de las canciones
Entrevistado por AGENCIA PACO URONDO, Agustín Ronconi, miembro fundador de Arbolito, habló sobre los comienzos del grupo, repasó su fanatismo por Jethro Tull y se refirió a En este barco, décimo disco de estudio de la banda que será presentado el sábado 8 de julio en Niceto Club. También, tuvo tiempo para analizar la siempre compleja realidad política argentina. “No deja de sorprender el volver a lugares donde creíamos que no íbamos a hacerlo. Para ir a lo llano, volvió a aparecer el Fondo Monetario Internacional en nuestras vidas y vos decís ‘esto ya lo vivimos un montón de veces’. Escuchar decir a personas comunes, con mucha soltura ‘para que este país salga adelante, tienen que desaparecer algunos’ ¿Cómo se puede ser receptor de tanto odio y basura mediática para que salga eso de tu boca?”, destacó.
Agencia Paco Urondo: Ahora que Arbolito se apresta a presentar su décimo disco de estudio, En este barco ¿Hay tiempo para detenerse en el recorrido hecho hasta acá, o todo es tan intenso y vertiginoso que cuesta hacerlo?
Agustín Ronconi: Cuando te toca hacer orden en un lugar de la casa por ejemplo, inevitablemente te ponés a viajar un poquito en el tiempo. Del mismo modo, al aproximarse esas fechas aniversario para la banda (los 10, los 25 años) o como ahora que estamos sacando nuestro nuevo disco, se da repasar mucho, buscando fotos, anécdotas para compartir. En la previa al show, durante y después. Te sorprenden las cosas que hemos ido caminando y viajando juntos, en tantos años. La gente que hemos cruzado.
APU: Mencionaste el viaje, algo tan presente y recurrente en las letras y en la historia misma de Arbolito.
A.R.: Quizás, por haber nacido en la urbe, está esa necesidad y espíritu de salir a buscar otros aires y conectar con la raíz de las músicas que han inspirado la sonoridad de Arbolito, que hay mucho de lo originario, lo regional. Más allá de los sonidos, creo que todo ser humano busca moverse, conocer lugares y gente nueva. El viaje es una frecuencia en la que a uno le gustaría estar siempre. Esos viajes de mochila, que son los más lindos, porque vas improvisando en ese andar. Tiene mucho que ver con el modo de sentir la música, para nosotros.
APU: Viajando se toparon con la realidad tantas veces injusta y sufriente, no sólo de nuestro país, sino también de buena parte del continente, lo cual le dio un carácter comprometido a la propuesta musical de la banda.
A.R.: Esa sensibilidad de las realidades y las historias injustas de este suelo que habitamos, las cosas que nos han atravesado, en algún momento recayó en nosotros. Desde nuestras familias, en los contextos en que nos hemos criado cada uno de los que formamos Arbolito. Lo que nos fue pasando, lo que hemos leído, lo que hemos vivido, como los 90, que no fue una época así nomás. Había que salir a batallar para que no se lleven todo puesto.
APU: Todas experiencias que podemos encontrar en los sonidos y las letras del grupo.
A.R.: En Arbolito está el rock, el folclore, el originario, lo latinoamericano, con una raíz política libertaria muy fuerte, en un territorio que está en puja desde la llegada del conquistador. Por eso, hay que buscar lo ideal y resistir, defender lo conseguido. Mucha de la música que hemos escuchado tiene ese contexto, sobre todo en décadas con aires revolucionarios. No sólo políticos, sino también culturales. El rock, también, fue una revolución. Toda esa ensalada hermosa es la que llevamos a la sala de ensayo y al escenario, cada vez que nos encontramos.
APU: ¿Cómo fue que encontraron la síntesis en el cacique Arbolito para bautizar a la banda?
A.R.: Con Ezequiel (Jusid), habíamos leído Rebeldía y Esperanza (1993), de Osvaldo Bayer, en distintos momentos de nuestras vidas, lo teníamos presente. Veníamos de uno de esos viajes de mochilero y nos invitan a tocar en un festival, en una plaza de La Paternal, y teníamos que pasarle un nombre a quien nos convocó, año 97. Se nos apareció el indio, de la mano de Osvaldo, y nos pareció que era una linda síntesis llevar esa historia de lucha, rebeldía y resistencia originaria y ponerle sonido. Son esos momentos de pura inocencia, porque todo estaba por venir. Dos pibes de veintipoquitos años, todavía estudiando música y con otros proyectos. Y todo empezó a suceder, a partir de ese momento. Pasó algo más que solamente tocar folclore, esa primera vez, hubo una conexión, no solamente entre nosotros, sino con la gente que estaba abajo del escenario.
APU: A partir de ese bautismo, iniciaron un camino que los llevó a participar de distintas luchas, llevando su música a modo de mensaje.
A.R.: Un mensaje que no solo está en las letras y el baile, también en la postura desacartonada de lo folclórico. Fue el comienzo de un trayecto que nos llevó por un montón de lugares, luchas y organizaciones, que siempre nos han hecho parte. H.I.J.O.S., Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, los movimientos de desocupados y fábricas recuperadas, comunidades de pueblos originarios y quienes luchan por la educación pública. Imaginate que, para nosotros, es muy fuerte poder acompañar a esa gente que uno admira, intentando dar energías para seguir y, también, para sumar a esas resistencias.
APU: Entre los instrumentos que ejecutás, está la flauta ¿Cuánto hay de inspiración en Ian Anderson, músico de Jethro Tull?
A.R.: Muchísimo. A mediados del secundario fue el momento de mi vida donde empecé a elegir mi música, armar mis propios compilados de vinilos. Debo decir que siendo el menor de cuatro hermanos, en casa siempre musicalizaban ellos. Mi viejo, también, escuchaba más que nada jazz. Recuerdo que venía matándome con The Beatles, aparece Jethro Tull y fue fuertísima la conexión que tuve. Había un lado interior mío, medio folclórico que todavía no conocía, y en ese grupo estaba sintetizado el rock y el folclore, de alguna manera. Sonidos celtas y barrocos. Ahí me metí con todo, con la flauta traversa. Terminé el secundario y empecé a estudiar música.
APU: Mencionaste al rock, un género que desde siempre estuvo presente en la historia de Arbolito, ya sea invitando a cantar y grabar a Chizzo Nápoli y Piti Fernández o siendo producidos por músicos como Tito Fargo, Pepe Céspedes y Dani Buira.
A.R.: Es que somos rockeros. Todo esto que te cuento del enamoramiento del folclore viene a partir de estudiar música y que nos hayan abierto una ventanita a lo nuestro, que no lo conocíamos. El rock es la música de nuestra generación. El progresivo de los 70 y el nacional. Cuando íbamos a tocar los domingos al Parque Lezama siempre poníamos dos discos que eran una muy buena síntesis de lo que queríamos generar: Pensar en nada (1981), de León Gieco y Rastaman Vibration (1976), de Bob Marley. Después, en los ‘90, La Bersuit hizo una revolución con la música ríoplantense y unas letras tremendas. Divididos, ni hablar, con una pata en el folclore muy fuerte, hicieron un aporte enorme a los que recién agarrábamos una viola.
“Son composiciones muy frescas, las venimos ensayando y ya están empezando a superar las versiones del disco”.
Embarcados en un nuevo viaje musical
APU: Siguiendo con Dani Buira, lo volvieron a convocar para la producción de En este barco ¿Qué sienten que le aporta, en ese sentido, el ex baterista de Los Piojos, actualmente al frente de La Chilinga?
A.R.: Una vez más, hemos convocado a Dani Buira para que se suba a timonear el barco y cuidar las canciones. Nosotros aprendimos mucho de él, en el 2007, al trabajar en Cuando salga el sol, primer disco que editamos con Sony Music. Él fue el productor de ese álbum y para nosotros fue una enseñanza enorme. Hasta ese momento, jamás habíamos laburado la producción con una persona ajena al grupo. Por lo cual, teníamos mucho prejuicio y también temor de hacerlo. Y Dani nos enseñó a no llenar de arreglos y melodías los temas sino, más bien, a salvaguardar el espíritu de los mismos, lo que uno quería contar. Este nuevo trabajo nos agarra ya mucho más dóciles. Son composiciones muy frescas, sin una superproducción arriba. Las venimos ensayando y van tomando un carácter que ya están empezando a superar las versiones del disco.
APU: ¿Esas canciones frescas a la que referís son recientes o hay algunas que pertenecen a otra época y ahora tuvieron su oportunidad?
A.R.: La mayoría, por no decirte todas, son post pandemia. En el 2020, grabamos y produjimos a distancia. En cuarentena hicimos 3 canciones. Mandándonos los audios, sin vernos, ni ensayar. Si no me equivoco, a fines del 2021 comenzamos a pensar el disco y a elegir, había unas cuantas. O sea, los temas son de estos últimos tres años. Quizás, alguno que otro ha estado en alguna maqueta, en otras versiones, años atrás, y lo que hicimos ahora fue darle una vueltita de rosca.
APU: Este nuevo trabajo de Arbolito tiene la novedad de estar disponible también en formato físico, con una portada donde se ve un pequeño y simpático barco navegando hacia un horizonte de cielo diáfano y sin embargo, debajo hay un peligro acechando.
A.R.: El ir en ese barco tiene esos riesgos. Es muy linda esa imagen de Maxie Amigo, quien ha sido el dibujante, siempre, y el creador de todos los personajes que nos acompañan. Solamente la información que tenía era el nombre del disco y nos devolvió ese trabajo con un montón de simbologías y cosas. Hay tormenta, pero también amanecer. Y sobre todo, un rumbo, que es muy diferente a solo dejarse llevar. A veces, se pone más difícil saber hacia dónde uno quiere ir, pero eso no significa que uno lo abandone.
APU: Cuánto hay en el concepto del álbum de nuestra realidad política y regional, también.
A.R.: Son tiempos locos. Nos ha pasado, incluso con el libro, que hermosamente escribió Diego Skliar, Arbolito. Por todas las libertades (Planeta, 2016). Cuando nos pasó el borrador, aparte de emocionarnos al leer cosas de nuestros compañeros que no conocíamos, pudimos ver cómo está reflejada no sólo la historia argentina, sino también la regional. Es fuerte sentirse parte. Por otro lado, no deja de sorprender el volver a lugares donde creíamos que no íbamos a hacerlo. Para ir a lo llano, volvió a aparecer el Fondo Monetario Internacional en nuestras vidas y vos decís “esto ya lo vivimos un montón de veces”. La última, hace 15 años atrás. Escuchar decir a personas comunes, con mucha soltura “para que este país salga adelante, tienen que desaparecer algunos” ¿Cómo se puede ser receptor de tanto odio y basura mediática para que salga eso de tu boca? Ni siquiera hablo de gente politizada, sino de quienes repiten lo que escuchan sin pensar un minuto el contenido del mensaje. No se puede retroceder tanto y naturalizar esos discursos.
APU: Para cerrar, el 8 de julio en Niceto, va a ser la presentación oficial de En este barco ¿Cómo se están preparando para esa fecha tan especial?
A.R.: Hasta ahora, si no me equivoco, hemos tocado nada más que dos canciones en vivo, del disco. Así que las vamos a estar estrenando oficialmente por primera vez. Estamos disfrutando muchísimo mientras ensayamos con los invitados que participaron de En este barco. Siempre es una fiesta un recital de Arbolito. Niceto Club, donde vamos a tocar por primera vez, es un lugar muy lindo y cómodo para llegar. Adentro se ve muy bien, el escenario está buenísimo y hay una pantalla tremenda, así que está todo dado para que sea una hermosa noche.